Una foto para bajar la espuma, pero que dejó temas pendientes

Cristina Kirchner, Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner se mostraron juntos por primera vez desde las elecciones de 2023 en un encuentro del consejo del PJ Bonaerense. Hubo algún cruce final por la falta de respaldo al gobierno de la provincia de Buenos Aires, pero prevaleció el tono conciliador. Sin embargo, no se avanzó en el armado de una estrategia común para las elecciones del año que viene. 

10 de diciembre, 2024 | 02.00

Una primera aproximación dirá que, por primera vez en un año, Cristina Kirchner, Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner se mostraron juntos en la misma mesa para una reunión del consejo del PJ Bonaerense, una postal de unidad. Una mirada más cercana exhibirá que en este encuentro, incómodo, quedaron expuestas algunas las diferencias internas que se vienen cocinando desde hace tiempo. La otra visión, más particular del sector cercano al gobernador, aseguraba que había sido un encuentro únicamente para conseguir esa imagen pero que, una vez más, no se habían metido en la discusión de una estrategia común para enfrentar al gobierno de Javier Milei y que no había aportado nada al debate. Diferentes perspectivas para una misma reunión en la que, al menos, quedó la foto y la posibilidad de seguir pensando en una propuesta de conjunto.

Participantes del extenso encuentro, que se prolongó durante unas cuatro horas en la reserva municipal de Moreno, comentaron que el cruce más picante se produjo en el cierre, con las palabras finales de Axel y Cristina. El gobernador sostuvo que había que juntar fuerzas para confrontar con Milei y que no notaba que desde el peronismo de la provincia se pusiera el suficiente énfasis en marcar el ahogo financiero al que la Casa Rosada somete su gestión. Cristina, quien este miércoles asumirá formalmente como nueva presidenta del PJ Nacional, sostuvo que consideraba a todos sus hijos políticos y que nadie le podía decir a ella que no apoyaba a Axel siendo que lo había llevado a la función pública, lo postuló como gobernador con muchas resistencias de la dirigencia provincial y que luego avaló que fuera por la reelección cuando varios -Máximo, el principal- querían que se postulara a presidente. 

Pese a que se dio el encuentro por concluido y se apagaron los micrófonos, el ministro de la Comunidad Bonaerense, Andrés "Cuervo" Larroque, respondió a voz alzada porque dijo sentirse aludido. Explicó que nadie dudaba de su respaldo en el pasado, pero que lo importante era el apoyo ahora que debían enfrentar a Milei y que había que hacerlo, además, porque Axel era el futuro del peronismo. "Ahora hay que bancarlo", reclamó Larroque. Aún sin micrófono lo escucharon todos claramente porque eran unas 50 personas reunidas en el parque, con la intendenta Mariel Fernández, del Movimiento Evita, como anfitriona. La Cámpora y el Evita funcionan como las agrupaciones que respaldan el liderazgo único de Cristina mientras que los sectores nucleados alrededor de Kicillof plantean la necesidad de una mayor apertura y renovación.

Curiosamente, no se habló de la estrategia electoral del año que viene pese a que la Provincia debe resolver en breve si desdobla la elección y si mantiene las PASO. Hubo una mención de Massa, pero referida a las elecciones de 2023. El ex candidato presidencial sostuvo que había sido correcta la decisión de la Provincia en 2023 de votar junto a la elección nacional y señaló como un error la postura de la mayoría de los gobernadores peronistas de desdoblar en sus distritos. Evaluó que si se hubiera votado todo el mismo día el resultado podría haber sido distinto, pensando en los escasos tres puntos que lo separaron del triunfo en primera vuelta. Cristina dijo que tenía razón. Sin embargo, no hubo una mención directa a la elección del año que viene y el ejemplo no aplica, dado que no se trata de una elección presidencial. La postura de CFK, sostienen desde su entorno, es que se debería hacer la elecicón conjunta para nacionalizar la discusión. En la gobernación piensan lo contrario, pero no hay nada resuelto.

Hacía tres semanas que Kicillof había fijado su acto del 9 de diciembre en San Martín como un evento central, en el que celebraría sus cinco años como gobernador y buscaría mostrar el modelo bonaerense como la contracara del libertario y su ajuste brutal. Después se conoció la convocatoria del PJ Bonaerense con la firma de Máximo Kirchner para el mismo día, en la que aparecía entre los invitados especiales junto a Cristina y Massa, con el amplio objetivo de un "análisis de la situación política". En la conferencia que ofreció temprano este lunes en La Plata, Kicillof deslizó algunas pistas acerca de lo que pensaba al respecto. "Nunca participé de una reunión de este tipo porque no soy parte del consejo", "fui públicamente invitado", "fue a fin de la semana pasada y para hoy tenemos diagramado un acto muy importante", "voy a hacer una pasada para estar ahí para participar porque fui invitado, pero en el marco de una agenda complicada". Bastante claro.

Temprano, Kicillof anunció nada menos que la posibilidad de que la provincia se haga cargo de Aerolíneas Argentinas si efectivamente el gobierno de Milei quiere avanzar en su venta. "Es un instrumento central para la conectividad de la Argentina", sostuvo, y advirtió que Buenos Aires no permitiría que nuevamente se la enajenara como ocurrió en los noventa. Con ese anuncio, y con los conceptos que se desarrolló más tarde en San Martín, Axel dio nuevas muestras de su intención de presentarse como la contracara de las políticas de la Casa Rosada. "El gobierno de Milei es una fiesta para unos pocos y un desastre para la mayoría", afirmó Kicillof, que dijo que la Provincia "funciona como escudo" como resultado de las políticas nacionales. Lo de San Martín fue el cierre de un plenario multisectorial organizado por el intendente Fernando Moreira y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.

Era el mensaje que buscaban lanzar desde la gobernación en el quinto aniversario de la gestión de Axel y el primer año de Milei. Por eso, interpretaban la convocatoria al congreso bonaerense como una movida para opacar las presentación de Kicillof y que la noticia se trasladara al encuentro de Moreno. "No dejó nada positivo, ellos juegan a perder", marcaba alguien desde el entorno del gobernador. Con todo, otros lo veían como el primer paso para un reconciliación que necesariamente tiene que llegar en algún momento, dado que se plantea la necesidad de armar un frente lo más amplio posible para enfrentar las políticas de la Casa Rosada. Cristina asumirá este miércoles en la sede de la UMET como presidenta del PJ Nacional, ámbito donde esperan que detalle sus planes para enfocar al peronismo en esa dirección.