La última edición de Párense de Manos III, realizada en el estadio Tomás Adolfo Ducó, dejó mucho más que un resultado deportivo. Tras el combate entre Franco Bonavena y Agustín Monzón —que terminó con la victoria del nieto de Carlos Monzón por decisión de los jueces—, el evento tomó un giro inesperado cuando el actor decidió exponer públicamente su vida personal.
Luego de un discurso marcado por el respeto y la unión simbólica entre los apellidos Bonavena y Monzón, Agustín sorprendió al estadio al invitar a subir al ring a Julieta Rossi, su pareja. Allí, frente a miles de personas, le pidió formalmente que sea su novia, sellando el momento con un abrazo y un beso que no tardaron en recorrer las redes sociales.
La escena generó un fuerte impacto no solo por el contexto deportivo, sino también por la identidad de Rossi, quien fue pareja de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado en Villa Gesell en 2020. Desde entonces, Julieta eligió un perfil bajo, enfocada en su carrera como bailarina y en reconstruir su vida lejos de la exposición mediática.
La palabra de Julieta tras formalizar su relación con Agustín Monzón
Horas después del evento, la joven compartió en Instagram una imagen del momento junto a Monzón, acompañada por un mensaje cargado de emoción: “Qué orgullo y emoción tan grande. Gracias por dejarme acompañarte en esta y en todas tus locuras”. El posteo fue replicado por el actor, quien también reflexionó sobre su proceso personal y el significado emocional de la pelea.
“Hace un poco más de un año estaba pasando por uno de los peores momentos de mi vida. Ayer no fue solo un enfrentamiento de boxeo, fue una pelea conmigo mismo”, escribió Agustín, dejando en claro que el evento representó un punto de inflexión tanto en lo deportivo como en lo personal.
