Ciencia: avances y retrocesos del año que ya termina

En medio de una crisis sin precedente, investigadores argentinos se destacaron en múltiples áreas y fueron reconocidos en el mundo.

29 de diciembre, 2024 | 00.05

En su balance del año, al grupo Economía, Política y Ciencia (EPC) del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (Ciicti) le bastan un puñado de números para describir la crisis sin precedente en que se encuentra el sistema científico nacional. Según este equipo, la inversión en la función Ciencia y Tecnología continúa cayendo. En octubre, perdió el 30,5% en términos reales en comparación con el mismo mes de 2023, muy por encima del descenso promedio del Presupuesto, que se encuentra en -24,4% real. Esto implica que representa el 0,216% del PBI, muy lejos de lo pautado según la Ley de Financiamiento de la Ciencia, que establecía un 0,39% para este año. Las transferencias y la inversión en bienes de capital perdieron un 60,1% y un 44,3%, y salarios y becas cayeron 19,7% y 26,1%, respectivamente, en términos reales.

En los hechos, esto se traduce en pérdida de puestos de trabajo (más de 2600), falta de ingresos (este año no hubo) y menos pedidos de ingreso a la carrera del investigador del Conicet, imposibilidad de comprar reactivos o equipamiento, o pagar viajes a congresos, paralización de grandes proyectos, como el nuevo reactor modular nuclear Carem, el de producción de radioisótopos RA-10 y el Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN), el lanzador satelital Tronador, los satélites de observación terrena (SABIA-Mar y Saocom 2, para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, y el SG-1, para ArSat), asfixia de entidades como el INTA, el INTI y las universidades nacionales, cuyos presupuestos quedaron reducidos a afrontar el pago de sueldos devaluados y, a duras penas, servicios.

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Sin embargo, en medio de esta crisis sin precedente, hubo lugar para avances. Aquí, algunos de ellos.

Médicos del Hospital Italiano desarrollaron un método para curar úlceras profundas con injertos de pelo

Probaron un procedimiento similar al que se utiliza en la calvicie para resolver úlceras de larga data, difíciles de tratar, que se presentan generalmente en personas de edad avanzada por presión, diabetes, enfermedad arterial, várices y otras causas más infrecuentes, como enfermedades reumatológicas, y que pueden ser resistentes a los tratamientos durante años. 

Se trata del injerto de folículos pilosos en la zona lesionada. Liderados por la doctora Anahí Belatti, especialistas del Departamento de Dermatología del Hospital Italiano completaron el primer ensayo de América Latina con excelentes resultados. De 60 pacientes tratados, entre el 70% y el 80% de las heridas se cerraron satisfactoriamente en el término de tres meses.

Una médica argentina logró regenerar cartílago articular con células madre del propio paciente

La técnica se llama "implante de condrocitos autólogos" y no solo elimina el dolor, sino que permite retomar la práctica deportiva de alto rendimiento. Mariela Guasti, jefa del servicio de medicina regenerativa de Cemic, y socia fundadora y presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Regenerativa (Solmr), también sentó un hito en América latina: para aliviar a un paciente de 34 años con una lesión “gigante” en la rodilla izquierda, logró regenerarle e implantarle un cartílago articular 0 km a partir de sus propias células [condrocitos]. El paciente, en vías de recibir el alta deportiva.

Desarrollaron una plataforma para el diagnóstico rápido de enfermedades 

Un grupo interdisciplinario encabezado por Daiana Capdevila, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA, CONICET-FIL) y jefa del Laboratorio de Fisicoquímica de Enfermedades Infecciosa de la Fundación Instituto Leloir (FIL), y Ana Sol Peinetti, investigadora del Consejo y jefa del Laboratorio de Bionanotecnologías en el Instituto de Química, Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE, CONICET-UBA) presentó una plataforma innovadora para desarrollar tests rápidos de diagnóstico basados en anticuerpos de caballo purificados, más económicos y fáciles de obtener que los monoclonales tradicionales. Permite tener autonomía  para una mejor respuesta a emergencias sanitarias.

