En la relación entre los perros y los humanos, el lamido es uno de esos comportamientos que más divide opiniones. Mientras que algunos lo ven como una demostración de afecto y cariño, otros prefieren evitarlo por razones de higiene o incomodidad.
A continuación, te contamos qué pasa realmente cuando no le dejás lamerte a tu perro, basándonos en lo que dicen los expertos.
El lamido: un gesto natural de afecto
El lamido de tu perro es un comportamiento absolutamente natural. Para ellos, lamer es una forma instintiva de socializar y expresar cariño. A lo largo de la historia, los perros usaron este gesto para fortalecer vínculos, ya sea con sus compañeros caninos o con los humanos que los cuidan. En otras palabras, no se trata de una necesidad desesperada de atención, sino de un acto que forma parte de su naturaleza.
Sin embargo, ¿qué pasa si decidís no permitirle lamerte? Según la veterinaria Liza Cahn, interrumpir este comportamiento no tendría efectos negativos en el bienestar emocional del perro, siempre y cuando lo hagas con respeto y le pongas límites de manera gradual.
Preocupaciones sobre la higiene y la salud
Uno de los motivos más comunes para evitar que los perros laman es la preocupación por la higiene. Si bien el lamido de un perro puede no parecer tan problemático, es importante recordar que la boca de un can puede estar llena de bacterias, algunas de las cuales pueden ser perjudiciales para los seres humanos.
Aunque los casos graves de infecciones por lamidos son poco comunes, enfermedades como la Salmonella o el Capnocytophaga canimorsus pueden llegar a ser peligrosas, especialmente en personas con sistemas inmunitarios comprometidos.
No obstante, los expertos coinciden en que, con una adecuada higiene tanto de la mascota como de los dueños, los riesgos pueden minimizarse significativamente. Esto incluye bañarlo regularmente y asegurarse de que reciba controles veterinarios frecuentes. La recomendación es no permitirle que lama heridas abiertas o que esté en contacto con alimentos que puedan estar contaminados.
Alternativas al lamido: fortalecer el vínculo con tu perro sin incomodidades
Si preferís evitar que tu perro te lama pero querés seguir demostrando afecto, existen numerosas alternativas efectivas. Los expertos sugieren pasar tiempo de calidad con tu mascota: paseos largos, juegos interactivos y hasta clases de entrenamiento.
Otra opción es premiarlo con golosinas o juguetes especiales, lo que también puede resultar en una forma de reconocimiento por su buen comportamiento. Recordá que los perros, al igual que las personas, disfrutan de la atención positiva y el refuerzo de conductas adecuadas.
En definitiva, si decidís frenar a tu perro cuando te esté lamiendo, no estás dañando su salud emocional, siempre que lo hagas con cuidado y respeto. Es fundamental establecer límites claros, sin generar confusión ni frustración en tu mascota.
Lo más importante es que tu perro siga sintiéndose amado y cuidado, lo cual se logra con un ambiente estimulante y actividades que refuercen el vínculo sin necesidad de recurrir al lamido.