La historia de la famosa canción “Malena”, que compuso Homero Manzi, es sinónimo de tango y también guarda un misterio lleno de amores secretos que el letrista se llevó a la tumba. Varias mujeres son apuntadas como musas inspiradoras del letrista, que murió muy joven, en 1951 y con 43 años, y jamás confirmó o negó los rumores.
El tango “Malena” fue grabado el 8 de enero de 1942, en el sello discográfico RCA Victor, por la orquesta de Aníbal Troilo, con la voz de Francisco Fiorentino. Rápidamente, se convirtió en un éxito y sigue sonando en las milongas más de 80 años después. Pero cuando le preguntaban a Homero Manzi quién era Malena, él no respondía y guardaba silencio. Nunca develó un misterio que desató mil conjeturas a través del tiempo y que continúan vigentes hasta hoy.
Una de las posibles “Malenas” es la popular cantante Nelly Omar, quien vivió con el autor un romance. Otra artista apuntada es Azucena Maizani, que siempre negó ser Malena, pero interpretó el tema antes que ninguna otra. Luego se ubica Malena de Toledo, una figura desconocida, a quien Homero Manzi habría conocido en un cabaret de San Pablo. También se puede enumerar a Mercedes Simone, María Esther Lerena, Tita Merello y hasta la modista de la esposa del artista.
Sobre Malena de Toledo, los historiadores del dos por cuatro aseguran que ella es la más probable inspiradora de la canción. Según la leyenda, Manzi volvía de un viaje a México y pasó por un cabaret de San Pablo (o Porto Alegre), donde escuchó cantar a Malena de Toledo, una argentina (o chilena) que llevaba años radicada en Brasil y cuyo nombre verdadero era Elena Torterolo o Tortolero.
La dedicatoria habría sido por un desafío en que Manzi expresó: “Te llamás Malena, te voy a hacer un tango”. “A que no”, dijo Malena y el compositor remarcó: “A que sí”. Entre los datos que se conocieron sobre esa mujer es que tenía bella voz y mejor figura, además de que cantaba en castellano y portugués. Cuando Homero volvió a Buenos Aires se encontró con Lucio Demare.
Acá salen dos versiones, porque algunos dicen el autor le dio al músico un papelito con la letra de Malena, pero este se lo guardó y, se acordó meses después de agregarle la melodía. Otros aseguran que Demare escribió la melodía con el autor dictándole la letra en un café que quedaba en las actuales Libertador y República de la India. El propio pianista aclaró todo en una entrevista al periodista y escritor Osvaldo Soriano, para el diario La Opinión en 1947.
“La música de ‘Malena’ la hice en no más de 15 minutos. Manzi me había entregado los versos unos diez días atrás. Pensé: ‘Esta noche va a venir y por lo menos le voy a decir como empieza el tango’. Entonces me senté en un café y lo escribí de corrido, sin pulir y sin cambiar nada. Fue en el verano de 1942, en El Gran Guindado, un bar de Acevedo y Libertador, frente al Zoológico, ya lo tiraron abajo”, resumió el director de orquesta. Sin embargo, la línea melódica de "Malena" sería similar a un tema del compositor brasilero Heitor Villa-Lobos, escrito en 1920. Un dato que refuerza la teoría de Malena de Toledo
Nelly Omar y las otras “Malenas” del tango de Homero Manzi
“Malena soy yo”, fue la frase que empezó a decir en los últimos años de su apasionante vida la cantante Nelly Omar, como bien repasa Claudia Dubkin, para La Nación. Con él se cruzó en los ‘40, en Radio Belgrano, cuando ambos estaban casados y comenzaron un romance clandestino. Ella contaba que él la persiguió años, que la llenó de oros y joyas y canciones de amor hasta que logró conquistarla.
Nelly tenía un estilo y un tinte de voz muy diferentes a los de otras cantantes de la época, por lo que la llamaban “La Gardel con polleras” y fue una figura emblemática de la edad dorada del tango. Volviendo al romance, la pareja tuvo muchos desencuentros, ya que en 1944 ambos se separaron de sus parejas y oficializaron, pero duró un suspiro porque la esposa de Manzi intentó suicidarse y él regresó a su lado. Dicen que Nelly nunca se lo perdonó aunque en 1951, cuando él enfermó de cáncer, ella se infiltraba en el hospital de madrugada para verlo unas horas.
En los últimos años de su vida, Nelly contó que, en la intimidad, Manzi le había confesado que en un viaje a México con el actor Francisco Petrone había escuchado cantar a una mujer muy parecida a ella. Petrone le preguntó a quién le hacía acordar y que Homero tomó un papel y escribió la letra de Malena. “A mí no me importa que no me crean pero lo que cuento es así. Él me dijo ‘Malena sos vos’”, aseguró.
Sin embargo, los historiadores del tango la contradicen porque aclaran que el nacimiento de la letra de Malena en 1941 es anterior al primer encuentro entre el poeta y la cantante. Por su parte, otra gran diva del género musical fue Azucena Maizani, quien era amiga del compositor y fue una de las primeras en grabar Malena. Pero su voz estaba muy lejos de la sombra y el suburbio. Además, negó siempre ser Malena.
Acho Manzi, hijo de Homero, dijo alguna vez que no creía en la existencia real de una Malena, pero puesto a imaginar qué cantante de tangos pudo haber inspirado a su padre se inclinaba por Mercedes Simone. La versión sobre Tita Merello parece tener aún menos asidero, igual que una leyenda que corrió un tiempo en el mundillo tanguero, que narraba que un día Homero llegó a su casa y encontró a su mujer probándose ropa con la modista, que cantaba una melodía.
Esa última versión plantea que el poeta le preguntó cómo se llamaba, ella respondió “Malena” e inmediatamente él se encerró en su cuarto y compuso el tema. También se difundió el rumor de que Malena era la cantante María Esther Lerena, protagonista de la película Milonguita, quien al parecer volvió loco de amor a un adolescente Homero de 17 años. Una última versión decía que Manzi y Demare compusieron la canción después de escuchar a una cancionista que se llamaba Malena en el varieté Nueva Orleans de La Boca.