Seguro nunca te imaginaste un mundo sin sol, pero aunque parezca algo lejano, los científicos de la NASA y la Universidad de Warwick, en Inglaterra, determinaron cómo y cuándo ocurrirá el fin de nuestra estrella. Para hacerlo, los científicos estudiaron estrellas similares al Sol que ya hayan llegado al final de su ciclo de vida.
Estas observaciones fueron las que les permitieron predecir con mayor precisión cómo va a ser el proceso de muerte de nuestra estrella y qué efectos tendrá sobre la Tierra.
¿Cómo va a ser el fin del Sol?
El Sol, como todas las estrellas, tiene un ciclo de vida. Dentro de aproximadamente 5.000 millones de años, se va a quedar sin su combustible principal: el hidrógeno. Cuando esto ocurra, va a empezar a fusionar helio, lo que provocará que se expanda y se convierta en una gigante roja.
En esta fase, el Sol va a crecer tanto que absorberá a los planetas más cercanos, como Mercurio y Venus. La Tierra, aunque no vaya a ser devorada, va a sufrir temperaturas extremas y una radiación intensa. Los océanos se evaporarán, la atmósfera desaparecerá y el planeta se volverá completamente inhóspito.
Finalmente, el Sol colapsará y se transformará en una enana blanca, un remanente estelar pequeño y denso que ya no va a poder sostener la vida en los planetas que queden.
¿El Sol va a explotar?
A diferencia de las supernovas, que son explosiones estelares espectaculares, el Sol no explotará. En cambio, se va a apagar de manera gradual. Este proceso será lento y predecible, pero igualmente devastador para la vida en la Tierra.
Los científicos estiman que, mucho antes de que el Sol se convierta en una enana blanca, su creciente luminosidad va a hacer que nuestro planeta sea inhabitable en 1.000 millones de años. Esto significa que, aunque el fin del Sol está muy lejos, los cambios en su energía podrían afectarnos mucho antes.
¿Qué pasará con la humanidad?
Frente a este escenario, la exploración espacial se vuelve clave. Los expertos creen que, para sobrevivir, la humanidad tendrá que buscar alternativas fuera de la Tierra. Marte, por ejemplo, podría convertirse en un refugio temporal, siempre y cuando se desarrollen tecnologías que permitan la vida en el planeta rojo.
Además, la investigación de exoplanetas (planetas fuera del Sistema Solar) y el avance en tecnologías espaciales son fundamentales para garantizar la supervivencia a largo plazo. La idea de colonizar otros sistemas estelares ya no es ciencia ficción, sino una necesidad futura.
El papel de la humanidad en el presente
Aunque el fin del Sol está a miles de millones de años, los científicos advierten que la Tierra podría volverse inhabitable mucho antes debido al cambio climático y la degradación ambiental. La actividad humana está acelerando estos procesos, poniendo en riesgo la habitabilidad del planeta en un plazo mucho más corto.
Por eso, los expertos insisten en la importancia de tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y gestionar de manera sostenible los recursos naturales.