El nuevo primer ministro interino de Siria dijo que su objetivo es traer de vuelta a millones de refugiados sirios, proteger a todos los ciudadanos y proporcionar servicios básicos, pero que la reconstrucción sería difícil porque el país carece de divisas.
"En las arcas sólo hay libras sirias, que valen poco o nada. Un dólar compra 35.000 de nuestras monedas", declaró Mohammed al-Bashir al diario italiano Il Corriere della Sera.
"No tenemos divisas y en cuanto a préstamos y bonos todavía estamos recopilando datos. Así que sí, financieramente estamos muy mal", dijo Bashir, que dirigió una administración liderada por los rebeldes en una zona del noroeste de Siria antes de la ofensiva relámpago que derrocó al presidente Bashar al-Assad.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
El nuevo Gobierno está tratando de conseguir fondos para reconstruir Siria, una tarea colosal tras una guerra civil que dejó miles de muertos. Las ciudades han sido bombardeadas hasta quedar en ruinas, las zonas rurales están despobladas y la economía está destruida por las sanciones internacionales. Millones de refugiados siguen viviendo en campamentos tras uno de los mayores desplazamientos de los tiempos modernos.
Las autoridades estadounidenses están relacionándose con cautela con los antiguos rebeldes, aunque estén dirigidos por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), antigua filial de Al Qaeda en Siria.
El nuevo gobierno debe "mantener compromisos claros de respetar plenamente los derechos de las minorías, facilitar el flujo de ayuda humanitaria a todos los necesitados e impedir que Siria sea utilizada como base para el terrorismo o suponga una amenaza para sus vecinos", dijo en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Últimamente, HTS ha restado importancia a sus raíces yihadistas, pero sigue estando designada como organización terrorista por Naciones Unidas, Estados Unidos, la Unión Europea, Turquía y otros países.
Se espera que el comportamiento de las nuevas autoridades permita suavizar las sanciones de guerra impuestas a Damasco bajo el régimen de Assad, así como las prohibiciones por terrorismo impuestas a los rebeldes que lo derrocaron.
Dos congresistas estadounidenses de alto rango, un republicano y un demócrata, escribieron una carta pidiendo la suspensión de algunas sanciones a Siria. Este mes se renuevan las sanciones más severas impuestas por Estados Unidos en tiempos de guerra y los antiguos rebeldes dijeron a Reuters que están en contacto con Washington para estudiar la posibilidad de suavizarlas.
El nuevo gobierno comunicó a los empresarios que adoptará un modelo de libre mercado e integrará al país en el sistema financiero mundial tras décadas de control estatal, dijo a Reuters el director de la Cámara de Comercio de Damasco, Bassel Hamwi.
"CAMINEN JUNTOS EN AMISTAD"
El mundo estará muy atento para ver si los nuevos gobernantes de Siria pueden evitar los ataques de venganza tras una brutal guerra civil librada por motivos sectarios y étnicos.
En su primer discurso en la televisión estatal, Bashir apareció delante de dos banderas: la verde, negra y blanca de los opositores a Assad junto a una bandera blanca con el juramento islámico de fe escrito en negro, que suelen enarbolar los combatientes islamistas suníes.
Un residente de Qardaha, ciudad natal de la familia de Assad, en el bastión costero de la secta minoritaria alauí, dijo que combatientes islamistas suníes incendiaron y destruyeron el mausoleo del padre de Assad, Hafez, en los últimos dos días, infundiendo miedo entre los residentes que habían prometido cooperar con los nuevos gobernantes.
El papa Francisco, en sus primeras declaraciones públicas sobre Siria desde la caía de Assad, pidió a los diversos grupos religiosos del país que "caminen juntos en amistad y respeto mutuo por el bien de la nación". Entre las numerosas sectas minoritarias de Siria hay varios ritos católicos ancestrales.
Rusia advirtió sobre la perspectiva de un retorno del Estado Islámico, el grupo yihadista que estableció un violento miniestado en franjas de Siria e Irak entre 2014 y 2017.
Para los refugiados, la perspectiva de volver a casa ha supuesto una mezcla de alegría y dolor por las penurias del exilio.
La victoria de los rebeldes fue un golpe para la alianza de grupos armados iraníes del "Eje de la Resistencia", que también incluye a Hezbolá en Líbano, grupos en Irak, los hutíes de Yemen y Hamás.
En un discurso recogido por los medios estatales, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, se mostró desafiante: "Cuanta más presión ejerzan, más fuerte será la resistencia. Cuantos más crímenes cometan, más decidida se volverá. Cuanto más luchen contra ella, más se expande".
Israel desplazó tanques a través de la frontera y lanzó ataques aéreos para destruir el material del desaparecido Ejército sirio y evitar que las armas caigan en manos hostiles.
Con información de Reuters