Los republicanos del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrentarán el viernes a una primera prueba de su control de ambas cámaras del Congreso cuando decidan si mantienen a Mike Johnson en el cargo de presidente de la Cámara de Representantes.
Los republicanos de la Cámara de Representantes han demostrado ser un grupo insubordinado en los últimos dos años -eligieron a Johnson tras dar el paso sin precedentes de remover a su predecesor Kevin McCarthy a mitad de su mandato- y tendrán una escasa mayoría de 219-215 cuando sus nuevos miembros juren sus cargos el viernes.
Trump trató de allanar el camino para evitar problemas al respaldar a Johnson el lunes, tras semanas de incertidumbre.
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"El presidente de la Cámara de Representantes Mike Johnson es un hombre bueno, trabajador y religioso. Hará lo correcto y seguiremos GANANDO", publicó Trump en Internet.
Esta semana, Johnson ha intentado proyectar confianza. "Tenemos el margen más pequeño de la historia de Estados Unidos. Tendremos un margen de probablemente dos votos (...) pero creo que lo conseguiremos", dijo el presidente de la Cámara baja a Fox News el jueves sobre sus posibilidades. "No podemos permitirnos ningún drama palaciego aquí".
El representante republicano Thomas Massie, una espina clavada habitual para los líderes de su partido, ha prometido votar en contra de Johnson. Otros miembros del partido se han mostrado reticentes a respaldarle.
Más de un voto en contra de Johnson, o múltiples abstenciones republicanas en forma de votos "presentes", bastarían para bloquear la reelección de Johnson si todos los demócratas votan a favor de su líder, Hakeem Jeffries, como se espera que hagan.
Quienquiera que se haga con la presidencia de la Cámara baja -un papel que es el segundo en la línea de sucesión a la presidencia del país después del vicepresidente- tendrá un gran trabajo por delante. Además de aprobar la amplia agenda legislativa de Trump, que incluye recortes de impuestos y cambios en la inmigración, el Congreso tendrá que abordar el techo de deuda de la nación a finales de este año.
Con el Gobierno federal ya endeudado en más de 36 billones de dólares, se espera que muchos congresistas republicanos exijan recortes significativos del gasto.
Los republicanos también jurarán el viernes su nueva mayoría de 53-47 en el Senado, y se espera que elijan al senador John Thune como su nuevo líder, sucediendo al veterano senador Mitch McConnell, que se aparta del liderazgo pero permanece en el cargo.
Con información de Reuters
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