Cuidar la alimentación de tu perro es uno de los aspectos fundamentales para garantizar su bienestar y que goce de una buena salud. Pero, más allá de lo que le das de comer, es importante tener en cuenta cuándo y en qué momento lo hacés.
Si bien no existe una "hora exacta" para darle de comer, los veterinarios coinciden en que es esencial establecer una rutina de horarios que favorezca la digestión y la salud general del animal, ya que al igual que los humanos, los perros tienen un ciclo natural en su organismo que regula sus necesidades alimentarias.
Según expertos de VCA Hospitals, los perros tienen una anatomía estomacal similar a la de los seres humanos. Esto quiere decir que, cuando pasan entre 8 a 10 horas sin ingerir comida, su estómago envía señales al cerebro para indicar que es hora de comer.
Por lo tanto, es recomendable alimentarlos al menos dos veces al día, con un intervalo de 12 horas entre cada comida. Este ritmo no solo ayuda a que tu perro reciba los nutrientes que necesita, sino que también evita que su estómago se sobrecargue, lo que podría generar problemas digestivos.
¿Qué pasa si no respetamos los horarios de comida?
El desajuste en los horarios de comida de un perro puede traer varias complicaciones. Cuando un perro se acostumbra a comer a determinadas horas y de repente no lo hace, es posible que comience a manifestar incomodidad, como acidez estomacal o síntomas de ansiedad.
En casos extremos, la falta de comida por más de 12 horas puede provocar un desajuste en su sistema digestivo, lo que se traduce en incomodidad y, eventualmente, en problemas de salud más graves.
Además, dejar la comida disponible todo el día también puede traer consecuencias negativas. Si bien puede parecer una opción práctica, este hábito puede llevar a que el perro coma en exceso, lo que aumenta el riesgo de sobrepeso.
Los expertos señalan que mantener un plato lleno todo el tiempo desajusta los horarios de comida y fomenta el picoteo constante, lo que genera un desbalance nutricional.
Consejos para establecer una rutina de alimentación adecuada
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Establecé horarios fijos: Alimentar a tu perro a las mismas horas todos los días le va a servir para acostumbrarse a la rutina.
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Evitar el exceso de comida: No dejes el plato lleno todo el día. Es preferible ofrecerle la cantidad adecuada y retirar el plato si no lo acabó en un tiempo razonable.
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Dividir la comida en dos o tres tomas: En lugar de darle una comida copiosa al día, racionala de forma diaria en al menos dos o tres comidas.
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Controlá la rapidez con la que come: Algunos perros tienden a comer muy rápido, lo que puede derivar en vómitos o problemas digestivos. Existen comederos especiales que ayudan a que el perro coma más lentamente.
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