Cuáles son las diferencias entre monotributo y autónomo

Se tratan de dos regímenes que implican una forma de inscripción ante la ARCA. Punto por punto, en qué se diferencian.

26 de noviembre, 2025 | 11.44

Los regímenes de monotributo y autónomos son dos categorías impositivas administradas por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y destinadas a trabajadores independientes, aunque presentan diferencias centrales en su funcionamiento. Su vigencia quedó en cuestión en medio del debate por la reforma laboral de Javier Milei en la Argentina. 

El monotributo, creado en 1998, es un régimen simplificado pensado para pequeños contribuyentes. El pago mensual integra tres componentes: el impuesto nacional (IVA y Ganancias), el aporte previsional y la obra social.

El monto a abonar depende de la categoría del contribuyente, que va desde la A -la más baja- hasta la K —la más alta—. La escala se define según la facturación anual, la superficie afectada a la actividad, el consumo de energía, los alquileres devengados y el precio unitario máximo de venta. La recategorización se realiza dos veces al año.

Cuál es la diferencia entre ser monotributista o autónomo

En cambio, los autónomos, inscriptos como Responsables Inscriptos dentro del Régimen General, agrupan a quienes trabajan por cuenta propia y superan el tope de ingresos previsto por el monotributo. En este régimen no existe un pago único que reúna todas las obligaciones: el contribuyente debe abonar mensualmente el aporte jubilatorio y el IVA, y presentar cada año la declaración jurada de Ganancias, con el pago correspondiente.

A diferencia del monotributo, el régimen de autónomos no impone límites de facturación, ni restricciones sobre la cantidad de empleados o la superficie utilizada para desarrollar la actividad. Tampoco exige recategorizaciones semestrales.

Tanto autónomos como monotributistas deben inscribirse en Ingresos Brutos en la provincia donde realizan su actividad. Para los monotributistas, algunas jurisdicciones ofrecen el Monotributo Unificado, que permite cancelar tributos nacionales y provinciales en un solo pago.

La inscripción a Ingresos Brutos se gestiona ante los organismos provinciales (como ARBA en la provincia de Buenos Aires y AGIP en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Quienes facturan en más de una provincia deben adherirse al Convenio Multilateral.

Otra diferencia importante está en la emisión de comprobantes: los autónomos utilizan facturas tipo A y B —por ser responsables inscriptos en IVA—, mientras que los monotributistas emiten facturas tipo C.

Por último, dentro del Régimen General existe la obligación de llevar libros contables de compras y ventas, una exigencia que no alcanza a los pequeños contribuyentes del monotributo.

La discusión por la reforma laboral y el monotributo

La reforma laboral impulsada por Javier Milei en 2025 volvió a instalar la discusión sobre productividad, costo laboral y formalización en un mercado de trabajo estancado. El proyecto apunta a modificar convenios colectivos, flexibilizar contrataciones, reducir litigiosidad y habilitar esquemas de indemnización alternativos. 

El gobierno admitió oficialmente que la reforma laboral que planea impulsar a partir de diciembre incluirá cambios al régimen del monotributo. Según el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger —en nombre del equipo económico—, se busca “ordenar” las alícuotas entre los distintos regímenes (relación de dependencia, autónomos y monotributo), ya que hoy “son muy diferentes”. 

Los topes de facturación de cada categoría del Monotributo

Las escalas vigentes hasta febrero del 2026 son las siguientes:

  • Categoría A: $8.992.597,87

  • Categoría B: $13.175.201,52

  • Categoría C: $18.473.166,15

  • Categoría D: $22.934.610,05

  • Categoría E: $26.977.793,60

  • Categoría F: $33.809.379,57

  • Categoría G: $40.431.835,35

  • Categoría H: $61.344.853,64

  • Categoría I: $68.664.410,05

  • Categoría J: $78.632.948,76

  • Categoría K: $94.805.682,90