Los dueños de la fábrica de Burzaco Ran Bat cerraron las puertas de la empresa y dejaron en la calle a 35 trabajadores. De esta forma la firma que realizaba baterías para autos abandonará la producción tras 12 años de historia.
"El sábado terminamos nuestro turno como siempre y el lunes llegamos y estaba todo cerrado. El dueño por teléfono le dijo a un delegado que había quebrado, pero en la Secretaría de Trabajo no hay nada", afirmó a El Destape Hugo Areco, un trabajador que fue echado.
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Los empleados advierten que aún les deben el pago de retroactivos desde mayo y la quincena que deberían haber pagada a principio de semana.
Los trabajadores están en contacto con el plomo, material necesario para la fabricación de las baterías y perjudican la salud de los trabajadores. "Yo mismo tengo plomo en sangre que me genera cansancio y otros problemas que pueden ser graves", afirmó Areco.
Los despedidos, que se encontraron con un candado en la puerta al llegar, ahora están fuera de la fábrica a la espera de una resolución de la Secretaría de Trabajo que ordene la conciliación obligatoria y de que los dueños de la firma se hagan cargo de las deudas.
"Nosotros queremos mantener nuestros puestos de trabajo, queremos seguir trabajando, nada más", sostuvo Areco.
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