El turismo en la Ciudad de Buenos Aires muchas veces deja pasar de largo la gran cantidad de joyas arquitectónicas que están a simple vista, pero que están en lo más alto de las construcciones de los edificios.
Así es el caso de muchas cúpulas que son verdaderas protagonistas del cielo porteño: se trata de testigos silenciosos del esplendor de otra época. Conocé acá una que es de las más impactantes y cuenta con una increíble historia.
El edificio de Buenos Aires que tiene una cúpula mágica inspirada en Gaudí
En la esquina de Rivadavia y Ayacucho, a pasos del Congreso de la Nación, se encuentra una de las más impactantes: se trata del edificio que lleva inscripta la frase en catalán “No hi ha somnis impossibles” (“No hay sueños imposibles”). Inspirado en el modernismo catalán, rinde homenaje al arquitecto Antoni Gaudí y es uno de los secretos mejor guardados del centro porteño.
El edificio fue construido en 1907 por el ingeniero Eduardo Rodríguez Ortega como casa de rentas. Desde su nacimiento fue distinto: fue uno de los primeros en usar ferrocemento (antecesor del hormigón armado) y su estética rompía con la arquitectura tradicional.
Las similitudes con la Casa Batlló de Gaudí son tan evidentes como encantadoras: ornamentaciones florales, formas curvas, figuras femeninas y hasta réplicas de la famosa Puerta del Dragón de Barcelona.
La cúpula, su mayor tesoro, está hecha con 952 piezas de vidrio espejado y se divide en tres niveles: una planta baja con recepción, un dormitorio rodeado de aberturas ovaladas y un cupulín que funciona como mirador con telescopio. Todo esto se puede ver desde el exterior, pero no se encuentra abierto al público, ya que es parte de una propiedad privada.
Durante décadas, la cúpula estuvo deteriorada y abandonada. Pero en 1999, una empresa compró el último piso y decidió restaurarla. El arquitecto Fernando Lorenzi encabezó la recuperación total del sector: rehicieron la herrería, limpiaron los frentes, recuperaron las ornamentaciones originales y sumaron una iluminación especial que resalta el brillo de la cúpula por las noches. Como cierre “simbólico”, Lorenzi incorporó la frase que le da nombre al edificio: “Nohi ha somnis impossibles”, en homenaje a Gaudí.
"La Hungría Argentina": la joya arquitectónica "oculta" en Buenos Aires
La Ciudad de Buenos Aires tiene barrios que invitan a viajar sin la necesidad de tomar un vuelo a otro destino. Es que muchos de ellos evocan a París, otros a Madrid, y en este caso, un rincón de Almagro parece sacado de Budapest.
Se trata de una joya arquitectónica que pocos conocen, pero que deslumbra por su estilo único: una serie de departamentos inspirados en la arquitectura húngara que se mantienen en pie desde 1929. Los detalles.