El precio de referencia de la garrafa de gas de 10 kilos, la más usada del país por los hogares que no están conectados a la red, aumentó alrededor de 10% en los primeros días del año. La suba no fue oficial, pero El Destape confirmó de fuentes del sector privado que el precio del gas envasado se incrementó en lo que va de enero “por la suba de los costos paritarios, inflación y logísticos”.
El precio de referencia pasó de $ 10.500 en diciembre (sugerido por la Secretaría de Energía) a $ 11.500 en enero. Pero en el mercado las garrafas se consiguen a precio más elevados porque intervienen otros actores del sector. Si bien la diferencia puede ser mayor según la zona y la distribuidora, un cilindro de 10 kilos con envío a domicilia en una distribuidora oficial de YPF en el conurbano pasó de $ 15.500 en diciembre a $ 20.000, registrando una suba de 30%, mucho más significativa que la marcada por el precio de referencia.
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Desregulación
En septiembre, con la aprobación de la Ley Bases en el Congreso, se desreguló el precio de los segmentos de fraccionamiento y distribución, que ahora son libres y se ubican cada vez más cercanos a los valores de paridad de importación.
En el sector esperan que en enero, a más tardar en febrero, el gobierno libere también el precio del productor, que provocaría, según fuentes privadas, una suba de 15% en el precio de las garrafas de 10, 12 y 15 kg, que se alinearían con los valores internacionales.
Antes el Estado fijaba un precio máximo para las garrafas de 10, 12 y 15 kilos. Pero ahora la Secretaría de Energía sólo publica “precios máximos de referencia” (sugeridos) y las empresas pueden aceptarlos o no. En los hechos, lo que termina pasando es que se van generando subas que buscan la paridad internacional.
El precio de referencia que fijó la cartera energética el 3 de diciembre a través de la resolución 394 publicada en el Boletín Oficial, pasó de $ 8.500 a $ 10.500 para las garrafas de 10 kg. El propio gobierno informó que con esa actualización el precio se alineaba “en un 90% con el valor de paridad de exportación”.
Actualmente, al estar liberados los segmentos de fraccionamiento y distribución, ese precio de referencia se ubica en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en alrededor de los $ 11.500 pesos, dando un salto de 10% en un mes, según explicó a El Destape una fuente del sector privado que se dedica a la distribución. En el resto del país el precio es de alrededor de $ 13.500, dependiendo de cada provincia. El dato no es menor ya que el 40% de los hogares de la Argentina no están conectados a la red y consumen gas envasado.
Lo que sucede es que en el mercado las garrafas se consiguen a precios mucho más elevados (también sucedía años anteriores con el precio regulado, aunque con una diferencia menor). En los hechos, los usuarios sin conexión a la red, en su mayoría hogares de bajos ingresos, terminan pagando el metro cúbico de gas para la vida cotidiana mucho más caro que un hogar de ingresos altos conectado a la red.
Precios
En diciembre, la garrafa de 10 kilos en el conurbano bonaerense tenía un precio que oscilaba entre los $ 15.000 y $ 17.000 contando el envío (en precio en la planta suele ser un poco menor, pero no se despacha masivamente).
Pero hoy, según averiguó El Destape, una distribuidora de la zona oeste del Gran Buenos Aires (GBA) vende el cilindro de 10 kg a $ 18.000. Este medio consultó también a dos distribuidoras más del GBA, una en sur y otra en zona norte, que venden la garrafa de 10 kg a casi $ 20.000.
Incluso en las distribuidoras oficiales de YPF, la compañía con mayoría accionaria del Estado, al no tener la necesidad de respetar un precio máximo, están vendiendo en la planta la garrafa de 10 kilos a $ 14.000 (en diciembre valía $ 12.000), pero con el envío a domicilio se eleva a $ 20.000 (valía $ 15.000).
En diciembre también hubo aumentos superiores al 20% de la garrafa del Programa Hogar (garrafa social), el gas subsidiado para sectores vulnerables que surge de manera directa a los beneficiarios a través de la ANSES. Además, durante los primeros meses del gobierno de Javier Milei la cobertura del subsidio para el gas de este programa se redujo de 80% hasta casi el 30%.
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