Midieron por primera vez la velocidad de un único átomo 

Lo lograron investigadores del Laboratorio de Iones y Átomos Fríos (LIAF) del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, liderados por Christian Schmiegelow, que vienen acumulando récord. En 2019, sus integrantes “atraparon” un ion individual (es decir, un átomo cargado eléctricamente), una hazaña de la física experimental que solo son capaces de realizar algunas decenas de equipos científicos del mundo. Este año volvieron a hacer historia al medir, por primera vez en el mundo, la velocidad de un solo átomo. El logro es tan notable que se publicó en la revista más importante de la especialidadPhysical Review Letters (https://journals.aps.org/prl/abstract/10.1103/PhysRevLett.133.183601)los tres evaluadores lo aprobaron en la primera ronda (algo muy poco común) y mereció un comentario destacado en la revista Physics (https://physics.aps.org/articles/v17/s133).  

Crearon “cristales de tiempo”

Con pocas excepciones, casi toda la materia sólida que forma parte de nuestra vida diaria tiene estructura cristalina: el hielo, la sal, el azúcar, el hormigón, los metales, las piedras preciosas y la mayoría de los minerales; entre ellos, algunos de los que se utilizan en las tecnologías que definen el mundo moderno, como el cuarzo de los relojes o los semiconductores de nuestros múltiples dispositivos electrónicos. Hace unos años, el Nobel Frank Wilczek lanzó una hipótesis audaz: propuso que la materia sólida podía no solo ser periódica en el espacio, sino también en el tiempo. Es decir, que dadas ciertas condiciones, un material podía oscilar de acuerdo con un patrón en el tiempo sin necesidad de perturbaciones externas.  Ahora, investigadores del Conicet en el Centro Atómico Bariloche de la Comisión Nacional de Energía Atómica, desarrollaron un sistema que, inducido por un láser continuo, presenta una oscilación periódica sostenida, “cristales de tiempo”. El hallazgo se publicó en Science.  

Fósiles de todos los colores

Paleontólogos argentinos fueron autores de buena parte de los hallazgos más resonantes del año. Encontraron el cráneo más completo de que se tenga registro de un ave de la Era Mesozoica. Data de hace unos 80 millones de años. La descripción del Navaornis hestiae, como se lo bautizó en honor de su descubridor, fue tapa de Nature (DOI: 10.1038/s41586-024-08114-4). También hallaron uno de los primeros vertebrados de cuatro patas que pasaron del agua a la Tierra, uno de los últimos dinosaurios herbívoros y el fósil de un renacuajo gigante, que acaparó la atención de todos los medios del mundo. 

Investigadores del INTA secuenciaron el genoma de la chicharrita del maíz

En un hito científico, especialistas del Centro de Investigaciones Agropecuarias del INTA logró la secuenciación, ensamblado y anotación del genoma de Dalbulus maidis. Además del impacto en el control de la chicharrita del maíz, esta investigación proporcionará información para entender la biología, distribución y evolución del insecto, lo que ayudará a predecir y mitigar futuros brotes y epidemias, informó el Conicet. “Conocer cómo vive el insecto, cómo se multiplica, cómo se dispersa, qué lo hace resistente o susceptible y cómo se convirtió en un ‘súpervector’, nos va a permitir diseñar estrategias más precisas y dirigidas para controlarlo”, explicó el virólogo Humberto Debat quien desde hace 10 años estudia la interrelación que se da entre patógenos y cultivos.

…Y también el genoma de la yerba mate

El trabajo, liderado por Adrián Turjanski, investigador del Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y el Conicet (IQUIBICEN), llevó casi una década y permite comprender la biosíntesis de la cafeína en la yerba y la posibilidad de imaginar plantas con nuevas características que sumen valor a los cultivos, informa la revista NexCiencia, de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. El trabajo ya fue aceptado y se publicará en el próximo número de la revista eLife.

