Llegan las fiestas y las reuniones con la familia o amigos en las que, además de comer muchas cosas ricas, la mayoría elige tomar alguna bebida alcohólica. Sin embargo, hay ciertos alimentos que no deberías mezclar en Navidad o Año Nuevo con alcohol. Cuáles son.
Cuáles son los alimentos que no hay que mezclar en las fiestas de Navidad y Año Nuevo
De acuerdo al Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS por sus siglas en inglés), existen diferentes alimentos que no deben mezclarse con alcohol porque pueden provocar malestar estomacal, problemas digestivos y alteraciones en el metabolismo. Entre ellos se encuentran:
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Sandía con alcohol: si bien la sandía y el vino son conocidos como enemigos, lo cierto es que la sandía puede reaccionar adversamente en sí al alcohol y causar malestar estomacal y acidez.
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Alimentos ricos en grasas: frituras y comida rápida, especialmente cuando se combinan con alcohol, ralentizan la digestión, prolongando la presencia del alcohol en el sistema y aumentando el riesgo de intoxicación y malestar estomacal.
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Bebidas energéticas: el alto contenido de cafeína y otros estimulantes en las bebidas energéticas combinado con el alcohol terminan elevando el riesgo de intoxicación y son una combinación peligrosa.
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Alimentos picantes: el exceso de especias y condimentos fuertes puede irritar el revestimiento estomacal, provocando malestar estomacal y acidez que se acentúa con el alcohol.
- Queso curado y lácteos fermentados: si sos sensible o intolerante a los lácteos, estos productos pueden intensificar problemas digestivos y empeorar los síntomas si consumías alcohol.
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Chocolate: especialmente el chocolate negro contiene compuestos que, al interactuar con el alcohol, pueden generar malestar estomacal en algunas personas.
Cómo hacer para no tener resaca después de Navidad
- No te olvides de hidratarte entre copa y copa: la hidratación es la clave para que tu cuerpo no sufra los efectos del alcohol. Intercalá un vaso de agua entre copa y copa de alcohol para prevenir la deshidratación, principal causante de la resaca.
- Comé bien antes de empezar a beber: aunque a veces la idea de hacer un ayuno antes de un gran festejo parece tentadora, sobre todo si uno quiere hacerse una panzada, esta práctica solo aumenta la sensación de hambre y puede llevarte a comer más de lo necesario. Es recomendable mantener tus comidas habituales durante el día, con porciones equilibradas que incluyan proteínas, vegetales y carbohidratos saludables.
- Moderación y porciones conscientes: durante los festejos, es fundamental medir las porciones, tanto de comida como de bebida, y evitar los alimentos que sabés que te caen mal o los excesos que pueden sobrecargar el sistema digestivo.
- Infusiones digestivas para calmar el malestar: si te sentís pesado o con malestar luego de la celebración, las infusiones digestivas son una excelente opción. Té de boldo, menta, cúrcuma o jengibre son naturales y ayudan a aliviar la pesadez, los gases y la inflamación. Además, contribuyen a mejorar la digestión y aliviar la sensación de incomodidad.
- Descanso, el mejor remedio post-festejo: después de una noche de celebración, el descanso es imprescindible. Se recomienda un ayuno de 12 a 14 horas tras el festejo, pero sin necesidad de ser estricto. El objetivo es darle tiempo al sistema digestivo para recuperarse y procesar lo consumido. También es importante dormir lo suficiente, ya que el descanso adecuado va a permitirle a tu cuerpo que recupere energías y procese el alcohol de una mejor manera.