La administración de Javier Milei espera la sanción de la denominada “Americas Act” en el Congreso de Estados Unidos para adherir sin posibilidad de negociación de cláusulas particulares al actual tratado de libre comercio que vincula a ese país con Canadá y México y sumarse a la de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP), según las conversaciones que mantiene la Cancillería argentina y declaraciones del canciller Gerardo Werthein. Antes de eso, Milei necesita que el Mercosur anule la decisión 32, que no permite a ninguno de los estados partes la firma de acuerdos bilaterales que no hayan sido negociados por el bloque. Lo buscará este jueves y viernes, cuando participe en Montevideo de la 65° reunión de presidentes del bloque regional. Hubo otros presidentes que lo intentaron y no lo lograron, como el también argentino Mauricio Macri o el uruguayo Luis Lacalle Pou.
El Gobierno argentino se comprometió a cumplir las regulaciones de transparencia y buena gobernanza y “los altos estándares laborales y la sostenibilidad ambiental” de las leyes estadounidenses, una de las condiciones que incluirá la Americas Act para firmar acuerdos de libre comercio con Estados Unidos. Por ahora, el gobierno de Estados Unidos se garantizó preferencia sobre la exportación de minerales argentinos y solo se comprometió a “seguir conversando” sobre el interés local de acceder al mercado de productos agrícolas, donde la vigencia de barreras fitosanitarias frenan el ingreso de limones argentinos.
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El Congreso de Estados Unidos debate el proyecto denominado Americas Act, una iniciativa bipartidista y bicameral, lo que garantiza contar con el respaldo de los dos partidos, el actual oficialismo demócrata y el republicano, que tomará la posta desde el 20 de enero, cuando asuma la presidencia del país Donald Trump. El proyecto fue elaborado por los senadores Bill Cassidy y Michael Bennet junto a los congresistas María Elvira Salazar y Adriano Espaillat y busca establecer un mecanismo de adhesión permanente a los tratados de libre comercio que firmó Estados Unidos.
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Un nuevo ALCA para frenar a China
El propósito es neutralizar la creciente influencia industrial y geopolítica de China en la región, recuperando la cadenas de suministros y atrayendo al continente a firmas que hoy producen en el sudeste asiático, a través de lo que definen como “un esfuerzo de varios miles de millones de dólares con el objetivo de expandir el comercio intra-hemisférico, generar oportunidades de inversión y crear empleos, abordando la crisis migratoria en sus orígenes”.
Argentina dio el primer paso para la adhesión en una cumbre realizada en junio pasado bajo el paraguas de la cuarta reunión del Consejo de Comercio e Inversiones del Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones entre Estados Unidos y Argentina (TIFA, por sus siglas en inglés).
Esa reunión fue presidida por Daniel Watson, Representante Comercial Adjunto de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, y el subsecretario de Negociaciones Económicas Internacionales e Integración de la Cancillería argentina, Gabriel Martínez. Cada parte estuvo acompañada por un amplio equipo interinstitucional, que incluyó al Departamento de Comercio, de Estado y de Agricultura de Estados Unidos y representantes de Cancillería y las Secretarías de Minería, Salud, Comercio, Bioeconomía, Planeamiento Estratégico Normativo, Trabajo y del Banco Central de Argentina.
En la declaración final, expresa el interés de Estados Unidos por imponer la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP) y “Argentina expresó su determinación de unirse a ese esfuerzo regional y Estados Unidos acogió con beneplácito el interés de Argentina en unirse y se comprometió a mantener informada a la Argentina sobre los avances en el establecimiento de un mecanismo de expansión para nuevos miembros”.
Ese mecanismo de expansión es la Americas Act que debate el Congreso estadounidense y que el canciller Gerardo Werthein, en una entrevista, reconoció que es el instrumento que espera Argentina para “sumarse al tratado de libre comercio que tiene con Canadá y México”. “Gracias, Ministro Werthein, por la mención. Argentina ¡sería un socio excelente para nuestra Ley de las Américas!”, le respondió el senador Bill Cassidy por la red social X y arrobó para que el mensaje llegue a destino a la Cancillería argentina y al presidente Milei.
La declaración conjunta expresa que ambos países “compartieron su ambición de profundizar las relaciones comerciales bilaterales y destacaron el importante papel del compromiso bilateral en la diversificación de las cadenas de suministro regionales para un crecimiento sostenible a largo plazo, incluyendo sectores clave como los minerales críticos”. Este punto hace referencia a la necesidad de Estados Unidos de garantizarse cadenas de suministro que reemplacen a China.
Agrega que “además, dialogaron sobre la importancia de la transparencia, la buena gobernanza, los altos estándares laborales y la sostenibilidad ambiental para apoyar el comercio, la inversión y a los trabajadores tanto en Estados Unidos como Argentina”, un punto exigido por los congresistas, que se niegan a seguir aprobando tratados que atenten contra el trabajo en su país. Por eso, insistió en que “Estados Unidos destacó el papel fundamental de estos temas en el ámbito comercial de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP)”.
Qué puede ganar Argentina
La posición Argentina se limita a pedir por el acceso de los limones al mercado estadounidense. “En cuanto a la agricultura, decidieron seguir debatiendo los intereses de ambas partes en materia de acceso a los mercados” y “acordaron reunirse a nivel técnico en el próximo trimestre para revisar el estado de los asuntos pendientes y continuar el compromiso regular para resolver las preocupaciones”.
“En cuanto al acceso de los cítricos dulces argentinos a Estados Unidos, Argentina subrayó su trabajo para cumplir con los requisitos estadounidenses para la importación de cítricos dulces, y que espera que el Servicio de Inspección de la Sanidad Animal y Vegetal de los Estados Unidos (APHIS) publique pronto el Análisis de Riesgo de Plagas (ARP)”, sostiene. Nada concreto se llevó Argentina.
Desde la firma de la declaración conjunta expresando el deseo argentino de adherir a la la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP) el país concretó un acuerdo trascendental para Estados Unidos, que reveló Sebastián Premici en El Destape referido al acceso a información privilegiada sobre los minerales argentinos.
“El Gobierno nacional de la República Argentina tiene la intención de proveer información a los Estados Unidos respecto de potenciales licitaciones y proyectos en el país tan pronto como dicha información se encuentre disponible. El Gobierno Nacional hará todo lo que se encuentre a su alcance para alentar a los gobiernos subnacionales (las provincias) a proporcionar esta información lo antes posible para garantizar que las empresas con sede en los Estados Unidos y los socios de la Asociación para la Seguridad de los Minerales tengan suficiente tiempo para participar”, dice el documento rubricado por la entonces canciller Diana Mondino y José Fernández, subsecretario de Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente de los Estados Unidos.