El peronismo todavía se encuentra en etapa de reorganización luego de la sorprendente derrota que sufrió en las presidenciales de 2023, que coincidió con la pérdida de varias gobernaciones. Ese estado revulsivo quedó reflejado en los primeros cinco cierres de alianzas del año electoral, en los que los dirigentes del peronismo no pudieron ponerse de acuerdo y se inscribieron divididos en distintas listas. Se trata de cinco distritos en los que el peronismo es oposición y la fractura, obviamente, atenta contra las posibilidades de triunfo. La semana que viene será el cierre de alianzas para los comicios en CABA y, al menos ahí, Unión por la Patria muestra más consensos que diferencias. Si se mantiene la armonía crecen las posibilidades de dar un batacazo.


Santa Fe tendrá elección de convencionales constituyentes el 13 de abril, en tanto que en Jujuy, Chaco, San Luis y Salta convocaron a comicios provinciales para el 11 de mayo. Son provincias de gobernadores dialoguistas, con administraciones necesitadas de fondos nacionales y que suelen acompañar los proyectos del Ejecutivo en el Congreso. "Hay que endezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó", fue el planteo de Cristina Kirchner al anunciar que se lanzaba a presidir el PJ, en referencia a las actitudes de algunos gobernadores, legisladores y referentes del peronismo del interior inclinados al coqueteo con el gobierno libertario. Con esa idea, resolvió días atrás las intervenciones a los PJ de Salta y de Misiones, aliados a los gobiernos locales.
Justamente, Salta fue la última en el cierre de plazo para inscribir alianzas para los comicios provinciales, que sucedió este miércoles. Los interventores designados en el PJ, Sergio Berni y María Luz Alonso, explicaron que su trabajo tenía que ver con que el partido "ha tenido algún tipo de desviaciones en lo que respecta a nuestra doctrina". Quien ocupaba la presidencia del PJ era Esteban Amat, alineado con el gobernador Gustavo Sáenz, quien resistió la medida con críticas al "centralismo" de Buenos Aires. Las diferencias llevaron a que se inscribieran dos Frente Peronista Salteño: uno aliado al oficialismo y otro opositor. “Toda la dirigencia del peronismo estará unida en nuestro frente”, aseguró Amat, que preside la Legislatura provincial.
MÁS INFO
El Frente Peronista Salteño que Berni y Alonso inscribieron ante el Tribunal Electoral está integrado por el Partido Justicialista junto a fuerzas kirchneristas como el Partido de la Victoria, Kolina, Frente Grande y Unidad Popular. "El peronismo no es un partido minoritario, es un partido de poder y debe ser una opción real para gobernar. No podemos seguir siendo un socio menor de decisiones que no tomamos nosotros", justificó Berni la conformación de esta coalición opositora a Sáenz, amigo de Sergio Massa pero cercano a todos los gobierno nacionales. Ahora de Milei.
El miércoles también operó el cierre de alianzas en San Luis, donde se repetirá la división de los Rodríguez Saá. El gobernador Claudio Poggi reeditó el frente Ahora San Luis que integran el PRO, la UCR y Todos Unidos, la fuerza del cuatro veces ex gobernador Adolfo Rodríguez Saá, que mantiene el enfrentamiento con su hermano Alberto, titular del PJ puntano. Por su lado, Alberto Rodríguez Saá, también cuatro veces ex gobernador, armó el Frente Justicialista con el que consiguió retener a la mayoría de la dirigencia del peronismo local. Con todo, se inscribieron otras dos coaliciones con agrupaciones afines al kirchnerismo: Frente por la Justicia Social (Patria Grande, Nuevo Encuentro, PC, Tierra,Techo y Trabajo) y el Frente Primero San Luis (Frente para la Victoria, Partido de la Victoria, San Luis Somos Todos).
"El 11 de mayo el pueblo tiene que elegir, si la provincia sigue en decadencia o si se le pone un freno. Y los únicos capaces de frenarlo son las figuras del justicialismo", planteó Alberto Rodríguez Saá en la presentación de la alianza. Lejos de aquellos tiempos en los que se jactaba de ser la provincia con las cuentas más ordenadas, hoy, con Poggi al frente, sufre carencias económicas de las que el gobernador responsabiliza a las gestiones anteriores.
