Antes de visitar a su hijo en la cárcel de Dolores por primera vez, Marcial, padre de Máximo Thomsen, aseguró que los diez detenidos "no son asesinos".
Su hijo es uno de los principales acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa, el joven de 19 años que fue atacado a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. "Fue una tragedia. Lo lamento tanto por la familia de la víctima", afirmó Marcial Thomsen.
En el mismo sentido se habría expresado la semana pasada: "Nunca te podés imaginar una cosa así. Es una desgracia. Sólo puedo decir que no hubo un plan para matarlo".
Maximo Thomsen, de 20 años, fue identificado en las ruedas de reconocimiento como uno de los principales protagonistas de la fatal paliza a Báez Sosa.
En tanto, una testigo lo describió como el "chico de camisa negra" que "lideraba el grupo" y que era "el que más pegaba". "Le pegó dos puntinazos en la cabeza, creo que del lado izquierdo", detalló.
Los diez rugbiers pasaron su primera noche detenidos en la alcaldía de la cárcel de Dolores, donde se les ofreció asistencia psicológica y médica y por la tarde recibieron las visitas de sus familiares. Allí permanecerán hasta que se resuelva la situación procesal.
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