La ultraderecha alemana se prepara para hacer su mejor elección. Si bien los sondeos indican que este domingo en Alemania quedaría en primer lugar la fuerza de derecha tradicional, Unión Democristiana y Unión Social Cristiana (CDU/CSU), Alternativa por Alemania (AfD), la extrema derecha, se ubicaría como segunda fuerza. Mientras, el Partido Socialdemócrata (SPD) del actual canciller, Olaf Scholz, quedaría relegado a un tercer puesto y la izquierda de la mano de Die Linke podría volver al Parlamento. El “cordón sanitario” alemán impediría a la nueva derecha formar gobierno, pero la duda que surge es si ante una eventual buen desempeño electoral se empieza a resquebrajar el cerco que le pone un límite a un espacio como como el de AfD, acusado de tener a neonazis en sus filas.
Mapa electoral
De acuerdo a las encuestas, la CDU/CSU, espacio con el que supo gobernar Angela Merkel y que ahora lidera Friedrich Merz, con posturas más conservadoras que las de la ex canciller, mide en torno a un 27% y 32% y sería la fuerza mejor posicionada para buscar formar gobierno. La novedad de estas elecciones es que detrás del espacio de centroderecha, por primera vez aparece la AfD con el 20%- 22% de apoyo, y quedaría en un segundo lugar, bajo el liderazgo de Alice Weidel. Se trata de una líder que pese a pertenecer a un espacio que aboga por la familia tradicional y una postura anti inmigrantes, está en pareja con una mujer, que además es de Sri Lanka. Asimismo, al igual que Javier Milei, admira a Margaret Thatcher.
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Estas votaciones se llamaron de forma anticipada luego que se rompiera la coalición oficialista. El socialdemócrata Scholz llegó al poder tras formar una coalición conocida como semáforo por los colores de los partidos que la componían (socialdemócratas, verdes y liberales) y terminó con la ruptura del Partido Liberal, especialmente tras la salida de quien era ministro de Finanzas, Christian Lindner, conocido también por sus halagos a Milei. De acuerdo a las encuestas, el partido del canciller se ubica en un tercer lugar en torno a un 15%-17%. Los verdes por detrás con un 12% o 13%, los liberales se quedarían afuera y volvería al Parlamento La Izquierda Die Linke, que tiene en torno a un 9%.
“Los sondeos apuntan a que el SPD podría obtener el peor resultado de su historia. El antiguo gobierno de coalición del SPD, Verdes y FDP ya no tendría mayoría en el Bundestag, más allá del hecho que, por peleas internas no volverían a formar gobierno. Entonces, se requieren otras coaliciones para gobernar con mayoría en el Parlamento y el CDU con mayor cantidad de votos tiene el derecho de invitar a otros partidos a negociar una coalición de gobierno”, explicó a El Destape, la directora de la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) en Argentina, Svenja Blanke, espacio vinculado al Partido Socialdemócrata, sobre lo que puede pasar este domingo en Alemania.
¿Se puede romper el cordón sanitario?
En los países con sistemas parlamentarios, tras las elecciones los partidos suelen tener que formar coaliciones para poder llegar a gobernar. En el caso de Alemania existe además lo que se conoce como “cordón sanitario”, que significa que ningún espacio político haría una alianza a nivel nacional con un movimiento de ultraderecha, como es el caso de la AfD. Por lo cual, se da casi como un hecho que Alternativa por Alemania no llegaría a gobernar, pero votaciones recientes en el Parlamento junto a este espacio abrieron la incógnita si esta situación podría llegar a dejar atrás ese límite que se pusieron los movimientos políticos, incluida la derecha tradicional.
“Creo que es menos probable que se rompa el cordón sanitario después de esta elección, está fuera de cuestión para los espacios más de centro izquierda, jamás lo harían, como pasó en países como Austria, pero no es probable tampoco con los conservadores. Merz insiste en que nunca va a formar Gobierno con la extrema derecha, pero sí aceptó una colaboración a nivel de votos en el Parlamento, pero hoy me parece lo menos probable”, explicó a El Destape, el director de la oficina de la Fundación Rosa Luxemburgo en Buenos Aires, Torge Loeding, espacio alemán vinculado al Partido de izquierda Die Linke, al afirmar que si bien el líder democristiano actual es más conservador que Merkel, no cree que en Alemania suceda lo que pasó en su país vecino con el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ).
