La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) informó sobre la eliminación de algunas sanciones que afectaban a los monotributistas y que podían llegar a ocasionar dolores de cabeza.
Se trata de dos penalizaciones que efectuaba la ex Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) a la hora de facturar y cuando buscaban inscribirse en registros para el comercio exterior.
Según determinó ARCA, los monotributistas ya no están obligados a emitir la factura tipo M, una sanción que afectaba los trabajadores autónomos ante determinadas situaciones como cuando se clasificaba a un contribuyente como "responsable inscripto" y que traía problemas en las gestiones relacionadas con el IVA.
Además, la ex AFIP también quitó restricciones adicionales que impedían al monotributista poder inscribirse en registros especiales para que pueda para importar o exportar distintos productos y también para acceder a la habilitación para contar con la capacidad financiera que se necesitan para desarrollar ciertas actividades comerciales.
Desde la entidad nacional creada en el 2024 afirman que el objetivo de estas medidas es ofrecer un alivio a los monotributistas, simplificando trámites y otorgando flexibilidad para desarrollar actividades comerciales y operar con mayor libertad. También permitiría acceder a planes de pago más favorables y mejorar la capacidad de gestión financiera de los contribuyentes
ARCA oficializó dos importantes cambios: ¿Qué se modificó?
En los últimos días, ARCA anunció dos importantes medidas que afectan el comercio exterior. Esto se da en el marco de las modificaciones de los códigos aduaneros que está realizando la entidad. En ese sentido, la ex AFIP publicó en el Boletín Oficial las resoluciones generales 5665/25 y 5666/25 que modifican la exportación de cuero y la declaración post-embarque para los exportadores.
En primera instancia, la resolución 5665/25 exceptúa la participación de entidades privadas en la verificación aduanera de exportaciones de cueros y afines para consumo. Esta medida de ARCA deroga la norma 1399/2002 y busca eliminar dilaciones innecesarias que afectaban negativamente la dinámica del comercio exterior y generaban costos logísticos adicionales para los exportadores.
Por su parte, la resolución 5666/25 introdujo cambios en la declaración post-embarque para que el trámite sea digital y los exportadores no deban presentarse en una dependencia aduanera. Esto busca reducir costos operativos y tiempos administrativos, favoreciendo la competitividad del sector exportador. Este trámite permite a los exportadores modificar la cantidad de mercadería declarada en la destinación de exportación, cuando la efectivamente embarcada resultara menor de lo declarado en un primer momento.