Quiénes son los argentinos de 19 años convocado para estudiar en la NASA 

Valentín Poggio y Aitana Ferreyra Denz fueron elegidos por la NASA para participar de un prestigioso programa de estudios.

23 de febrero, 2025 | 18.35
Cómo hizo el joven de 19 años para ser llamado por la NASA. Cómo hizo el joven de 19 años para ser llamado por la NASA.

Valentín Poggio, un estudiante de 19 años de la Universidad Nacional de La Plata, fue convocado para estudiar Física y a participar del United Space School, un prestigioso programa educativo internacional de la NASA que reúne a jóvenes de todo el mundo para diseñar una misión tripulada a Marte.

El United Space School es organizado por la Fundación para la Educación Espacial Internacional (FISE) con el apoyo de la NASA, lo que refleja el alto nivel de formación que ofrecen sus universidades colaboradoras. Este año, los representantes argentinos serán Aitana Ferreyra Denz, de la Universidad de Cuyo, y Valentín Poggio, de la Universidad Nacional de La Plata, ambos de 19 años. Ellos son parte del selecto grupo de 50 estudiantes de 25 países que viajarán a Houston, Texas, para formarse en la Universidad de Clear Lake. Durante 15 días en julio, trabajarán bajo la guía de ingenieros, científicos y expertos de la industria aeroespacial para diseñar una misión a Marte.

De dónde es Valentín Poggio. De dónde es Valentín Poggio.
Valentín Poggio tiene 19 años y fue convocado por la NASA para estudiar en un prestigioso programa que planea una misión a Marte.

En una entrevista con La Nación, Valentín compartió detalles sobre su selección y sus expectativas para el programa. “Para postularme, tuve que enviar mi currículum junto con dos cartas de recomendación de mis profesores. También grabé videos explicando mis motivaciones, mi interés en el trabajo de la NASA y mis conocimientos sobre ciencias espaciales e ingeniería. Además, mencioné en qué área me gustaría colaborar en la misión”, relató con entusiasmo.

Cómo es el "equipo" donde Valentín Poggio se prepara para diseñar la misión a Marte

El proceso de selección incluyó entrevistas y evaluaciones técnicas. “Opté por el equipo rojo, que se encarga del diseño del cohete y su trayectoria. Me preguntaron sobre el sistema de propulsión que usaría si tuviera que crear un cohete y también me consultaron sobre mis habilidades para trabajar en equipo y mi capacidad para colaborar con otros”, detalló Valentín.

Un paso clave en la selección fue la presentación de propuestas. “Debí resolver una tarea relacion ada con el diseño del cohete y la planificación de la ruta hacia Marte, ya que es el enfoque de mi equipo”, explicó. El programa se organiza en grupos por colores, cada uno con una misión específica: el equipo verde aborda la protección de los astronautas frente a la radiación, la alimentación y la salud; el amarillo gestiona los recursos financieros; y el rojo, el más técnico, se enfoca en el cohete y la planificación de la misión. “Tuve que justificar las tecnologías elegidas y pensar en herramientas que estarán disponibles en 2040. Después de la presentación, participamos en un debate y finalmente nos anunciaron que Aitana y yo habíamos sido seleccionados”, recordó con emoción.

Aunque la Misión a Marte es un ejercicio académico, la experiencia será invaluable. “Vamos a trabajar como si fuera una misión real y tendremos la oportunidad de aprender de profesionales de la NASA. Cada día estaremos en el Space Center resolviendo problemas específicos y contaremos con el apoyo de expertos que actualmente se desempeñan en la agencia, incluso con astronautas. Me emociona saber que voy a estar en la NASA, interactuando con ingenieros y científicos espaciales. Es una oportunidad única para aprender de quienes realmente viven la ciencia espacial”, comentó entusiasmado.

Mirando hacia el futuro, Valentín mantiene la mente abierta sobre sus opciones profesionales. “La física ofrece muchas posibilidades, desde el análisis de datos hasta la tecnología y las finanzas. También me interesan las energías renovables y la ingeniería en petróleo. Además, un físico puede dedicarse a la investigación y la docencia. Tengo varios años por delante para explorar estas áreas y decidir mi camino. Pero si hay algo seguro, es que me encantaría trabajar algún día en la NASA”, concluyó.

Aitana Ferreyra Denz es la otra elegida para el programa de la NASA.