Perros que cambian vidas: la terapia que mejora el día a día de jubilados en CABA

Una caricia, una sonrisa y una charla que vuelve a empezar. En CABA, los perros se convirtieron en aliados clave para mejorar la vida de jubilados y personas de la tercera edad frente a la soledad.

31 de diciembre, 2025 | 09.57

En un contexto donde el aislamiento social impacta de lleno en la salud emocional de los adultos mayores, los perros aparecen como un puente inesperado. Su presencia no solo genera afecto, sino que estimula la memoria, promueve el movimiento y fortalece los vínculos en residencias de larga estadía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

La caninoterapia forma parte de las llamadas intervenciones asistidas con animales, un enfoque que utiliza perros especialmente entrenados para acompañar procesos terapéuticos. En jubilados y personas mayores, los beneficios son múltiples: disminución del estrés, mejora del estado de ánimo y mayor predisposición a participar de actividades grupales.

Especialistas en gerontología destacan que el contacto con animales favorece la expresión emocional y ayuda a romper rutinas marcadas por el silencio y la pasividad.

Cuando una política pública logra cambiar el día a día

En la Ciudad de Buenos Aires, esta experiencia se desarrolla a través del Programa de Intervenciones Asistidas con Animales (IACA), impulsado por el Ministerio de Salud porteño. Desde su implementación, equipos interdisciplinarios trabajan junto a perros de terapia en residencias geriátricas de la red pública.

El programa apunta a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores desde una mirada integral, poniendo el foco en la prevención del deterioro emocional y cognitivo.

Perros que abren conversaciones y despiertan recuerdos

En espacios como el Edificio Manantial, el impacto se percibe desde el primer momento. La llegada de los perros modifica el clima: personas que casi no hablaban comienzan a contar historias, recordar anécdotas y vincularse entre sí.

Profesionales que trabajan en el lugar describen a los animales como verdaderos “facilitadores del vínculo”, capaces de generar confianza y cercanía incluso cuando las palabras escasean.

Animales, jubilados y un vínculo que vuelve a ocupar su lugar

La iniciativa también pone en valor el lazo histórico entre animales y personas mayores. En muchos casos, el ingreso a una residencia implica una separación dolorosa de las mascotas, un quiebre afectivo que la caninoterapia busca, en parte, reparar.

Por eso, el programa se articula con organizaciones especializadas que garantizan el bienestar de los perros y la seguridad de los participantes, reforzando una experiencia que combina cuidado, emoción y salud.