La cuenta corriente de la balanza de pagos, que sirve para medir la disponibilidad y el consumo global de dólares de la economía, cerró este martes con un déficit de 1.518 millones de dólares en el tercer trimestre y acumuló en el año un saldo negativo de 9.992 millones, que fue financiado prácticamente por el endeudamiento del sector privado que ingresó dólares y los vendió en el mercado de cambio.
La actividad económica del tercer trimestre, medida como el intercambio de bienes y servicios con el exterior, dejó un saldo positivo de 1.794 millones producto de la balanza positiva de 4.348 millones de dólares del comercio de bienes (exportación menos importación) y de un déficit de 2.554 millones en el de servicios (donde se computan transporte, viajes, cargos por uso de la propiedad intelectual y servicios de telecomunicaciones e informática, entre otros rubros).
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
En ese período, los ingresos primarios fueron negativos en 3.888 millones de dólares (mide la inversión directa, el pago de intereses, el giro de utilidades y dividendos y la inversión financiera, entre otros) y los secundarios (movimientos del gobierno y las familias) aportaron 513 millones de dólares.
Los datos surgen del informe sobre la balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa que elabora el Indec que por cuestiones metodológicas muestra diferencias con las que elabora el Banco Central, aunque ambas coinciden en el déficit de la cuenta cambiaria. El consumo de dólares que registró la economía argentina este año se compara con el superávit que registró el año pasado, de 891 millones de dólares en el tercer trimestre y de 4.799 millones de dólares en los primeros nueve meses.
El consumo de divisas se potenció este año con la campaña electoral y la estrategia de la administración del presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, de provocar una apreciación del peso con la intención de generar un proceso de desinflación que no se produjo y de una estabilidad cambiaria que ayude en la estrategia electoral. La estrategia oficial de alentar el carry trade para atrasar el dólar generó un proceso de endeudamiento de las empresas que sirvió para financiar la demanda de dólares, por ejemplo de los ahorristas en la campaña electoral, estimada en alrededor de 30.000 millones.
El Indec estimó que para el tercer trimestre la cuenta financiera dejó un déficit de 2.149 millones como saldo entre adquisición neta de activos financieros por 7.184 millones y la emisión neta de pasivos (deuda) por 9.333 millones de dólares. La dolarización de ahorros de los argentinos se reflejó en el informe del Indec como una posición de inversión internacional neta acreedora de 50.464 millones de dólares al cierre del tercer trimestre.
El stock de deuda externa bruta total subió de 9.607 millones de dólares a 307.328 millones, aunque si se la considera al valor de mercado de los títulos emitidos la deuda al 30 de septiembre se estimó en 297.627 millones unos US$ 10.513 millones superior con respecto al segundo trimestre de 2025.
Las consecuencias del atraso cambiario
El proceso de atraso del dólar que mantuvo como política la administración de Milei y Caputo se sostiene en el cierre del año, cuando con intervenciones en el mercado oficial el Tesoro logró planchar el precio pese a la presión de la demanda que busca llevar el valor al techo de la banda, adelantándose al cambio de estrategia para el pŕoximo año.
Este martes, se estima que el Tesoro hizo compras en bloques a empresas y parte de esos dólares los volcó al mercado lo que permitió mantener el dólar mayorista en 1.450 pesos, pero con una opacidad en la operación e información que brinda que busca mantener un alto grado de discrecionalidad en el manejo de las finanzas públicas.
MÁS INFO
El Gobierno firmó con el Fondo Monetario Internacional un compromiso de acumular reservas que no cumplió este año y que el mercado empieza a considerar que tampoco lo hará en 2026, pese a que el Banco Central anunció una mayor devaluación siguiendo la inflación pasada y un ambicioso programa de compra de divisas por un piso de 10.000 millones de dólares a lo largo del año.
La demanda potencial de dólares del próximo año del Gobierno es de 17.000 millones a 20.000 millones de dólares, que se suman a los 10.000 millones a 17.000 millones del programa de compras de reservas del BCRA y los 4.700 millones de dólares para cancelar las Obligaciones Negociables de las empresas que no puedan renovar el stock de deuda.
La expectativa de un mayor deterioro de la cuenta corriente de la balanza de pagos es uno de los motivos que mantiene cerrados los mercados internacionales para la emisión de deuda de la administración de Milei y por el que el ministro Caputo anunció este martes que buscarán más financiamiento en el mercado local y menos dependencia de los mercados internacionales.