En el exterior

Se hicieron tres xenotrasplantes de riñón provenientes de cerdos modificados genéticamente

El primero fue para Richard Slayman, que padecía diabetes tipo 2 e hipertensión arterial. Falleció al poco tiempo, pero no por falla del órgano, sino porque se encontraba en muy malas condiciones generales. Lisa Pisano, que tenía graves complicaciones cardíacas, fue la segunda. Towana Looney, de 53 años, que recibió el tercero, fue dada de alta a los once días. El riñón trasplantado a Looney no solo funcionó de inmediato, sino que también la liberó de la necesidad de diálisis por primera vez en más de ocho años. Su recuperación rápida sorprendió incluso a su equipo médico.

Por primera vez en la historia, lograron revertir la diabetes tipo 1 con un implante de células madre

Un implante de células madre reprogramadas (es decir, revertidas a su estado pluripotencial gracias a la técnica desarrollada por el japonés Shin’ya Yamanaka) logró controlar la diabetes tipo 1 en una mujer de 25 años. Mediante una operación que duró menos de media hora, le inyectaron el equivalente a unos 1,5 millones de islotes en los músculos abdominales, donde podían chequear qué ocurría a través de imágenes de resonancia magnética. Dos meses y medio después, las células comenzaron a producir insulina. A un año del trasplante, la mujer, cuya identidad se mantiene en reserva, reveló que puede comer de todo, incluso azúcar, sin necesidad de inyectarse insulina.
 

El lenacapavir tuvo 100% de efectividad para prevenir el VIH-sida 

La droga inyectable que mostró 100% de eficacia en la prevención de infecciones por VIH fue elegida por la revista Science como el “Avance Científico de 2024”. El fármaco ofrece seis meses de protección por inyección y, aunque fue probada en mujeres africanas, también tiene una eficacia de 99.9% en otros grupos de riesgo y continentes. Combinado con avances previos, el lenacapavir representa un paso crucial hacia el control del VIH-sida. “Se basa en un mecanismo de acción completamente nuevo y diferente. Es el primer ‘inhibidor de la cápside’. El virus, cuando entra a las células, la abre para que su material genético se introduzca dentro del de las células receptoras. Y luego, cuando se reproduce, tiene que armarla de nuevo. Lo que hace el lenacapavir es inhibir precisamente ese proceso”, explicó Pero Cahn, director científico de la Fundación Huésped y expresidente de la Sociedad Internacional de Sida. 

Reconocimientos internacionales

Este año también fue pródigo en premios internacionales a científicos argentinos. Entre ellos, figuran: 

Miguel Walsh, docente de Matemática de la UBA, se convirtió en el primer sudamericano en ganar el Premio Salem, una de las distinciones más importantes que se otorgan en su área de estudio. La entrega el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, de los Estados Unidos.

Florencia Cayrol fue una de los once científicos jóvenes de todo el mundo que recibió el Global Research Award de la Sociedad Norteamericana de Hematología.

Adolfo Ibañez, neurobiólogo y primer investigador del hemisferio Sur en recibir el Early Career Award, una distinción a científicos jóvenes que trabajen sobre los vínculos entre el lenguaje y el cerebro.

El arqueólogo argentino Gustavo Politis fue reconocido con el premio Humboldt por sus aportes de toda una vida en que se dedicó al estudio de los pueblos originarios del centro y el Noreste, y el poblamiento temprano de América.

Lautaro Lasorsa, Carlos Miguel Soto e Ivo Pajor, del Departamento de Computación de Exactas/UBA, se coronaron por segundo año consecutivo campeones de América Latina en el Mundial de Programación de Astana, Kazajistán.

Marina Huerta y Horacio Casini recibieron la medalla Dirac, uno de los premios más importantes de la física mundial

Daiana Capdevila, de la Fundación Instituto Leloir (FIL); Ana Sol Peinetti, del Instituto de Química, Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (Inquimae); y Tomás Falzone, del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA) y la Facultad de Medicina de la UBA fueron los únicos latinoamericanos elegidos por la Fundación Pew para recibir un subsidio 270.000 dólares en tres años para financiar sus estudios. 

Pedro Jaureguiberry ganó el “Nobel de la Ecología”: el Frontiers Planet, que le otorgó 1.100.000 dólares entre decenas de postulantes por liderar un trabajo sobre los impulsores de la pérdida de biodiversidad.