Por qué mi gato ataca el árbol de Navidad y qué hacer para que ya no lo haga

La Navidad está a la vuelta de la esquina y, con ella, llega la tradicional decoración del árbol, las luces y los adornos que llenan de magia el hogar. Pero, para quienes conviven con un gato, esta época también puede traer consigo un desafío extra: el ataque al árbol de Navidad. 

Tu gato parece no poder resistirse a la tentación de escalarlo, morder sus adornos o, simplemente, hacer del árbol navideño su nuevo juguete favorito. Pero ¿Sabías que hay una razón por la que lo hacen?

¿Por qué los gatos atacan el árbol de Navidad?

Para entender este comportamiento, primero es necesario recordar que los gatos son animales muy curiosos y, a veces, sus reacciones pueden parecer inexplicables. Los árboles de Navidad, con sus luces brillantes, adornos tentadores y ramas flexibles, se convierten en un lugar de exploración perfecto para un gato.

Además, la época festiva trae consigo cambios en el entorno del hogar: nuevos olores, más personas, y objetos inusuales como el árbol, lo que puede generarles más curiosidad y, en algunos casos, un poco de ansiedad.

1. Instinto de juego y caza: Los gatos son depredadores por naturaleza, y su instinto de cazar y trepar está presente incluso en los animales domésticos. El árbol de Navidad puede parecerles una estructura divertida para escalar y explorar, especialmente si hay adornos en movimiento o luces parpadeantes. 

2. Aburrimiento y falta de estimulación: Si tu gato no tiene suficientes estímulos o juguetes para mantenerse entretenido, es más probable que busque algo en el árbol para explorar. Los adornos brillantes o comestibles, como las decoraciones de chocolate o las cintas, pueden resultar especialmente atractivos.

3. Estrés por cambios en el ambiente: Las fiestas de fin de año pueden traer consigo una serie de cambios en el hogar, como la llegada de visitas, ruidos nuevos y el traslado de objetos. Estos cambios pueden generarles ansiedad o incomodidad a los gatos, llevándolos a comportamientos inusuales, como atacar el árbol de Navidad.

¿Cómo evitar que tu gato ataque el árbol de Navidad?

Aunque los gatos son criaturas de costumbres y a veces parece difícil modificar su comportamiento, hay varias estrategias que podés implementar para proteger tanto el árbol como a tu mascota. 

1. Elegir un lugar adecuado para el árbol: Ubicar el árbol en una zona alejada de muebles o superficies desde donde tu gato pueda saltar es una de las mejores maneras de prevenir accidentes. Cuanto más difícil sea para él acceder al árbol, menos probable va a ser que lo ataque. Si el espacio lo permite, también podés probar con árboles artificiales más chicos y robustos.

2. Ofrecer alternativas de entretenimiento: Asegurate de que tu gato tenga suficientes juguetes y actividades para mantenerse ocupado. Las sesiones de juego interactivo, como lanzar una pelota o usar cañas de pescar para gatos, son una excelente manera de liberar su energía y mantenerlo alejado del árbol.

3. Barreras protectoras: Si tu gato no para de acercarse al árbol, podés probar con una "barrera".  Algunas personas colocan rejas metálicas o materiales como el papel aluminio alrededor del árbol. Los gatos suelen no tolerar el sonido o la textura del papel aluminio, por lo que esto podría disuadirlo de acercarse. También existen protectores para árboles que funcionan de manera similar, protegiendo tanto la decoración como a los felinos.

4. Decorar de manera inteligente: Optá por adornos resistentes y no comestibles. Los gatos pueden ser atraídos por adornos frágiles, como las esferas de vidrio, por lo que lo ideal es colocarlos en las ramas más altas, fuera de su alcance. Además, evitá las decoraciones con olores fuertes o comestibles, como las golosinas de chocolate, que pueden resultar peligrosas para los felinos.

5. Crear un espacio seguro y tranquilo para el gato: Durante las fiestas, es importante ofrecerle a tu gato un lugar tranquilo donde pueda relajarse y sentirse a salvo. Esto puede ayudar a reducir su nivel de ansiedad y, por ende, disminuir la tentación de atacar el árbol. Un refugio personal, como una cama en una zona alejada del bullicio, puede ser de gran ayuda.