Estudio revela riesgo de cáncer en perros por productos químicos en casa

Un estudio reciente de la Universidad de Duke encendió las alarmas. ¿Qué significa esto para vos y tu mascota?

07 de febrero, 2025 | 09.40
Perro recostado. Perro recostado.

En un reciente estudio realizado por la Universidad de Duke se descubrió que los perros expuestos a productos químicos comunes en los hogares tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de vejiga. Aunque la investigación se centró en los animales, sus conclusiones podrían tener implicancias también para los humanos, que comparten el mismo entorno y muchas veces la misma exposición a estas sustancias.

¿Qué químicos están en juego?

El estudio analizó la exposición a más de 100 compuestos presentes en productos domésticos a través de dispositivos de silicona colocados en los collares de los perros.

En total, se encontraron alrededor de 40 sustancias químicas en al menos la mitad de los animales estudiados. Entre los compuestos más preocupantes se hallan los retardantes de llama, los ftalatos y el antraceno, un contaminante común en el aire.

Estos químicos están presentes en una variedad de productos cotidianos. Los retardantes de llama, como los PBDE, están en muebles y aparatos electrónicos, mientras que los ftalatos se encuentran en plásticos y pisos de vinilo.

Si bien algunos de estos productos fueron prohibidos en los últimos años, los materiales antiguos siguen liberando estas sustancias. Incluso los perros expuestos a una mayor variedad de químicos mostraron niveles más altos de marcadores de cáncer en sus orinas, lo que refuerza la idea de que la exposición acumulativa a múltiples sustancias podría ser un factor clave en el desarrollo de enfermedades como el cáncer de vejiga.

¿Cómo afectan estos químicos a los perros y a los humanos?

Los perros no son los únicos que están expuestos a estos compuestos. Los humanos, al compartir el mismo espacio, también se encuentran en riesgo.

Los productos químicos se acumulan en el polvo doméstico, que es inhalado o ingerido tanto por animales como por personas. Además, los juguetes de plástico de los perros y la contaminación ambiental también podrían ser fuentes de exposición.

Los retardantes de llama y ftalatos son comunes en productos cotidianos.

El antraceno, por ejemplo, es un compuesto derivado de la combustión que se encuentra en zonas industriales o cerca de grandes avenidas. Esto sugiere que los perros que viven en estas áreas pueden estar en mayor riesgo debido a la contaminación del aire.

Factores adicionales a considerar

Una de las conclusiones del estudio es que los perros que viven en regiones más cálidas tienen niveles más altos de exposición química. Esto se debe a que muchos de los compuestos analizados son volátiles, lo que significa que se liberan fácilmente al aire en temperaturas elevadas.

Además, los investigadores destacaron la importancia de tener en cuenta la exposición acumulativa. A menudo, los efectos de múltiples sustancias químicas no son evaluados de manera conjunta, lo que podría estar contribuyendo al desarrollo de enfermedades como el cáncer de vejiga, tanto en perros como en personas.

Consejos para reducir la exposición a estos químicos

Aunque es casi imposible eliminar por completo estos químicos de tu vida, hay medidas que podés tomar para minimizar el riesgo:

Reducir la exposición química beneficia tanto a los perros como a humanos.

  1. Elegí productos sin fragancia: muchos químicos tóxicos se esconden en perfumes y aromatizantes.
  2. Limpiá el polvo con un trapo húmedo: esto evita que los químicos acumulados en el polvo se esparzan.
  3. Usá aspiradoras con filtros HEPA: atrapan partículas más pequeñas, incluyendo químicos.
  4. Revisá los juguetes de tu perro: algunos de plástico pueden liberar sustancias peligrosas.

https://www.eldestapeweb.com/atr/mascotas/-quien-es-ese-perro-tan-bueno-una-iglesia-de-madrid-rocia-a-las-mascotas-con-agua-bendita-202511714312

Catherine Wise, coautora del estudio, recomienda hacer cambios pequeños pero consistentes. “Incluso si es sólo un pequeño cambio, elija algo para reducir las exposiciones”, dijo.

La salud de nuestros perros y la nuestra van de la mano

Al final, es importante recordar que nuestros perros comparten el mismo entorno y, en muchos casos, las mismas sustancias químicas con nosotros. Con pequeñas modificaciones en nuestros hábitos de consumo y limpieza, podemos contribuir no solo a la salud de nuestras mascotas, sino también a la nuestra.