Los pronósticos anuncian que las temperaturas altas continuarán en gran parte del país. En estos momentos, mantener la casa fresca se vuelve una prioridad y un desafío. Un arquitecto profesional compartió una serie de consejos prácticos y accesibles en redes sociales.
Su hilo se volvió viral por una razón: ofrece soluciones reales que no dependen solo de tener aire acondicionado. Se trata de técnicas de aislamiento y ventilación inteligente que pueden marcar una diferencia de varios grados en el interior de tu hogar.
El objetivo es triple: mejorar tu confort, reducir el consumo eléctrico y, al hacerlo, ayudar a que el sistema no colapse. Si todos ponemos un poco de esfuerzo, podemos pasar el verano de mejor manera. Acá te los resumimos.
1. La regla de oro: mantener el calor afuera durante el día
El error más común es abrir las ventanas buscando una brisa que no llega. Cuando afuera hace más calor que adentro, esa acción ingresa aire caliente y eleva la temperatura interior. La estrategia correcta es el aislamiento total.
Durante las horas de sol intenso, mantené cerradas todas las ventanas y puertas que dan al exterior. Bajá las persianas y cerrá las cortinas. Es una barrera física contra el calor radiante. Si entra luz, entra calor.
Incluso podés colocar burletes provisorios en los marcos de las ventanas para evitar filtraciones de aire caliente. Cada pequeño espacio sellado ayuda a que tu esfuerzo por mantener el frescor interior sea más efectivo.
2. Creatividad contra el sol: toallas y sábanas como cortinas
Si no tenés cortinas blackout o persianas en todas las ventanas, no te preocupes. Podés improvisar. El arquitecto sugiere colgar sábanas o toallas oscuras en las ventanas por donde pega el sol directo.
La clave es que el tejido bloquee completamente el ingreso de los rayos solares. No importa que no sea decorativo; lo importante es la función. Es un método económico y muy eficaz para evitar el "efecto invernadero" en tu casa.
También recomendó mantener cerradas las puertas interiores de las habitaciones que no estés usando. Así, concentrás el aire fresco (natural o del aire acondicionado) en los ambientes donde realmente pasás tiempo.
3. La ventilación inteligente: solo de noche y bien temprano
El momento para renovar el aire es cuando la temperatura exterior baja. Ventilá tu casa durante la noche y en las primeras horas de la mañana, cuando hay un respiro del calor. Abrí ventanas opuestas para generar corriente de aire.
Este "enfriamiento pasivo" nocturno permite bajar la temperatura de las paredes y los muebles, que acumularon calor durante el día. Si lográs que la casa arranque la mañana más fresca, será más fácil mantenerla así.
Recordá cerrar todo nuevamente antes de que el sol empiece a calentar. Es un ciclo: aislar de día, ventilar de noche. Este simple hábito es uno de los más poderosos para combatir el calor sin gastar energía.
4. Plantas estratégicas y el uso correcto del aire acondicionado
Las plantas no solo decoran. Colocá macetas con plantas tupidas cerca de las ventanas que reciben sol. Generan sombra y, al mantener la tierra húmeda, ayudan a templar el aire cercano. Son un climatizador natural.
Si usás aire acondicionado, configuralo de manera eficiente. Ponelo en 24°C en modo frío; es una temperatura más que suficiente para sentir confort y el equipo trabajará mucho menos que a 16°C. También podés usar la función "deshumidificar".
Una vez que enfriaste un ambiente, concentrá tus actividades ahí. Intentar enfriar toda la casa es muy ineficiente. Cerrá la puerta de esa habitación y disfrutá del espacio fresco. El aire acondicionado no está diseñado para ser un milagro.
Si usás aire acondicionado, configuralo en 24°C para que trabaje de manera eficiente.
5. Trucos con el ventilador y qué evitar en la cocina
Si no tenés aire acondicionado, el ventilador es tu aliado. Para potenciarlo, colocá un recipiente con hielo o agua muy fría delante de él. El aire que empuje pasará por encima y se enfriará, generando una brisa fresca.
Ubicá el ventilador lo más bajo posible, ya que el aire frío tiende a quedarse abajo. Si tenés ventilador de techo, verificá que gire en el sentido correcto para el verano (generalmente en sentido antihorario, para empujar el aire hacia abajo).
En la cocina, evitá usar el horno y las hornallas en los momentos más calurosos. Generan una cantidad enorme de calor residual. Optá por el microondas, una pava eléctrica o esa airfryer que compraste y casi no usás.
6. Prevención ante cortes de luz: precauciones indispensables
El arquitecto recordó algo clave: estamos en Argentina y los cortes son una posibilidad. Cargá tus dispositivos electrónicos y power banks con anticipación. Llená botellas con agua y guardalas en la heladera para tener reserva fría.
Acumulá agua en recipientes para tener para beber y para uso básico. Y, muy importante, no enciendas artefactos de alto consumo (como lavarropas o planchas) en horarios pico de calor. Usalos de noche para no sobrecargar la red.
