El Ministerio de Capital Humano se encuentra elaborando un nuevo índice con el que buscará medir una serie de dimensiones que hacen a la pobreza de la población. Se trata de una delicada tarea para la cartera que conduce Sandra Pettovello, que procura no cuestionar la medición oficial del Indec en un momento en el que el organismo se encuentra en la mira por su intención de modificar la metodología con la que mide la inflación.
"Nosotros estamos trabajando con el consejo para medir la pobreza, pero no por ingreso. Estamos haciendo un índice de Capital Humano", reveló Pettovello esta semana en diálogo con El Destape, durante una visita a la Casa Rosada.
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El anuncio se dio luego de que el propio Ministerio de Capital Humano a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), indicara la semana pasada que la pobreza del tercer trimestre bajó más de 12 puntos respecto al segundo, al pasar del 51% al 38,9%. Lo hizo siguiendo la metodología del Indec, que solo mide la pobreza y la indigencia con periodicidad semestral.
Ahora, el Gobierno se encuentra confiado en que, debido a la baja de la inflación, la pobreza también seguirá disminuyendo, por lo que decidió avanzar en la elaboración del Índice de Capital Humano que anunció la ministra. Según señalaron a El Destape fuentes oficiales, se trata de un índice, también elaborado por el CNCPS, que "medirá el desarrollo de conocimientos, habilidades y salud de las personas".
Las fuentes admitieron que el CNCPS se encuentra "analizando la forma en la que medimos la pobreza y sus diferentes aristas", y señalaron que actualmente el propio Consejo ya elabora un índice de pobreza multidimensional a través del SIEMPRO, que al enfoque del Indec, que solo tiene en cuenta los ingresos, suma las privaciones en otras cinco dimensiones: educación, vivienda, salud, trabajo y acceso a servicios básicos. De este modo, hacen hincapié en que el nuevo índice no medirá estrictamente la pobreza sino otras dimensiones de carencias sociales.
Este nuevo Índice de Capital Humano será lanzado "en los próximos meses", agregaron. Y aclararon que en verdad, al tratarse de una metodología diferente, no implicará una continuidad respecto a la cifra del 38% de pobres que el ministerio dio a conocer la semana pasada.
La relación entre el Índice de Capital Humano y el Indec
En este sentido, este nuevo índice es parte del juego de tire y afloje que el Poder Ejecutivo mantiene con el Indec, que depende del Ministerio de Economía pero guarda una celosa autonomía, especialmente después de la experiencia kirchnerista.
Desde el CNCPS se encargaron de aclarar que "no vamos a crear ninguna forma de medir la pobreza que reemplace lo que hace el Indec". Al mismo tiempo, las fuentes oficiales remarcaron que, con la EPH, el organismo estadístico que dirige Marco Lavagna "recopila y analiza multiplicidad de datos que se convierten en valiosa información" y explicaron que la medición semestral que realiza el organismo corresponde para evitar distorsiones por la estacionalidad.
Sin entrar en sospechas de manipulación, lo que ocurre es que, por un lado, el Gobierno entiende que se verá favorecido si, en el marco de lo que espera que siga siendo una baja de la inflación, publica índices de pobreza con mayor asiduidad que la periodicidad semestral del Indec. Pero, al mismo tiempo, el Poder Ejecutivo debe procurar que no se vea socavada la credibilidad del Indec debido a que los últimos IPC le fueron favorables, ya que reflejaron una baja de la inflación del 25% en diciembre de 2023 al 2,4% en noviembre de 2024.
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La cuestión es particularmente delicada porque, en septiembre pasado, Lavagna anunció que el Indec publicaría un nuevo IPC con una canasta más actualizada en el plazo de los siguientes dos meses, pero ni en noviembre ni desde entonces se conocieron más novedades del tema.
Al contrario, en estos tres meses trascendieron versiones de que la publicación del nuevo IPC estaba siendo frenada desde el Ministerio de Economía, las cuales se vieron alimentadas por el sorpresivo desplazamiento, en octubre pasado, de Analía Calero, la directora nacional de Estadísticas y Precios.
Políticamente, tiene lógica. Si con el nuevo índice la inflación comenzara a subir, se cuestionaría la fidelidad de las mediciones previas. Si, al contrario, siguiera bajando, proliferarán las opiniones que señalen que es producto de un manoseo del Gobierno.
Lo cierto es que, cuando se publicó la baja de la pobreza al 38% medida por el CNCPS, pero en base al Indec, expertos en medición de ingresos advirtieron que la canasta del organismo estadístico se encuentra desactualizada por ser de 2004, por lo que subestima el gasto en servicios y en varios otros ítems.
En resumen, al realizar una medición que sea paralela a la metodología del Indec, el Ministerio de Capital Humano se garantiza conocer la pobreza con mayor periodicidad sin depender de lo que termine dictaminando la autonomía del organismo estadístico. Y, al mismo tiempo, evita cuestionarlo directamente para no socavar la credibilidad de sus índices inflacionarios.