El ejército israelí informó el martes de que había entregado cientos de paquetes de alimentos en las zonas aisladas del norte de Gaza, mientras los combates se recrudecían antes de la fecha límite impuesta por Estados Unidos a Israel para que haga llegar más ayuda al enclave palestino o se enfrente a recortes en la asistencia militar.
El personal médico palestino dijo que al menos 24 personas habían muerto en ataques israelíes en diferentes partes de la Franja de Gaza durante la noche y el martes, incluidas 10 personas muertas en una casa de Beit Hanún y otras dos en la cercana ciudad de Beit Lahiya.
Cuatro soldados israelíes murieron en el norte de Gaza, según el ejército.
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Durante más de un mes, los soldados israelíes han estado asediando el extremo norte de Gaza en una ofensiva que, según el ejército, tiene por objeto expulsar a los milicianos de Hamás que se están reorganizando en la zona en torno a la ciudad de Jabalia.
El ejército afirma que ha matado o capturado a cientos de combatientes, pero Israel se enfrenta a una creciente presión internacional por la desastrosa situación humanitaria en la que se encuentran los civiles, que llevan semanas sin recibir ayuda.
"Estamos siendo testigos de casos alarmantes de desnutrición entre niños y adultos. Nos está costando proporcionar siquiera una comida al día a nuestros trabajadores hospitalarios ante este escenario de grave escasez de alimentos y suministros médicos", dijo Husam Abu Safiya, director del hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza.
"Estamos perdiendo vidas todos los días debido a la falta de atención especializada y de recursos", añadió.
Esta semana, se espera que la Administración saliente de Estados Unidos juzgue si Israel ha hecho lo suficiente para cumplir una exigencia formulada el mes pasado para que fluya más ayuda a Gaza, ahora reducida a un erial tras más de un año de guerra.
La semana pasada, un comité de expertos mundiales en seguridad alimentaria advirtió de la gran probabilidad de que la hambruna fuera inminente en ciertas zonas del norte de Gaza, afirmación que Israel rechazó.
A medida que se acerca el plazo de 30 días impuesto por Washington, las autoridades israelíes se han apresurado a cumplir algunas de las exigencias estadounidenses, pero sigue sin estar claro si se ha hecho lo suficiente para satisfacerlas.
El martes, el ejército dijo que había abierto un quinto paso fronterizo hacia Gaza, una de las exigencias de Estados Unidos, que, según dijo, ayudaría a hacer llegar alimentos, agua, suministros médicos y material de refugio al centro y sur de la Franja.
Indicó que un día antes se habían entregado cientos de paquetes de alimentos y miles de litros de agua a centros de distribución para civiles en la zona de Beit Hanún, en el extremo norte de Gaza.
Desde octubre se han entregado 741 camiones de ayuda en el norte de Gaza a través del paso fronterizo de Erez, mientras que 244 pacientes han sido evacuados para recibir tratamiento.
Sin embargo, los grupos internacionales de ayuda afirmaron que el esfuerzo no era suficiente y que la operación militar israelí en el norte de Gaza había empeorado la situación.
CONTINÚAN LOS COMBATES
A pesar de que los militares anunciaron las entregas, las perspectivas de un acuerdo para detener los combates parecían tan distantes como siempre, teniendo en cuenta que el inminente regreso de Donald Trump como presidente de Estados Unidos da un espaldarazo a los partidarios de la línea dura del Gobierno israelí.
El presidente saliente, Joe Biden, ha ofrecido un fuerte respaldo a Israel desde que hombres armados dirigidos por Hamás atacaran Israel el pasado octubre matando a 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes. Sin embargo, a medida que aumentan las víctimas de la campaña israelí en Gaza, las relaciones con el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu se han ido deteriorando.
Más de 43.500 palestinos han muerto en Gaza en el último año y la Franja ha quedado reducida a un páramo de edificios destrozados y montones de escombros donde más de 2 millones de gazatíes buscan refugio como pueden.
La campaña militar de Israel en el norte de Gaza y la evacuación de decenas de miles de palestinos de la zona ha alimentado las acusaciones de palestinos y otras voces de que está despejándola para utilizarla como zona de seguridad y, potencialmente, para el regreso de colonos judíos después de la guerra.
El martes, los residentes afirmaron que los tanques israelíes avanzaron más profundamente en Beit Hanún y asediaron a cuatro familias desplazadas antes de ordenarles que se marcharan hacia la ciudad de Gaza.
El ejército israelí ha negado tal intención y Netanyahu ha dicho que no quiere dar marcha atrás en la retirada de colonos de Gaza en 2005. Los partidarios de la línea dura de su Gobierno han hablado abiertamente de volver.
El lunes, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, dijo que, con el respaldo del próximo Gobierno Trump, esperaba que Israel pudiera anexionarse partes del territorio bajo ocupación israelí de Cisjordania ya el año que viene, aunque no se ha tomado ninguna decisión formal del gabinete.
No obstante, el llamamiento fue condenado por Qatar, que ha afirmado que detendrá sus esfuerzos para mediar en un alto el fuego en Gaza y el retorno de los rehenes hasta que ambas partes muestren "voluntad y seriedad".
Con información de Reuters