El Papa León XIV recibió este sábado a trece nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede, la mayoría de ellos de países asiáticos y africanos. En su discurso de bienvenida les aseguró que desde el Vaticano "no permanecerán impasibles" frente a la desigualdad y los conflictos internacionales, además de llamar a "la paz desarmada y desarmante" en la comunidad internacional.
Durante la audiencia, León XIV profundizó en el sentido del Jubileo de la Esperanza, subrayando que es un tiempo para recuperar "la confianza que necesitamos, en la Iglesia y en la sociedad, en nuestras relaciones interpersonales, en las relaciones internacionales y en nuestra tarea de promover la dignidad de todas las personas".
El Pontífice también advirtió que esa visión se vuelve más urgente "a medida que la tensión geopolítica y la fragmentación continúan profundizándose de maneras que agobian a las naciones y tensan los lazos de la familia humana". Insistió en que la paz no debe entenderse como ausencia de conflicto, sino como un proceso exigente, sostenido "en el corazón y desde el corazón".
Los pobres, los más afectados por la inestabilidad global
En su ponencia, León XIV también puso el acento en los efectos concretos de la crisis mundial. "Los pobres y los marginados son los que más sufren estas convulsiones", señaló, retomando el mensaje del papa Francisco, quien sostuvo que la grandeza de una sociedad se mide por su trato hacia quienes más lo necesitan. En línea con su exhortación apostólica Dilexi te, el Pontífice pidió no apartar la mirada de quienes "se vuelven invisibles por los rápidos cambios económicos y tecnológicos".
Afirmó con claridad que "la Santa Sede no será un espectador silencioso" ante las injusticias, desigualdades y violaciones de derechos fundamentales. La diplomacia vaticana, indicó, pretende estar siempre al servicio del bien común global, con especial atención hacia "los pobres, los que se encuentran en situaciones vulnerables o marginados por la sociedad".
El Papa alentó a los nuevos embajadores a trabajar junto al Vaticano para promover una cooperación multilateral renovada en un momento de gran necesidad. Expresó su deseo de que sus misiones, con el apoyo de la Secretaría de Estado de cada país, contribuyan a "abrir nuevas puertas al diálogo, fomentar la unidad y promover esa paz que la familia humana anhela tan ardientemente".
Los países que contaron con representaciones diplomáticas este sábado fueron Uzbekistán, Moldavia, Baréin, Sri Lanka, Pakistán, Liberia, Tailandia, Lesoto, Sudáfrica, Fiyi, Micronesia, Letonia y Finlandia, quienes renovaron sus embajadas ante la Santa Sede.
