El tango, ritmo bailado con los ademanes de la seducción, guarda una verdad histórica que pocos conocen y de la que no hay mayores explicaciones en la historia del género musical. Aunque pocos lo saben, en sus inicios, el ritmo era solo bailado por hombres en los burdeles y cafés bajos de Buenos Aires de finales del siglo XIX.
Originalmente, fue música y danza de las clases populares. Nació así como un lenguaje en común entre nativos criollos, inmigrantes europeos y descendientes de esclavos africanos. No tenían la misma lengua, pero compartían los compases. La raíz del género es multiétnica y pluricultural. Una mezcla de candombe, milonga, polka y vals, entre otros géneros musicales. Mixtura que se transformó en ese producto tan particular que hoy nos representa en todo el mundo. Y aunque con el paso de las décadas el baile del tango se sofisticó ninguno de los historiadores del género da una respuesta oficial de por qué en principio era una danza bailada entre hombres.
Sí hay algunas teorías al respecto: una de ellas apunta a que por la escasez de mujeres en la Buenos Aires de ese momento, el tango nació como un baile de hombres en los encuentros sociales. Pero hay una segunda teoría que indica que los inmigrantes que se juntaban en los "arrabales" o bares de la ciudad encontraban en el tango una forma de mostrar su hombría. Por esto, dicha teoría remarca que los hombres no bailaban el tango brazo con brazo, sino como una simulación de un combate.
La primera canción del género formalmente creada es, según algunas fuentes oficiales, “El entrerriano”. El autor a quien se atribuye esta obra de 1897 fue el compositor y pianista afroporteño Anselmo Rosendo. El entrerriano sería, así, el tema que dio origen a la llamada “guardia vieja” del tango. En la década de los cuarenta fue el boom del tango en Buenos Aires. Se popularizó el consumo del género en ámbitos en donde, hasta el momento, no se había escuchado.
La historia del tango y el peronismo
Históricamente, la “etapa dorada” se corresponde con la formación del peronismo en el país. El movimiento político se autodenominó como “nacional y popular”. Muchas de las grandes figuras tangueras de la época se identificaron con el peronismo, ligado a la clase obrera y los sindicatos. La famosa marcha peronista fue compuesta por Hugo del Carril.
En 1955, Perón fue derrocado por el golpe de estado autodenominado “Revolución libertadora”. La caída del movimiento político acompañó el ocaso de la época dorada tanguera. El folklore y el rock and roll comenzaron a pasar al frente. Mientras tanto, muchos artistas de la escena tanguera fueron perseguidos políticamente por sus ideas.
Pero el tango argentino siguió sonando, haciendo honor a la tradición y también transformándose. A partir de los años cincuenta, Astor Piazzolla le dio al género un giro radical. Inventó un estilo vanguardista, con la incorporación de armonías y contratiempos propios del jazz. Esta corriente tuvo tanto seguidores como detractores. La gran distinción que se dio fue entre “música para escuchar” y “música para bailar”.