Luz y gas: el dato sobre la inflación que incomoda al Gobierno

Las tarifas energéticas promediaron el IPC hacia arriba, con una suba mucho mayor a la autorizada por la Secretaría de Energía. La explicación del Indec.

12 de diciembre, 2024 | 23.14

El gobierno de Javier Milei festejó, el último jueves, la baja de la inflación por tercer mes consecutivo contra los pronósticos del mercado. Pero hay un punto que incomoda al equipo económico: la luz, el gas y los combustibles subieron varias décimas más que los aumentos autorizados en el último mes. Un dato que explica que Economía haya tenido que posponer la quita de subsidios hasta mediados de 2025.

El IPC del Indec de noviembre, que se conoció ayer, mostró una inflación de 2,4% para ese mes. Se trata, sin dudas, de un logro en sí mismo para el Gobierno, que puede exhibir una desaceleración de los precios ininterrumpida desde el 4,2% de agosto, pasando por el 3,5% de septiembre y el 2,7% de octubre. Especialmente cuando las consultoras privadas esperaban un estancamiento o incluso un leve repunte. De hecho, fue el IPC más bajo desde julio de 2020.

Aun así, en el desagregado hay una categoría básica que elevó el promedio. Se trata de "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles", que aumentó un 4,5% a nivel nacional, casi el doble que la general. A su vez, dentro de esta categoría, la subdivisión que más subió es la de "Alquiler de la vivienda y gastos conexos", con un 6,6% en el Gran Buenos Aires.

Pero la otra subdivisión, "Electricidad, gas y otros combustibles", que hace precisamente a las tarifas energéticas, no se quedó atrás sino que también creció por encima del promedio: un 3,4% en el GBA.

El dato enciende una alarma dentro del equipo económico, debido a que las subas autorizadas por la Secretaría de Energía para las tarifas de luz y gas en el AMBA habían sido bastante inferiores: del 2,5 y 2,7% en noviembre respectivamente. En tanto, la suba de los combustibles también fue similar, del 2,75% ese mes.

Ante la consulta de El Destape sobre por qué esta diferencia, desde el Indec explicaron que no se trata de un traslado lineal de las subas autorizadas por Energía hacia el IPC, sino que lo que se hace es "calcular sobre el tarifario que publican" las empresas prestadoras de servicio. En ese sentido, agregaron que "se realizan cálculos y ponderaciones sobre cada uno de los niveles de acuerdo al consumo".

El Gobierno pospone la quita de subsidios a la luz y gas

Sea como sea, el Ministerio de Economía buscó moderar las subas en las tarifas energéticas para que, precisamente, no presionen la inflación al alza. Pero lo hicieron de todos modos, pese a la baja del IPC general, al crecer por encima del promedio.

No es un objetivo gratuito para el Gobierno. Hacerlo significa resignar el plan de normalización de las tarifas mediante la quita de subsidios. Es decir, la moderación de las subas en luz, gas y combustibles (en este último caso, postergando incrementos en los impuestos al combustible líquido y al dióxido de carbono), se dan en detrimento del equilibrio fiscal.

La suba desmedida de las tarifas energéticas, pese a los intentos del equipo económico por moderarlas, explican la resolución que debió tomar la Secretaría de Energía la semana pasada. Se trata de la prórroga, por un período de seis meses, del Período de Transición hacia Subsidios Energéticos Focalizados. Es decir, hasta el 31 de mayo de 2025, según formalizó la dependencia que dirige María Tettamanti mediante la Resolución 383/2024 publicada el 3 de diciembre en el Boletín Oficial.

De este modo, el Gobierno debió posponer una vez más el programa de focalización de subsidios hacia los "sectores vulnerables" que "realmente lo necesitan", originalmente lanzado en junio pasado pero que jamás se llegó a implementar ante el temor de que hacerlo presione a los precios. Pese a la fuerte desaceleración inflacionaria, este fantasma todavía no se termina de despejar.