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Por Joan Faus y Horaci Garcia
VALVERDE, ESPAÑA, 21 nov (Reuters) - El Hierro, una pequeña isla en el océano Atlántico, es el frente europeo más reciente en la lucha contra la inmigración irregular. Casi el doble de inmigrantes que de residentes han desembarcado este año en la más meridional de las Islas Canarias, archipiélago perteneciente a España.
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Un domingo de finales de octubre, un grupo de 30 adolescentes de Mali y Senegal, algunos con camisetas de fútbol y auriculares en el cuello, caminaban por una plaza desierta de la capital, Valverde. Algunos vecinos los observaban en silencio.
Al otro lado de la localidad se amontonaban sillas en el salón de actos del hospital Nuestra Señora de los Reyes para hacer sitio a las camas destinadas a los inmigrantes clandestinos, que a menudo sufren hipotermia, deshidratación o heridas tras la travesía de aproximadamente ocho días desde África.
Destinadas a los 11.400 habitantes de la isla, las 31 camas normales del hospital acogen ahora a personas que huyen de la violencia yihadista y los problemas económicos de Mali, así como de la agitación y la pobreza de Senegal y Marruecos.
Unos 19.400 inmigrantes ilegales habían llegado a El Hierro para mediados de noviembre, según la Cruz Roja.
"El hospital está saturado", dijo a Reuters Teresa Camacho, de 67 años, a las puertas del centro. Dijo que le cancelaron una cita para hacerles sitio a los inmigrantes.
El jefe médico del hospital, Luis González, que acude al puerto para evaluar el estado de salud de las personas que llegan en cayucos, dijo que desconocía esta situación, pero añadió que el personal está agotado.
La sala de urgencias se ha extendido a un pasillo, hay una tienda de campaña en el aparcamiento y en el puerto ahora hay tiendas de campaña de primeros auxilios.
Este año, El Hierro, que no acepta vuelos directos de fuera del archipiélago, ha recibido la mitad de todas las llegadas de inmigrantes irregulares a Canarias, comunidad autónoma de España.
Canarias ha registrado este año el mayor aumento de llegadas por mar de la Unión Europea, según datos de la agencia fronteriza de la UE, Frontex. Hasta el 15 de noviembre habían recibido un total de 39.713 inmigrantes, un 23% más que en el mismo periodo del año anterior, según el Ministerio del Interior español.
El aumento se produce a pesar de que las llegadas ilegales de inmigrantes a la UE se redujeron un 43%, hasta 191.900, hasta octubre de este año, según Frontex. Esto incluye un descenso del 62% en Italia, donde la primera ministra Giorgia Meloni ha hecho de la lucha contra la inmigración una prioridad.
La mayoría de los que se dirigen a Canarias abandonaron sus hogares en África. Las redes de contrabando han aprovechado la inestabilidad en la región del Sahel, en la que se ha incrementado la insurgencia islamista en Mali, y están enviando más embarcaciones, según Chris Borowski, portavoz de Frontex. Las llegadas suelen aumentar en el invierno boreal, según Borowski.
Las Canarias han atraído a casi 10.000 malienses entre enero y agosto, frente a los 784 del mismo periodo del año pasado, según los últimos datos disponibles de Frontex. Los senegaleses fueron el segundo grupo más numeroso y los marroquíes el tercero. Embarcan en Mauritania, Senegal y Gambia y navegan hacia el oeste, por el Atlántico, hasta el archipiélago.
Los inmigrantes que llegan a Italia proceden principalmente de Bangladés y Siria, a través de Libia y Túnez, y luego cruzan el Mediterráneo central.
Meloni y la UE han reforzado los acuerdos con Libia y Túnez para controlar la salida de embarcaciones desde allí. Esfuerzos similares del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, con dirigentes de Mauritania, Senegal y Gambia este año han frenado el ritmo de aumento, pero no lo han invertido.
Presionado por la oposición conservadora y el Gobierno canario para frenar la inmigración ilegal, el socialista Sánchez ha señalado que la inmigración es necesaria para la economía y el estado del bienestar de España, y ha prometido facilitar el asentamiento de los inmigrantes.
Sin embargo, una encuesta publicada en octubre por el diario El País reveló que el 57% de los encuestados en toda España pensaba que había demasiados inmigrantes en el país.
La inmigración irregular solo representa entre el 5% y el 10% de todas las llegadas migratorias a Europa, según Alberto Ares, investigador sobre migraciones en la Universidad Pontificia Comillas, de España, y director de una red europea de apoyo a los refugiados.
"La ruta alternativa es hacia Canarias y crece porque otras rutas están bloqueadas", dijo refiriéndose a los acuerdos de seguridad con países como Turquía y Marruecos.
Italia sigue siendo el principal destino de la UE para los inmigrantes irregulares, con 55.000 llegadas en los 10 primeros meses de este año, según datos de Frontex.
Aun así, el Gobierno canario afirma que se enfrenta a un reto especial por el número de niños y jóvenes no acompañados. Más de 5.600 menores están tutelados por las autoridades regionales, alojados en centros de acogida y escolarizados.
El vicepresidente canario, Manuel Domínguez, del Partido Popular, conservador, dijo en una entrevista que su Gobierno había ampliado a más del doble los centros de acogida para menores en aproximadamente un año, pasando de 30 a 84.
