La Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó un nuevo paro general para el miércoles 10 de abril, en rechazo a las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. Se trata de la tercera medida de fuerza convocada desde la asunción del mandatario y afectará distintos sectores, incluyendo el transporte público. La protesta se realizará sin movilización, pero con un fuerte impacto en la movilidad urbana e interurbana.
La medida contará con la adhesión de los gremios del transporte, lo que significa que no funcionarán trenes, colectivos ni subtes durante toda la jornada. La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los metrodelegados se sumaron al reclamo, garantizando una paralización total del servicio. El secretario general de la CGT, Héctor Daer, justificó la medida al denunciar la falta de diálogo con el Ejecutivo y la presión del gobierno sobre las negociaciones salariales.
Desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), liderada por Roberto Pianelli, confirmaron que los trabajadores de las seis líneas de subte y el premetro adherirán al paro. La decisión responde al reclamo por paritarias libres, mejoras salariales y condiciones laborales, en un contexto de inflación creciente y ajustes económicos que impactan en el poder adquisitivo de los trabajadores.
Cómo impactará el paro en el transporte público
El 10 de abril, el paro general afectará a millones de usuarios que utilizan el transporte público diariamente. En el caso del subte, las seis líneas y el premetro permanecerán cerrados, lo que generará una mayor demanda en otras formas de transporte. Asimismo, los trenes y colectivos también estarán fuera de servicio, dificultando la movilidad en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y otras ciudades del país.
Los gremios del transporte justificaron su adhesión al considerar que las políticas del Gobierno afectan la estabilidad laboral y el salario de los trabajadores del sector. Según Omar Maturano, líder de La Fraternidad, el gremio de maquinistas de trenes, "el ajuste económico está deteriorando las condiciones de vida de los trabajadores, por lo que es necesario visibilizar el reclamo con una medida de fuerza contundente".
Reacciones del Gobierno y alternativas para los usuarios
El Gobierno nacional intentó sin éxito frenar la medida de fuerza mediante negociaciones con los sectores sindicales. Sin embargo, las gestiones no lograron revertir la decisión de la CGT, que mantuvo firme su postura. La Casa Rosada considera que el paro responde a una estrategia política de los gremios para presionar al Ejecutivo en medio de la crisis económica.
Ante la paralización del transporte, los usuarios deberán buscar alternativas para desplazarse el 10 de abril. Entre las opciones disponibles, se encuentran los servicios de bicicletas públicas, aplicaciones de movilidad compartida y el uso de vehículos particulares. Además, se recomienda planificar con anticipación los traslados y considerar la posibilidad de realizar teletrabajo si la actividad lo permite.
El paro general del 10 de abril se perfila como una de las medidas de fuerza más significativas del año, con un fuerte impacto en la economía y la rutina diaria de la población. La CGT insiste en la necesidad de un cambio de rumbo en las políticas económicas y espera que la medida sirva para reabrir canales de diálogo con el Gobierno.