Las acciones y los bonos franceses recibían presión vendedora el miércoles, llevando la prima que el Estado paga por la deuda a largo plazo a su nivel más alto desde la crisis de la zona euro de 2012, ante la inquietud de los inversores por el destino del nuevo Gobierno y su presupuesto.
El primer ministro, Michel Barnier, declaró el martes a la cadena francesa TF1 que Francia podría enfrentarse a turbulencias fiscales si su Gobierno cayera.
La líder de extrema derecha, Marine Le Pen, ha amenazado con derrocar al Gobierno de coalición de Francia en una moción de censura, debido a un desacuerdo con Barnier sobre el presupuesto propuesto, que contiene medidas para recortar el gasto y aumentar los impuestos.
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"Habrá una gran tormenta y turbulencias muy graves en los mercados financieros", dijo Barnier al ser preguntado por las posibles consecuencias para los mercados si el presupuesto no sale adelante.
En París, el selectivo CAC 40 caía un 1,2%, convirtiéndose en el índice que más caía de Europa, mientras las acciones de BNP Paribas , Société Générale y Crédit Agricole caían entre un 2,6 y un 3,8%.
Por su parte, la prima de los rendimientos de la deuda pública francesa a 10 años sobre los rendimientos alemanes subió brevemente hasta 90 puntos básicos (pb), el máximo en más de 12 años.
"Los diferenciales franco-alemanes están en su punto más alto desde 2012 y eso es un desafío para la zona euro en su conjunto", dijo el director de inversiones de St James Place, Justin Onuekwusi.
Esta brecha, o diferencial, se ha ido ampliando en las últimas semanas a medida que los inversores exigen una prima más alta por el riesgo adicional de mantener deuda francesa, en lugar de la alemana de referencia.
Hace seis meses, el diferencial era casi la mitad del actual, unos 47 puntos básicos. Se disparó por encima de los 80 puntos básicos cuando el presidente Emmanuel Macron convocó unas elecciones anticipadas en junio, aumentando la preocupación de los inversores sobre la estabilidad política de Francia y sus finanzas.
Con las finanzas públicas francesas cada vez más fuera de control, el proyecto de presupuesto para 2025 pretende ahorrar 60.000 millones de euros (63.100 millones de dólares) mediante subidas de impuestos y recortes del gasto. El objetivo es reducir el déficit al 5% del PIB el año que viene, frente al 6% de este año.
El Senado empieza a examinar el proyecto de presupuesto el lunes.
(Reporte adicional de Leigh Thomas en París y Dhara Ranasinghe y Yoruk Bahceli en Londres; gráficos de Harry Robertson y Samuel Indyk; edición de Alexandra Hudson y Bernadette Baum; edición en español de Tomás Cobos)