El hermano de Martín del Río, el acusado por el parricidio de Vicente López, declaró ante el Tribunal N° 7 en el juicio por jurados y remarcó que quiere verlo "preso" por el doble crimen. El hombre mostró su dolor por el crimen de sus padres, José Enrique del Rio y María Mercedes Alonso, y le exigió a Martín el porqué los asesinó en vez de confesarles que los había estafado con el departamento en el edificio Chateau en avenida Del Libertador. En tanto, declaró un empresario que lo calificó de "garca"' y lo hizo quebrar por primera vez en la audiencia. Este miércoles, continúan las declaraciones.
Diego del Río dio testimonio este martes y frente al jurado popular, de 12 integrantes, reconoció que es su hermano el que aparece en las inmediaciones de la vivienda de sus padres: "No tengo ninguna duda que es 'el caminante' (en relación a la teoría que atraviesa al caso). Vi ese video muchas veces, 50 o 60. Es mi hermano. Esa persona es mi hermano, la conozco hace 50 años. Él camina así, un poquito torcido".
Al mismo tiempo, en su declaración, el hijo mayor de las víctimas contó que Martín del Río tenía un apodo muy particular: "Le dicen ‘pato criollo’ desde chico. Era porque un paso, una cagada. Pero nunca supe por qué". En este marco, destacó que en esta oportunidades su hermano le "hizo honor" a su sobrenombre.
Diego describió, durante el debate, el dolor que cree que habrá sentido en medio del ataque una de las dos víctimas al descubrir que era su hermano, es decir su propio hijo, quien los asesinó: "Lo que sí me da bronca es que uno de los dos supo que su hijo estaba matando a su marido o mujer. Y seguro fue mi mamá. Y ese momento debe haber sido...". Y añadió: "Estoy seguro de que ellos sabían que era Martín el que estaba detrás de ellos. Deben haber pensado ‘nuestro hijo nos está matando’ y ese momento es indescriptible para mí".
Por su parte, al ser consultado sobre por qué cree que el hijo menor de la familia les quitó la vida, el hermano del acusado destacó que es porque no podía sostener la "gran mentira" de que los había estafado. "Para mí, armó una bolsa de mentiras tan grande que llegó un momento que no la pudo manejar más. Llegó un momento en el que llevaba tal cúmulo de mentiras que, o lo enfrentaba, o tomaba la decisión", expresó.
"Deben haber pensado ‘nuestro hijo nos está matando’ y ese momento es indescriptible para mí".
El hombre también reclamó por la acusación que sufrió al principio de la causa, donde también se lo había apuntado como posible participante de ambos crímenes en complot con su hermano Martín. Ante el Tribunal, expresó: "Claro que yo no maté a mis padres. Yo tenía una relación amorosa con mis padres, no tenía ninguna razón. A mí me cambió la vida de un día para el otro. De ninguna manera yo maté a mis padres. Es una canallada que me apunten, pero lo otro es mucho peor". En tanto, se espera que Diego participe de todas las audiencias que falten realizar en el Tribunal N° 7 de San Isidro.
Del Río, en tanto, llegó al juicio imputado por el delito de "doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma y por ser 'criminis causae'", en función de los artículos 45, y 80 inc. 1, 2 y 7 del C.P. El documento que detalla el inicio del debate oral indica que el mismo durará del 9 al 13 de diciembre en jornadas doble y con el pedido de todas las partes serán 50 testigos los que declaren, según Noticias Argentinas
En medio de acusaciones, se angustió el acusado por primera vez: "Garca"
Este miércoles, en tanto, también declaró Ezequiel Jarsrosky, ex dueño del departamento ubicado en el piso 31 del edificio Chateau al que del Rio había prometido a sus padres que se mudarían antes de que aparecieran asesinados en su casa de Vicente López. Se trata de la primera declaración con la que el acusado se angustió.
El quiebre del acusado fue cuando el propio Jarsrosky relató la respuesta de los empresarios gastronómicos a los que pidió referencia para venderle el departamento: “Uno me dijo: ‘¿Estás loco vos? No le vayas a alquilar a Martín porque es muy complicado, muy difícil... Es un garca’”. Al escuchar la descalificación, el imputado se quebró por primera vez en el juicio que ya lleva tres audiencias. No ocurrió durante la fuerte declaración de su hermano ni tampoco al ver las imágenes de sus padres ensangrentados, ya sin vida.
Para los fiscales, el móvil del doble parricidio fue económico y sobre ello, mencionaron dicha frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que ese mismo día iban a mudarse a un lujoso departamento del edificio Chateau Libertador del barrio porteño de Núñez, que el acusado nunca pudo concretar. A la vez, también se estima que las víctimas iban a descubrir los desmanejos financieros que había tenido en los negocios familiares.
Los fiscales afirmaron que Del Río ingresó a la casa de sus padres por el garaje y llevó a cabo "un plan que previamente había diagramado". Los funcionarios judiciales detallaron que el acusado baleó a su padre en "la zona cervical derecha, intercostal izquierda y en el muslo izquierdo", mientras que enseguida le efectuó un disparo a su madre a una distancia de menos de 50 centímetros: "El proyectil ingresó por la zona superior a la ceja derecha generando la pérdida del globo ocular derecho, todo lo cual provocó la muerte inmediata".