Javier Milei llegó a su primer año de presidencia. Entra al segundo año de mandato en un momento donde las encuestas lo muestran en su mejor momento, muchas de ella con números muy superiores al 50%. Y ya cranea la estrategia para 2025, con elecciones incluidas. En la Casa Rosada manejan dos escenarios: uno con Cristina Kirchner candidata y otro, sin ella.
El martes será 10 de diciembre, habrán pasado 365 días después de la asunción de Milei. El Presidente dará un discurso que será transmitido por cadena nacional. En la Rosada adelantaron a El Destape que la idea es que Milei cuente al país cómo estaba el país en diciembre de 2023 y cómo está hoy. Una génesis de lo que será la campaña electoral. Además dará pistas de lo que se viene.
Esas pistas serán confirmadas con proyectos de ley el 1º de marzo del año próximo cuando Milei realice la apertura de sesiones ordinarias. Se vendrás ambiciosas reformas impositivas, previsionales y laborales.
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Mientras, Milei disfruta de las mieles de un momento donde se eleva la imagen positiva. Igualmente, en el Gobierno están ansiosos por saber cómo impactaron en la sociedad algunos temas de relevancia de estas últimas dos semanas. Ficha Limpia, recorte a los medicamentos gratuitos del PAMI y el senador aliado del Gobierno detenido con un botín de 211 mil dólares en Paraguay.
Políticamente, Milei activó para responder a todo. Pero no pareció suficiente. Primero contraatacó al PRO con un proyecto propio de Ficha Limpia. Luego, lanzó bombas de humo para tapar el anuncio del PAMI con medidas contra los extranjeros a nivel salud y educativo sin ningún efecto real sobre la sociedad. Y finalmente intentó pegar fallidamente al kirchnerismo con Edgardo Kueider.
Ante este escenario, el peronismo vio un hueco con el arco vacío y avanzó. Va a fondo para intentar expulsar a Kueider del Senado. Es todo ganancia para Unión por la Patria. Si logra el desafuero, gana un senador. Y si no lo logra, desnuda a un Milei aliado a lo "sucio", que ya viene enchastrado por el PRO cuando retiró a 8 diputados para que no se trate Ficha Limpia (el proyecto para proscribir a CFK).
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La mayor cantidad de problemas que tuvo el Gobierno este año fue por culpa del Congreso y su flaca cantidad de diputados y senadores. Veto a jubilados, financiamiento universitario, fondos reservados de la SIDE, entre otros. ¿La solución? Ganar por goleada las elecciones legislativas de 2025 para tener bloques violetas robustos.
Para ello, la Casa Rosada ya tiene lista parte de la estrategia para el año próximo. Lo cuenta así una cada vez más influyente persona del Gobierno a El Destape: "Estamos esperando a ver qué hay del otro lado. Eso define todo. Si es Cristina la candidata, nosotros vamos a tener que poner una súper figura. Porque ahí se debatirá entre nombres. Ella te marca la agenda. No tenemos formas de marcar la agenda. Y te lleva a hablar del pasado".
Asimismo, revela esta importante dirigente libertaria a este portal: "En cambio si va otro dirigente, haremos foco en las medidas. Lo sentaremos a debatir medidas. Por ejemplo, que se siente a explicar por qué no tiene que bajar la edad de imputabilidad a los violadores. Podemos hablar de presente y futuro". Y agrega: "Ahí vamos a usar más el Congreso", dice sobre la posibilidad de que la oposición peronista no lleve a CFK como candidata.
En Balcarce 50 afirman que a la que más le temen es a la expresidenta. "Es la que mejor conduce al peronismo y es la única que hoy nos puede ganar", expresó una fuente de la Rosada.
Sin embargo, dentro del Gobierno hay una máxima que repiten todos los dirigentes libertarios: "No la vamos a proscribir a Cristina, no es lo que queremos, nadie quiere meterla presa. Esas son cosas de las 'mabeles'", dicen despectivamente en referencia a las militantes macristas y seguidoras de Elisa Carrió.
Por ahora, el PJ no da pistas ni señales. Habrá dos movimientos la semana que viene. El primero: una foto de unidad donde estarán Cristina Kirchner, Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner. El segundo, en la universidad UMET donde asumirá CFK como presidenta del Partido Justicialista. El Gobierno y Javier Milei miran de reojo.
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