El Gobierno enfrentará la próxima semana una renovación crítica de deuda en pesos en medio de la corrida cambiaria por el desarme del carry trade y, sin una definición clara de la negociación con el Fondo Monetario Internacional que de certidumbres al mercado, se espera una fuerte suba de tasas y la oferta de bonos atados al dólar oficial para evitar que los inversores sigan liquidando sus bonos en pesos.
“Con qué pesos”, se jactó hace algunas semanas el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, para minimizar los riesgos de una corrida cambiaria, considerando que el superávit fiscal y la política monetaria restrictiva había generado las condiciones para que falten pesos en el mercado para destinar a la compra de dólares. Ahora, Economía enfrenta un vencimiento de $ 9,2 billones mientras tiene un “ahorro” en el Banco Central de solo $ 6,3 billones para responder por los vencimientos que no renueve.
Una semana después de aquella afirmación, el viernes 14 de marzo, comenzó la corrida cambiaria en los dos frentes, el financiero con la disparada de los dólares MEP y CCL a la mayor brecha de los últimos seis meses y en el mercado oficial, donde el Banco Central sangró con la venta de U$S 1.204 millones en seis ruedas y sin que nada indique que haya cambiado.
Las palabras desafortunadas de Caputo
La desconfianza del mercado venía manifestándose tibiamente apenas jornadas después del 9 de enero, cuando el Gobierno pagó unos U$S 4.300 millones en servicios de la deuda, pero se potenciaron primero con el discurso del presidente Javier Milei ante la Asamblea Legislativa del 1 de marzo, donde anunció un acuerdo con el FMI que no estaba cerrado y después con una desafortunada presentación del ministro de Economía, Luis Caputo, quien en una entrevista con un medio afín se dirigió a un público general y generó más dudas en los mercados.
La Secretaría de Finanzas tiene que hacer el anuncio de la licitación de deuda el próximo martes, donde revelará qué tipo de bonos pondrá a disposición de los inversores para renovar el vencimiento. Hasta ahora, el mercado eligió las Letras de Capitalización (Lecap) más cortas, a menos de 60 días, y rechazó los bonos atados a la evolución del dólar oficial, conocidos como dólar link, que sirven de resguardo frente a una devaluación.
En la última licitación realizada este mes, Economía no logró renovar todo el vencimiento pese a que subió la tasa y acortó el plazo, aunque no hubo demanda de bonos dolarizados. En esta oportunidad, se espera demanda de bonos dolarizados para los que están ya dentro del carry trade y protegerse de una devaluación pero también una fuerte suba de la tasa de interés que es la base de funcionamiento de la bicicleta financiera.
“Una cosa interesante que ocurrió esta semana fue que la caída de los títulos en Pesos a tasa fija se dio en combinación con mucha compra de bonos dólar linked, reflejo de que el mercado no tiene duda alguna respecto al riesgo crédito del soberano”, evaluó la consultor 1816. Las dudas del mercado están en el régimen cambiario que está negociando con el FMI. Milei dijo en una entrevista que espera cerrar el acuerdo para mediados de abril y luego sería tratado por el Directorio para aprobarlo y realizar el primer desembolso. Las estimaciones del monto rondan los US$20.000 millones, pero la mayor parte, U$S 14.000 millones, estarán destinados a cubrir los vencimientos con el propio organismos y sólo U$S 8.000 millones quedarían de libre disponibilidad.
Para el mercado se trata de una cifra menor pero además sin precisar el momento de los desembolsos tampoco está claro si los tendrá disponible para intervenir inmediatamente para satisfacer la demanda dolarizadora previa a las elecciones legislativas.
Según un trabajo de la consultora Grupo Moneda, Desarrollo y Equidad que dirige el ex presidente del BCRA, Miguel Pesce, este año no hay pagos de capital al FMI y entre 2026 y 2029 acumulan SDR 14.108 millones, que equivalen a unos U$S 18.700 millones, aproximadamente el monto que se está negociando, según las últimas versiones difundidas por la agencia Bloomberg.
Si el acuerdo incluye fondos para repagar el capital solo de los años 2026 a 2028, ahí suman SDR 8.925 millones y eso le permitiría un excedente de libre disponibilidad de SDR 6.075 MM (aproximadamente US$ 8.080 millones).
En una entrevista con Bloomberg, Milei aseguró que el acuerdo con el FMI se cerraría a mediados de abril. Sin embargo, esto sería así con el equipo técnico del fondo; luego, faltaría la aprobación del board. En la nota se insiste en que todavía no se conoce el monto del crédito y que se sigue negociando.
Lo que sí se sabe es que el programa sería un Plan de Facilidades Extendidas (EFF, por sus siglas en inglés), con un plazo de 10 años y cuatro años de gracia. Según Quirno, la tasa del préstamo sería del 5,63%, 80 puntos básicos menos que el préstamo anterior, gracias a "la reducción de cargos y sobrecargos" que se logró recientemente gracias a un planteo que hizo Argentina durante la gestión del presidente Alberto Fernández e impulsada por el entonces ministro Martín Guzmán.