La derecha se encamina a una elección fragmentada en CABA y con un nuevo desafío electoral en PBA

Juntos por el Cambio se dividió e irán a las elecciones en distintas listas. En dos semanas se presentarán los candidatos. Ahora, con la competencia confirmada entre el PRO y La Libertad Avanza, Buenos Aires aparece como el próximo gran desafío electoral.

19 de marzo, 2025 | 20.45
La derecha se encamina a una elección fragmentada en CABA y con un nuevo desafío electoral en PBA La derecha se encamina a una elección fragmentada en CABA y con un nuevo desafío electoral en PBA

La Ciudad tendrá un gran abanico de propuestas políticas para las elecciones del 18 de mayo. El centro, que supo formar parte del ahora ex Juntos por el Cambio, se dispersó en distintos armados y, consecuencia del desdoblamiento, al no tener el arrastre de un candidato nacional, los comicios porteños serán de alto voltaje.

Horacio Rodríguez Larreta ganó protagonismo con el anuncio de su regreso a las primeras planas de la política y conformó el frente Volvamos Buenos Aires junto al Partido Federal y Confianza Pública, con la intención de integrar el mismo bloque en la Legislatura y ganar fuerza de negociación parlamentaria. La UCR, como Frente Evolución, irá junto al socialismo, el GEN e independientes.

El PRO se presentará bajo el sello Buenos Aires Primero junto al Partido Demócrata, UNIR, de las Ciudades en Acción, Encuentro Republicano Federal y el MID. La Coalición Cívica lo hará en soledad, al igual que los libertarios.

Esta semana se armó mucho revuelo en torno al futuro de Larreta y Patricia Bullrich en el PRO. La fecha clave es el 29 de marzo, cuando se inscribirán las postulaciones electorales. “No hace falta expulsar al que ya se fue solo”, se dijo desde el macrismo al tiempo que se aclaró que “si sos candidato por fuera de la lista del PRO, estás incumpliendo la carta orgánica del partido, así que ese es un motivo de expulsión”.

En caso de que la ministra de Javier Milei no esté en una boleta, la promoción de otro partido que no sea el amarillo, se consideró motivo suficiente para ubicarla en otro sector del mapa político.

La próxima gran negociación ocurrirá en Buenos Aires. La foto de Cristian Ritondo y Diego Santilli con los Milei dinamitó una reunión que, en territorio, los referentes bonaerenses del PRO y de la UCR habían acordado para reeditar Juntos por el Cambio en los comicios locales.

Más allá de los obstáculos, en el macrismo más puro esperan poder separar la discusión nacional de la distrital y lograr un acuerdo con los boina blanca, al considerarlo mucho más estratégico que uno con los libertarios.

La UCR pisa fuerte en el interior de la provincia, puntualmente en la zona productiva donde se escuchan muchas críticas a la gestión libertaria que, a diferencia de los boina blanca, no tiene referentes en los municipios.

Desde el macrismo más puro cuestionan la actitud de los violeta, orientada a hacerles la vida imposible en los municipios. Esta convivencia turbulenta funciona como un obstáculo a la hora de pensar en compartir una mesa de negociación. Por eso, a diferencia de los que promocionaron una sangría PRO hacia filas libertarias, un dirigente amarillo aseguró que en la mayoría de los distritos aparece agitado un acercamiento con el gobierno para encarar la discusión bonaerense.

La foto en Casa Rosada no gustó no sólo por haber complicado las negociaciones subyacentes sino porque, desde el territorio, fomentan la idea de que los que tienen mayor fuerza para cerrar el mapa local son los intendentes, y no los referentes de la superestructura.

Respecto a esto, como publicó esta semana El Destape, desde el PRO nacional se cuestionó la doble vara del gobierno, dispuesto a acordar en tierras bonaerenses para “desterrar” al kirchnerismo pero no en la Ciudad, poniendo en riesgo el distrito. En la provincia también se apuntó contra esta falta de coherencia: “¿Derrotar al peronismo en Buenos Aires y dejar que gane (Leandro) Santoro en la CABA?”.

A los efectos de la reunión en Casa Rosada, conocida por el partido, se le buscó bajar el tono al enojo público. Se la describió como un encuentro “exploratorio” al que Mauricio Macri le dio su aprobación para conocer las intenciones de LLA. Por eso, no se dio por cerrada ninguna negociación y, de los dos amarillos presentes, un dirigente prefirió distinguir entre Ritondo y Santilli. Al primero, se lo describió como leal y orgánico, mientras que al segundo se lo vio más inclinado hacia el lado violeta del mapa electoral.

Hasta el momento, sólo Chaco habilitó una alianza electoral entre La Libertad Avanza y un gobernador de lo que supo ser Cambiemos, el radical Leandro Zdero. Cada gobernador habilitará los acuerdos que considere más beneficiosos para su territorio y, según lo que se ponga en juego, se acercará más o menos al gobierno nacional.

Rogelio Frigerio, de Entre Ríos, deberá someterse a la elección de diputados y senadores nacionales, por lo que los incentivos para un acuerdo con los libertarios son, tal vez, un poco más potentes que los que puede tener Ignacio Torres, de Chubut, que solo arriesgará dos bancas en la Cámara Baja. Misma situación para San Juan y para San Luis.

De todos modos, ninguno de estos gobernadores tiene activo el frente de Juntos por el Cambio. Esa alianza mutó a coaliciones provinciales con una integración muy amplia, con la impronta de cada territorio. Ese armado local ya mostró su solidez en Santa Fe, aunque el PRO se dividió y algunos prefirieron acercarse a La Libertad Avanza, el macrismo quedó dentro de un esquema también integrado por el radicalismo y otras fuerzas.

En Salta se rompió la alianza que gobernó el país entre 2015 y 2019. El PRO irá en un armado, la UCR en otro y los libertarios apostaron por robar ex cambiemitas y atraerlos a filas violeta. El bullrichista Damián Arabia estuvo en aquella provincia para cerrar esa jornada tan decisiva.

El diputado de Patricia Bullrich funcionó como una figura clave en el armado territorial de la actual ministra de Seguridad, durante su campaña presidencial. Sus vínculos, contactos y conocimiento lo ponen como uno de los nombres importantes para desangrar a Juntos por el Cambio y engrosar las filas libertarias con todos aquellos que quieran apoyar abiertamente el proyecto de Javier Milei.