En el marco del difícil momento que vive la industria metalúrgica, una histórica empresa se encuentra paralizada por un reclamo gremial luego de que se dieran despidos en la fábrica. La crisis económica volvió moneda frecuente las desvinculaciones masivas en las compañías.
La apertura de importaciones, la caída del consumo y la paralización de la obra pública son los principales motivos del mal momento que atraviesa esta industria, así cómo el sector productivo en general.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) seccional Campana tomó medidas de fuerza ante el despido de cinco trabajadores en la empresa King Agro. El gremio inició un cese de actividades en la planta, en reclamo por la reincorporación de los empleados desvinculados.
Según informaron desde el sindicato, la empresa comunicó la decisión al cuerpo de delegados sin brindar mayores detalles ni cumplir con la normativa vigente que exige la presentación de un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC).
"Acompañamos este reclamo decidido en asamblea y votado unánimemente con medidas de fuerza y paro de actividades", expresaron desde la UOM y agregaron: "Realizamos una asamblea con los trabajadores y definimos el cese de actividades y la presentación de una denuncia formal ante el Ministerio de Trabajo".
Desde el gremio afirmaron que "se decidió un cese de actividades para que la empresa no siga teniendo esta práctica unilateral de jugar con la fuente de trabajo y un montón de familias que trabajan acá en esta empresa".
Otra multinacional se va de la Argentina en medio de la crisis de Milei
Una nueva multinacional del sector energético se suma al creciente éxodo de empresas que deciden abandonar Argentina. Se trata de Raizen, un gigante petrolero que inició el proceso de venta de sus activos en el país. La compañía, que es una sociedad del conglomerado brasileño Cosan y la anglosajona Shell, contrató a J.P. Morgan para llevar a cabo la valuación y liquidación de sus propiedades en el territorio argentino.
Raizen tiene en su mira desprenderse de la histórica refinería Dock Sud, la más antigua del país, con una capacidad de procesamiento de 100.000 barriles diarios, así como de su red de estaciones de servicio, que supera las 700 sucursales bajo la marca Shell, representando el 18% de las ventas de combustible en Argentina. La relación entre Raizen y Shell se estrechó en 2018 cuando Raizen adquirió las estaciones de servicio de Shell en el país por 950 millones de dólares, en un acuerdo donde Shell ya era socia de la empresa compradora. "Fue una suerte de reacomodamiento, la mitad de Raizen es de Shell", explicó Teófilo Lacroze, CEO de la compañía, en su momento.