Cada vez que por las fiestas, tanto de Navidad como en Año Nuevo, llenan el aire con fuegos artificiales, muchas mascotas sufren de miedo y ansiedad. Lo que puede ser un espectáculo divertido para los humanos, es para los animales una experiencia aterradora que puede afectar su salud física y emocional.
Para empezar, es importante saber que los animales tienen una audición mucho más aguda que los seres humanos. Los perros, por ejemplo, pueden escuchar sonidos de hasta 65.000 hertzios, mientras que los humanos solo percibimos hasta 20.000 hertzios.
Esto significa que el ruido de los fuegos artificiales, que puede superar los 120 decibelios, resulta mucho más fuerte e intenso para ellos. Un sonido tan fuerte puede provocarles miedo extremo y un gran estrés.
Cuando un perro o un gato escucha un estruendo como el de los fuegos artificiales, su cuerpo responde de manera muy similar al de un ser humano cuando se enfrenta a una amenaza.
El cuerpo libera hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol, que preparan al animal para enfrentar el peligro. Sin embargo, cuando la fuente de ese “peligro” es constante, como en el caso de los fuegos artificiales, estos cambios pueden ser muy dañinos para la salud del animal.
Además, si bien las mascotas tienen una visión diferente a la de los seres humanos, también pueden verse afectadas por las luces brillantes y repentinas de los fuegos artificiales. Las luces intensas pueden causarles desorientación y, en algunos casos, incomodidad. Esto puede resultar especialmente preocupante para los animales más sensibles a los cambios bruscos de luz, como los gatos y ciertos perros.
Efectos inmediatos del ruido fuerte en las mascotas
Entre los efectos inmediatos más comunes que los veterinarios identificaron en los animales expuestos a ruidos fuertes están:
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Taquicardia: aumento de la frecuencia cardíaca.
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Respiración agitada: los animales empiezan a respirar más rápido por el miedo.
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Temblores y sudoración: es común ver a los perros temblar de miedo.
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Dificultad para moverse: algunos animales se paralizan o buscan esconderse.
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Destrucción de objetos: cuando los animales intentan escapar del ruido, pueden destrozar muebles o incluso lesionarse.
Efectos a largo plazo: ansiedad y estrés crónico
El impacto de la pirotecnia no solo se limita a los momentos en que explotan los fuegos artificiales. Si un perro o un gato se expone repetidamente a estos ruidos, puede desarrollar ansiedad crónica. Esto significa que incluso después de que termine la temporada de fuegos artificiales, el animal puede quedar más nervioso o asustado con ruidos que antes no le molestaban.
El miedo constante a los ruidos fuertes puede hacer que las mascotas sufran trastornos de conducta. Por ejemplo, los perros pueden volverse más agresivos o desarrollar fobias a otros ruidos, como el sonido de una tormenta o incluso el timbre de la puerta.
En los gatos, aunque la respuesta al miedo puede ser menos visible, el estrés puede provocar anorexia (falta de apetito), aislamiento y, en algunos casos, incluso problemas urinarios debido al estrés prolongado.
¿Cómo puedo proteger a mi mascota de la pirotecnia?
Afortunadamente, hay varias maneras de ayudar a tu mascota a lidiar con el estrés provocado por los fuegos artificiales.
Crea un refugio seguro: Durante los eventos con fuegos artificiales, mantené a tu mascota en un lugar cerrado, oscuro y tranquilo. Esto va a ayudar a minimizar los ruidos y las vibraciones.
Usá productos calmantes: Hay collares y sprays con feromonas sintéticas que pueden ayudar a reducir la ansiedad de tu mascota. También existen suplementos naturales que actúan como sedantes suaves. Consultá a tu veterinario sobre qué opciones son las adecuadas para tu animal.
No los dejes afuera: Si tenés un perro o gato que suele estar en el jardín o en la terraza, es mejor que lo mantengas dentro de la casa durante las fiestas. Los animales pueden intentar escapar por miedo, y van a correr el riesgo de sufrir accidentes.
Medicamentos para la ansiedad: En casos graves, algunos veterinarios recetan ansiolíticos o tranquilizantes para ayudar a que el animal se calme. Siempre consultá a tu veterinario antes de dar cualquier medicamento a tu mascota.
Entrenamiento y desensibilización: Si vivís en un área donde los fuegos artificiales son frecuentes, podés trabajar en la desensibilización progresiva, exponiendo a tu mascota a sonidos grabados de pirotecnia a bajo volumen para que se acostumbre al ruido sin sentirse tan amenazada.