Día tras día la crisis económica se cobra nuevas víctimas y lamentablemente se volvió habitual escuchar de fábricas paralizadas, empresas cerradas y trabajadores despedidos, cómo es el caso de un grupo de 70 operarios que quedaron en la calle por decisión de una importante empresa aviar.
Cómo si el panorama no fuera lo suficientemente desolador, la empresa, que es una de las líderes del mercado, amenaza con 400 despidos más y suma así un nuevo foco de conflicto a los que ya tuvo en los últimos meses.
Se trata de la empresa avícola Granja Tres Arroyos, que despidió a 70 trabajadores de su planta de su planta en Concepción del Uruguay, Entre Ríos y según advirtió el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación, podría sumar 400 más.
"La empresa utiliza los despidos como presión para imponer condiciones laborales inaceptables. Quieren reducir la plantilla de faena de 800 a 400 empleados, precarizando el trabajo”, denunció el secretario general del gremio Miguel Ángel Klenner.
Por este motivo realizaron una protesta frente a la planta junto a trabajadores, sus familias y entidades gremiales. El sindicato también acusa a la empresa de haber recibido subsidios y créditos blandos en el pasado sin cumplir con las promesas de inversión en infraestructura.
"Las máquinas están obsoletas, y ahora quieren abaratar costos a costa de los empleados. Incluso, las indemnizaciones que pagaron a los despedidos son incompletas: solo abonaron el 50 por ciento" aseguro el secretario.
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"Frente al desguace de Tres Arroyos, nos solidarizamos con los trabajadores afectados y reclamamos medidas inmediatas para preservar los empleos y garantizar condiciones laborales dignas", expresó la CGT regional en un comunicado en apoyo a los trabajadores.
Granja Tres Arroyos intentó cerrar su planta en Ezeiza
Esta misma empresa meses atrás presentó el Procedimiento Preventivo de Crisis argumentando dificultades económicas para así reducir los costos en sus plantas y los trabajadores denunciaron que buscaban bajarle el 21 por ciento del sueldo quitándoles el presentismo, que representa un 12 por ciento, y los otros beneficios del 9 por ciento.
Además, continúa latente la amenaza de despidos, ya que la propia empresa anunció en octubre el cierre de su planta en Ezeiza, donde tiene 270 empleados y que sólo reacomodaría a 60/70, dejando a 200 personas en la calle. En aquel momento señalaron que temían que pueda pasar algo similar en las demás plantas, algo que por lo visto está empezando a suceder.