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Al igual que Loeding, son varios los análisis que sugieren que sería imposible que se vulnere el cerco alemán que impide a la ultraderecha llegar al gobierno. El propio Scholz días atrás pidió que se mantenga este acuerdo. Sin embargo, desde la AfD le hicieron el pedido explícito al líder democristiano Merz para que siga los pasos de Austria. En ese contexto, la ultraderechista Weidel aseguró que “quien intenta ignorar la clara voluntad de los votantes daña la democracia y acaba por fracasar tarde o temprano" y advirtió: “También aquí al cordón sanitario le llegará su hora dentro de poco. Es la hora de actuar por Alemania".
Para la directora de FES, ya se vulneró ese cero recientemente cuando el espacio de centro derecha votó una legislación en el Bundestag con el apoyo de la ultraderecha. “El cordón sanitario ya se rompió con la votación de hace algunas semanas en el Parlamento cuando el líder del CDU empujó un voto para restringir la inmigración de refugiados con el respaldo de la AfD como maniobra muy especial e inédita en esta campaña electoral. Ahora el señor Merz dice que no va a formar gobierno con la AfD. Veremos que pasa en los próximos años, no solamente meses”, agregó la especialista alemana, ante la duda que hay de romper con un cerco clave en la política de su país.
La agenda
“En la campaña hay tres temas grandes que se discuten. Primero, el alto costo de la vida se critica en varios sectores. Los empresarios dicen que es culpa de los Verdes o su plan de transformación ecologista. La guerra en Ucrania es la otra preocupación. Hay miedo que esta guerra pueda extenderse y que pueda involucrar a Alemania de una forma más directa. Y, finalmente, el tema de la migración con algunos atentados en los últimos meses y la pérdida de varias vidas”, contó Loeding, sobre los principales temas de agenda electoral para esta votación adelantada.
Si bien el directo de la Fundación Luxemburgo sostiene que la coalición gobernante no dejará un saldo “muy positivo” de su administración, también reconoce que, al poco tiempo de haber asumido Scholz, comenzó la guerra en Ucrania que dejó al país es una situación más compleja. Se decidió enviar armas e incluso aumentar el gasto en Defensa, al mismo tiempo que el reemplazo del gas y petróleo ruso llevó a un mayor costo de vida. Con respecto a los discursos contra la migración, que florecen con casos recientes en los que detrás de asesinatos que conmocionaron al país estaba un inmigrante, Loeding aseguró:” “No puedes culpar a los migrantes en general, hay gente con problemas o fanáticos y tienes que encontrar alguna respuesta a estos actos de violencia, cerrar las fronteras no va a cambiar la situación”.
En una línea similar, Blanke recuerda el impacto que tuvo la guerra de Ucrania en los objetivos primordiales del gobierno de Scholz. Destacó como un logro la energía eólica, por ejemplo. Sostuvo que la cuota de energías renovables en el mix eléctrico pasó del 44% en el 2021 al 62% en el primer semestre del 2024. También sumó el aumento del salario mínimo y de becas de estudio. Además, agregó que se levantó la llamada prohibición de publicidad de abortos y se aprobó lo que se conoce como billete Alemania de 49 euros, que permite viajar desde los Alpes hasta el mar Báltico en tren con ese mismo billete mensual.
“Lo que será el legado de Scholz lo sabremos más bien en el futuro, pero una palabra clave del gobierno era la “Zeitenwende” -cambio de época-, que era la estrategia después de la invasión en Ucrania. Lamentablemente, más allá de un mayor financiamiento para el Ejército alemán, quedaron sin definir bien el resto de las políticas y, en vez de empujar esta agenda de transformación y empuje en infraestructura, ahora sólo se recuerdan las peleas por el rumbo del Gobierno. A Olaf Scholz se le considera un canciller con mucho conocimiento y tranquilo. Probablemente demasiado tranquilo y sosegado para los tiempos que corren”, concluyó Blanke sobre la administración actual.
Alemania es la primera economía de la Unión Europea y a su vez el país más poblado de ese bloque, por lo cual tiene una relevancia especialmente en el Viejo Continente. Europa se vio en los últimos días vapuleada por las acciones de Donald Trump y los desaires como dejar afuera de las conversaciones para poner fin a la guerra, no solo a la propia Ucrania sino también al resto de los europeos. En el medio, tanto el vice, James Vance, como Elon Musk, salieron a apoyar fuertemente a la ultraderecha en esta elección. Lo que definan las elecciones y los consiguientes acuerdos podrían marcar un freno a las posturas del republicano o un alineamiento más fuerte.