La Navidad es una celebración universalmente reconocida, pero no todas las culturas celebran estas fiestas de la misma manera. Si bien en Argentina estamos acostumbrados a las clásicas reuniones familiares con pan dulce, brindis y Papá Noel, existen tradiciones navideñas en otras partes del mundo que parecen sacadas de un cuento fantástico.
Desde quemar demonios hasta comer carne descompuesta, te invitamos a descubrir algunas de las costumbres más raras y curiosas de la Navidad global.
Austria: el temido Krampus
En muchas partes de Austria, especialmente en pueblos alpinos como Salzburgo y Tirol, no solo existe el tradicional San Nicolás, sino también su oscuro y temido compañero: Krampus. Esta criatura -mitad cabra, mitad demonio- se encarga de asustar a los niños que se portaron mal durante el año. En la víspera de San Nicolás, el 5 de diciembre, se celebra la "Krampusnacht", donde hombres vestidos como Krampus desfilan por las calles, blandiendo palos y aterrorizando a los pequeños. Una tradición que le da un toque oscuro y terrorífico a la Navidad austriaca.
Guatemala: la Quema del Diablo
Si pensás que la Navidad es solo sobre alegría y buenos deseos, en Guatemala se toma un enfoque diferente con la tradición de la Quema del Diablo. Esta costumbre tiene sus raíces en la creencia local de que los espíritus malignos se esconden en la suciedad de los hogares.
Durante la semana previa a la Navidad, las familias guatemaltecas realizan una limpieza profunda, recogiendo toda la basura del hogar. Luego, apilan todo en una gran fogata, en la que colocan una efigie del diablo y lo prenden fuego. El objetivo es purgar lo malo del año y comenzar el nuevo ciclo libre de malas energías.
Noruega: el temor a las brujas
En Noruega, la noche de Navidad también está marcada por el miedo a las brujas y los espíritus malignos. Según la tradición, las brujas salen volando en sus escobas durante la Nochebuena, por lo que los noruegos esconden todas sus escobas antes de irse a dormir.
De esta forma, evitan que las brujas las encuentren y causen daño en sus hogares. Una forma peculiar de asegurarse de que las fiestas transcurran sin contratiempos sobrenaturales.
Ucrania: las arañas en el árbol
Aunque la Navidad en Ucrania sigue muchas de las tradiciones más conocidas, como el árbol decorado y las luces brillantes, hay una costumbre que se destaca: colocar arañas y telarañas artificiales en el árbol de Navidad.
Esta tradición tiene su origen en un antiguo cuento sobre una mujer pobre que, al no poder decorar su árbol, despertó en Navidad para descubrir que una araña lo había cubierto con una brillante telaraña. Hoy en día, la presencia de estas arañas augura buena suerte para el hogar y la familia.
Venezuela: en patines a misa
En Caracas, la capital de Venezuela, la Navidad se celebra con un toque de velocidad. Durante la semana previa a la Navidad, los habitantes de la ciudad tienen la tradición de asistir a la Misa de Aguinaldo, un servicio religioso que se celebra en la mañana.
Lo curioso es que los caraqueños se dirigen a la iglesia en patines, una tradición tan popular que muchas calles de la ciudad son cerradas hasta las 8 de la mañana para garantizar la seguridad de los patinadores.
Groenlandia: comiendo ballena cruda
Lejos de las mesas llenas de pan dulce y turrones, en Groenlandia la Navidad tiene un sabor muy diferente. Allá, las familias disfrutan de un festín que incluye mattak, que es piel de ballena cruda con grasa, y kiviak, un plato que se prepara envolviendo un alca en piel de foca y dejándola fermentar bajo tierra durante varios meses.
Una tradición culinaria que podría parecer extraña, pero es parte integral de las celebraciones navideñas en esta región del Ártico.
Portugal: mesa para los difuntos
En Portugal, durante la Nochebuena, es común que las familias reserven lugares en la mesa para los miembros fallecidos. Esta tradición, que varía según las regiones, tiene la intención de rendir homenaje a los ancestros y asegurar buena suerte para la familia en el año venidero.
En algunas zonas también se dejan migas de pan para hacer sentir la presencia de los ausentes durante la celebración.
Japón: cena de pollo frito
Mientras que en gran parte del mundo el menú navideño incluye cenas elaboradas y platos tradicionales, en Japón la Navidad tiene un sabor distinto: el pollo frito de Kentucky Fried Chicken (KFC).
Esta costumbre tiene su origen en una exitosa campaña de marketing en la década de 1970, que posicionó al pollo frito como el festín navideño por excelencia en el país. Hoy en día, miles de japoneses hacen reservas con antelación para disfrutar de un cubo de KFC el 25 de diciembre.
Alemania: botas llenas de dulces
En Alemania, la tradición de San Nicolás incluye un gesto muy particular: los niños dejan un par de botas o zapatos fuera de la puerta de su habitación. Si se han portado bien, los zapatos se llenarán de dulces por la mañana.
Esta tradición, que se celebra el 6 de diciembre, es una de las más queridas por los niños alemanes, que esperan ansiosos la llegada de San Nicolás para descubrir qué sorpresas les dejó.
República Checa: la búsqueda del marido
En la República Checa, las mujeres solteras tienen una manera muy curiosa de predecir su futuro amoroso. Durante la Nochebuena, se colocan de espaldas a la puerta y lanzan un zapato sobre su hombro. Si el zapato cae con el dedo del pie apuntando hacia la puerta, significa que se casarán en el próximo año. Si cae con el talón hacia la puerta, deberán esperar otro año de soltería. Una tradición que mezcla superstición y humor en las celebraciones navideñas.