"Seguimos entendiendo que solos no podemos atender esta avalancha constante que estamos padeciendo en nuestra tierra", dijo Domínguez, que afirmó que el archipiélago no ha recibido ninguna ayuda económica de Madrid. Sin embargo, un portavoz del Ministerio español de Migración dijo que había concedido al Gobierno canario 100 millones de euros (106 millones de dólares) para 2022 y 2023 y acordado otro paquete de 50 millones de euros para este año.
CAMBIO DE RUTAS
En el puerto de La Restinga, en El Hierro, los equipos de rescate están alerta 24 horas al día, 7 días a la semana, para detectar nuevas llegadas, y no todas de personas vivas. Se cree que 63 de los 90 pasajeros de una barcaza se ahogaron en septiembre frente a El Hierro, el peor naufragio registrado en Canarias. Solo se encontraron nueve cadáveres.
Solamente en el primer fin de semana de noviembre unos 1.000 migrantes fueron rescatados de 21 cayucos en el archipiélago, según un portavoz de los guardacostas españoles.
Los migrantes suelen pagar entre 400 y 1.500 euros por una travesía de hasta 2.200 kilómetros (1.400 millas) desde África Occidental, dijo una fuente de seguridad española, que pidió no ser nombrada por no estar autorizada a hablar con los medios. Los asientos situados en la popa, cerca del capitán, son los más caros.
El Hierro es la isla canaria más alejada de África, y la ruta por mar abierto es extremadamente peligrosa. Las autoridades creen que los contrabandistas recurrieron a ella el año pasado para evitar las patrullas de guardacostas africanos y españoles en las aguas entre el continente y otras islas Canarias, dijo Alexis Ramos, portavoz de la Cruz Roja en El Hierro.
Los menores no acompañados permanecen en El Hierro, pero la mayoría de los adultos que sobreviven al viaje son trasladados finalmente a Tenerife, una isla de mayor tamaño de las Canarias, donde permanecen en campamentos. Pueden circular libremente por España mientras se tramitan sus solicitudes de asilo; algunos siguen adelante a través de las porosas fronteras terrestres de Europa.
Un maliense de 28 años dijo que había llegado a El Hierro este año desde Mauritania, dejando atrás a su esposa. Dos de sus familiares fueron asesinados, dijo, al tiempo que pedía que no se revelara su nombre porque temía por su propia seguridad. Ganarse la vida en la agricultura se había vuelto imposible.
"No podía aguantar más", dijo el hombre, que no sabe leer ni escribir, en el exterior de un campamento en Tenerife. "Vine aquí porque tenía miedo, pero ahora no sé qué hacer."
LLEGADAS DESDE ASIA
Los migrantes buscarán rutas alternativas mientras las vías legales de migración sigan siendo esquivas y no se aborden las causas profundas de la migración, afirmó el investigador Ares.
A El Hierro llegan personas incluso de más lejos.
Varios paquistaníes en Tenerife contaron a Reuters que les pagaron a los contrabandistas hasta 16.000 euros cada uno por el viaje, volando a Senegal a través de Emiratos Árabes Unidos y Etiopía, y embarcando desde Mauritania.
Abid Hussain, de 39 años, era uno de los 65 paquistaníes de una embarcación de 76 personas que llegó en octubre. Dijo que se embarcó en un viaje marítimo de cinco días desde Mauritania después de dos años intentando obtener un visado para Italia, adonde emigraron su esposa y sus dos hijos en 2023.
"No hay futuro en Pakistán. La vida europea es más fácil para los niños", dijo Hussain, que procede de una familia pobre.
Entre enero y agosto, 91 pakistaníes llegaron a Canarias, frente a los cuatro de todo 2023, según datos de Frontex.
Un responsable canario dijo que a las autoridades les preocupa que las llegadas esporádicas desde Pakistán, Afganistán y Yemen puedan indicar un cambio permanente de los flujos migratorios debido al endurecimiento de los controles de las autoridades libias sobre las embarcaciones que parten hacia Italia.
CONTROLES MÁS ESTRICTOS
La policía española lleva mucho tiempo operando en Senegal, Mauritania y Gambia para reforzar los controles fronterizos, pero ahora Madrid quiere reforzar esas relaciones, en la línea de sus acuerdos con Marruecos que ayudaron a reducir las llegadas de migrantes desde allí.
España pidió a Frontex que reiniciara una operación de vigilancia aérea y marítima, que terminó en 2018, en Mauritania, Senegal y Gambia.
Para que eso ocurra, la Comisión Europea debe llegar primero a un acuerdo con los países africanos sobre cómo funcionaría.
Un portavoz de la Comisión dijo que está trabajando para intensificar el diálogo y la cooperación sobre migración con Mauritania y Senegal, pero no dio más detalles.
España también quiere aumentar las expulsiones. Solo 2.760 de un total de 56.852 inmigrantes irregulares fueron deportados a sus países de origen el año pasado, según datos oficiales.
España aún no tiene acuerdos de deportación con Mali, Gambia o Senegal, según un registro público de acuerdos del Ministerio de Migración español.
(1 dólar = 0,9461 euros)
Con información de Reuters