En Chaco, el ex gobernador Jorge Capitanich anotó el frente Chaco Merece Más con el PJ acompañado de varias agrupaciones kirchneristas como Kolina, Nuevo Encuentro, Frente Grande y Libres del Sur. "Es necesario un frente amplio que defienda los intereses del pueblo por encima de los valores del ajuste y la recesión", plantearon. Capitanich postergó la elección de autoridades partidarias por lo que conservó la lapicera para armar alianzas en nombre del justicialismo. Pero el ex gobernador Domingo Peppo y el ex intendente capitalino Gustavo Martínez crearon la Corriente de Expresión Renovada (CER) reuniendo varias agrupaciones locales. También presentaron un tercer frente de origen peronista, Primero Chaco, lanzado por intendentes enfrentados a Capitanich, como Magda Ayala, jefa comunal de Barranqueras.
La dirigencia chaqueña mantenía abierta la posibilidad de llegar a un acuerdo para el cierre de inscripción de candidaturas pautado para el 22 de marzo. Se mostraban concientes de la necesidad de una oferta justicialista fuerte para enfrentar al gobernador radical Leandro Zdero, el primero en anunciar una alianza electoral con La Libertad Avanza "para enfrentar al kirchnerismo y evitar su regreso al poder". En el resto de las provincias, La Libertad Avanza se mantiene como agrupación marginal, incluso lejos de las directivas de la Casa Rosada que se viene ocupando exclusivamente del armado de candidaturas para las elecciones nacionales de octubre.
Jujuy es otra provincia donde el peronismo padece una larga crisis. Los interventores son Aníbal Fernández y Gustavo Menéndez que postergaron la elección de autoridades y movieron los hilos para favorecer a la diputada camporista Leila Chaher, que inscribió el Frente Justicialista, con un total de 25 partidos y el respaldo de históricos como el diputado Guillermo Snopek y Rubén Rivarola. Cristina Kirchner recibió a los integrantes de este sector y se sacó varias fotos con ellos que subió a las redes en señal de respaldo. Distanciada, la senadora Carolina Moisés lanzó el Frente Somos Más, reuniendo a otras diez agrupaciones provinciales.
Las primeras elecciones del año será para elegir convencionales constituyentes en Santa Fe el segundo domingo de abril, una movida en la que el gobernador radical Maximilano Pullaro se juega mucho, al punto que se presentará al frente de la boleta del oficialismo. Luego de muchas conversaciones, los principales sectores del peronismo inscribieron la coalición Más para Santa Fe que estará encabezada por el concejal rosarino Juan Monteverde, del espacio progresista Ciudad Futura. El PJ oficial, La Cámpora, el rossismo, el Frente Renovador y el Movimiento Evita apoyan la nómina que encabeza Monteverde, revelación de las últimas elecciones en Rosario.
Quienes quedaron sin lugar fueron el senador Marcelo Lewandowski -que será el primer candidato de la agrupación Activemos- y el ex ministro provincial Roberto Sukerman -se presentará por Política Abierta por la Integridad Social-, ambos con armados por fuera del PJ. El ex gobernador Omar Perotti, en tanto, se mantuvo ajeno y su espacio no participará de las listas. Es decir, los referentes de la oposición peronista divididos en cuatro opciones diferentes para un comicio en el que sólo se elegirán convencionales.
Cristina Kirchner expresó que quiere al peronismo ordenado en una línea de oposición dura al gobierno de Milei y, en consecuencia, también a los gobernadores que buscan hacer buenas migas con la Casa Rosada. Sin embargo, le llevará tiempo conseguir ese alineamiento, en un panorama donde la dirigencia provincial no tiene claro dónde están ubicadas hoy las simpatías populares y cuáles son los respaldos que les convendría evitar. Los resultados de las elecciones ayudarán a aclarar esa confusión.