La amante de Martín del Río declaró este jueves en la cuarta jornada de audiencias que se llevan adelante en la Sala del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°7, de San Isidro, a cargo de la jueza María Coelho. Se trata de Paola Coquiara, la mujer contó que no sabía que su vínculo era clandestino hasta el arresto del imputado y con los datos que aportó dejó más complicado al hombre acusado de matar a su papá y su mamá: José Enrique del Río, de 75 años; y a María Mercedes Alonso, de 72, en la casa en la que vivían en Vicente López, el 24 de agosto de 2022.
Coquiara, que es agente inmobiliaria, llegó al Tribunal N°7 de San Isidro citada por los fiscales Alejandro Musso, Marcela Semería y Gastón Larramendi.
“Él me dijo que se estaba separando y que no se iba de su casa por la enfermedad de Cecilia”, explicó en referencia a la esposa del empresario, Cecilia González, quien tendría Lupus y que declaró este miércoles. Según contó, la relación entre ambos comenzó en 2017, pero se consolidó en 2021. Coquiara trabajaba como asesora en una inmobiliaria a la que él se acercó a consultar por una propiedad que ella tiene en alquiler.
La mujer explicó que Del Río le prometió varias veces que se mudaría con ella, aunque esos planes nunca se concretaron. “Yo lo admiraba comercialmente. Lo consideraba una persona inteligente, ahora solo creo que es hábil para mentir. Nunca vi un nivel de mentiras así”, expresó.
Además, Coquiara contó sobre operaciones inmobiliarias irregulares, en las que el acusado dejó pagos pendientes o logró que le entregaran propiedades sin cumplir los acuerdos financieros. Por eso, el día del parri-marricidio pensó que en el hecho podría haber tenido que ver con un ajuste de cuentas.
“Yo me imaginaba que se había metido en algún lío del que yo no sabía nada. Un ajuste de cuentas. Y eso me dio miedo”, contó, agregando que en julio de 2022 se había querido separar de él porque le transmitía “inseguridad”.
Por otro lado, la ex amante recordó que la última vez que vio a Del Río fue el 18 de agosto de 2022, seis días antes del hecho. El último encuentro entre ambos quedó registrado por cámaras de seguridad y formó parte de las pruebas en contra del acusado de parricidio: la acompañó caminando desde CABA a Vicente López por el mismo recorrido que hizo la semana siguiente el homicida. Para la fiscalía, Del Río estaba usando la oportunidad para practicar el trayecto a pie hacia Melo 1101.
Por último, Coquiara descartó cualquier vínculo de la empleada doméstica Nina Aquino con el crimen, a pesar de que inicialmente fue detenida. “Nunca creí lo de la empleada. Ella trabajaba hace años y era de confianza. Si hubiese facilitado el ingreso, habrían ido el fin de semana”.