Su colegio ganó 43 medallas olímpicas en el 2024 y a pesar de los recortes de Milei los estudiantes sumaron otras cuatro: "La educación es un pilar fundamental"

Son Lucía, Juliana, Mateo y Catalina y, con su saber, le trajeron nuevos triunfos al Colegio Nacional de Buenos Aires. Los estudiantes, a pesar de los recortes y la falta de fondos para participar de campeonatos clave, se autogestionaron para seguir representando al país.

26 de marzo, 2025 | 00.05
Su colegio ganó 43 medallas olímpicas en el 2024 y a pesar de los recortes de Milei los estudiantes sumaron otras cuatro: "La educación es un pilar fundamental" Su colegio ganó 43 medallas olímpicas en el 2024 y a pesar de los recortes de Milei los estudiantes sumaron otras cuatro: "La educación es un pilar fundamental"

La Argentina fue representada en las Olimpiadas Internacionales de Biología del 2024 por cuatro alumnos de distintas partes del país que no solo lo dieron todo para ganar, sino que lucharon por conseguir los fondos necesarios para realizar el viaje durante el gobierno del presidente Javier Milei. Lucía Mancilla, Juliana Ichuta, Mateo Agustín Giordano y Catalina Laszeski demostraron que la educación es esencial para la sociedad y se vuelve una pasión cuando estás dispuesto a llegar muy lejos. “Es un pilar fundamental para sacar adelante un país, y todas las oportunidades que dan estos programas es impresionante”, reflexionó Catalina, la joven de Chubut que llegó a Kazajistán.

Las Olimpiadas existen desde hace muchos años y los estudiantes argentinos compiten desde siempre, aunque antes no tenían que viralizar en redes sus búsquedas de fondos. En el Colegio Nacional de Buenos Aires, a partir del 2022, se formalizó el Club Olímpico que permitió que se conocieran más las convocatorias en diferentes ámbitos. Este instituto batió récords de medallas obtenidas, al conseguir 43 medallas olímpicas nacionales y 4 internacionales en certámenes académicos, solo en 2024.

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Fue en este contexto, y con los puntajes más altos obtenidos, que los cuatro estudiantes pudieron conocerse y formar el grupo que representó a la Argentina en Kazajistán. Desde Buenos Aires, estaban Lucía Mancilla, de 19 años, quien participó en las olimpiadas en su último año; y Juliana Ichuta, que está cursando el final de la secundaria. Desde Tucumán, Mateo Agustín Giordano se ganó la oportunidad; y Catalina Laszeski representó a Chubut, y participó en las olimpiadas en el año anterior a comenzar la facultad. En cuanto se conocieron los resultados de los exámenes selectivos, los jóvenes crearon un grupo de WhatsApp, donde no dejaron de mantener contacto, inclusive en estos días.

“Para las olimpiadas nacionales de biología hay un equipo que representa a cada colegio. Los 10 equipos con mayor puntaje pasan al proceso selectivo para ir a las internacionales. Ahí hacemos un examen individual y los que sacan mejor nota, conforman el equipo que representa a la Argentina”, explicó Juliana a El Destape Web. Sin embargo, desde antes de tomar el examen, se comenzó a poner en duda la realización del viaje. A principios del año pasado, Educación había dado de baja el programa de las Olimpiadas, y los estudiantes se enteraron de que no había fondos para que pudieran ir todos a las Olimpiadas en Kazajistán.  

Sin embargo, ellos no bajaron los brazos. “Los profesores nos plantearon que había que empezar a hacer una campaña en redes sociales y buscar sponsors para poder costear lo que faltaba. Y ahí nos pusimos cada uno en su provincia a buscar”, contó Mateo. Desde editar videos, grabarlos y realizar entrevistas a medios locales, los estudiantes se dedicaron a prepararse para las Olimpiadas, pero también a conseguir lo que tanto añoraban.

Esto les quitó tiempo de estudio y complicó su viaje. Pero, finalmente pudieron conseguir los fondos necesarios. “Fuimos muy justos con los tiempos. Siempre estuvo la incertidumbre de si los íbamos a conseguir o no. Fue frustrante porque gastaba mucho tiempo intentando recaudar fondos y perdía mucho tiempo para estudiar. Como estudiantes, no tendríamos que haber pasado por eso”, agregó Giordano. Lo mismo ocurrirá en estas próximas Olimpiadas. Pero los estudiantes ya dejaron una marca en varias personas que los ayudaron, y por eso la próxima generación se prepara para poder afrontarlo.

Durante todo su recorrido, tanto en la previa como en el después, los cuatro alumnos destacaron el acompañamiento de sus profesores. “Siempre estuvieron presentes y estuvieron respondiendo a nuestras dudas, en la preparación. Nos sentimos acompañados con ellos. Los profesores van para traducir los exámenes, y representarnos frente al comité científico”, explicó Lucía Mancilla. Además, fueron ellos los que se propusieron a conseguir los fondos junto a los alumnos, sin darle la posibilidad al fracaso. Catalina también destacó su rol y expresó: “No puedo dejar pasar el trabajo de todos los profesores que nos dieron clases, especialmente de los que están a la cabeza de todo”.

Como un gran equipo, viajaron hasta Kazajistán para enfrentarse con escuelas de diferentes países. Muchos de ellos fueron con los nervios y el temor de lo que se podrían encontrar, pero los cuatro alumnos admitieron que la experiencia superó las expectativas que tenían. “Pude conocer muchas personas de distintos países que no pensaba que podría haber conocido, por ejemplo, de Chipre o Bangladesh, inclusive de Argentina”, destacó Lucía, quien aún mantiene contacto con una de sus amigas de España. Entre comidas exóticas y recorridos turísticos, los chicos conocieron un país del que solo habían escuchado el nombre. Se encontraron con una cultura llena de conocimientos nuevos, y unas olimpiadas que estuvieron lejos de ser tensas y competitivas.

Para el final de la semana olímpica, se realizó un evento para coronar a los ganadores. La Argentina obtuvo la sexta mención, que es equivalente al 9no puesto. “Por mi parte, fui a las Olimpiadas y ya estoy realizado. En comparación con otros países, no pudimos prepararnos lo suficiente, sobre todo porque nos tuvimos que preocupar por los fondos. Kazajistán superó mis expectativas; pensé que iba a ser un ambiente más competitivo, pero eran todos muy amistosos. Nos une que estamos ahí por pasión a lo mismo, que es la biología”, reflexionó Mateo. Sin embargo, este no fue el final de su camino.

Mientras que Laszeski y Mancilla pudieron obtener su oportunidad en el último año del colegio, Giordano e Ichuta se dieron cuenta de que con intentarlo no se pierde nada. Todos ellos fueron a dar un examen con las esperanzas en que podían lograrlo, y los conocimientos para hacerlo. Pero se enfrentaron a una situación que los obligó a recorrer otras salidas. De esta manera, visibilizaron una problemática que comenzó el año pasado y continuará hasta que vuelva a realizarse el program, ese por el que tiempo atrás el hermano de Catalina obtuvo una beca en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires, tras sus medallas de oro y bronce en las olimpiadas. “Pudo hacerlo porque Nación puso los fondos y él viajó a Córdoba a conseguir las medallas. Estoy convencida de que la educación es un pilar fundamental para sacar adelante al país”, destacó Laszeki.