El bandoneonista Astor Piazzolla nació el 11 de marzo de 1921 en Mar del Plata, pero cuando tenía apenas 3 años se mudó junto a su familia a Nueva York, donde comenzó a tomar clases de bandoneón interpretando piezas clásicas hasta que conoció a Carlos Gardel. Sin embargo, su futuro estaría ligado al tango y una de sus canciones se convirtió en un himno mundial. Lo que pocos saben es que Adiós Nonino surgió en su peor momento.
“Dicen que no toco ningún tango y es verdad. Yo toco la música de Buenos Aires”, es una de las frases más recordadas de Astor Piazzolla, quien en 1934 tuvo una breve participación en el film “El día que me quieras”, que se rodó en Manhattan, donde interpretó a un canillita adolescente. Allí tuvo la posibilidad de conocer a Carlos Gardel, de quien escuchaba sus discos desde que estaba en la cuna. Pero recién cuando regresó a la Argentina, siendo muy joven, fue cuando vislumbró que su destino estaba marcado por el 2x4.
En 1937 empezó a trabajar de manera profesional tocando el bandoneón en distintas presentaciones porteñas, hasta que, a fines de 1939, empezó a hacer arreglos para la orquesta típica de Aníbal Troilo, mientras tomaba clases de música con el maestro Alberto Ginastera. Para 1945 decidió comenzar su propia carrera con su propia formación de artistas, pero sus licencias a la hora de componer lo pusieron siempre en el centro de la polémica dentro del tango.
“El tango era como una secta, obligada a hacer siempre lo mismo. Por eso, el día que a mí se me ocurrió cambiar, fue una verdadera revolución”, explicaba Piazzolla. Por entonces, había quienes se negaban terminantemente a aceptar el giro que Astor le había dado a este género nacido en el Río de la Plata que, sin embargo, era tan bien recibido en el exterior.
El trágico origen de Adiós Nonino, el himno que inmortalizó Astor Piazzolla
En 1959, una tragedia familiar llevó al bandoneonista a componer una de sus obras más emblemáticas: Adiós Nonino. Su padre, Vicente Piazzolla, había muerto a raíz de un accidente mientras andaba en bicicleta. Y Astor, que en ese momento se encontraba en medio de una gira por Puerto Rico junto a los bailarines Juan Carlos Copes y María Nieves, cayó sumido en una profunda tristeza.
Cuando regresó a su casa, tomó un viejo tema que había compuesto cinco años antes en París, llamado Nonino, y creó con él una reversión marcada por el dolor. Esa canción quedó plasmada en Piazzolla interpreta a Piazzolla, su primer álbum con quinteto, en 1961. Se trata del tema instrumental, en el que el bandoneón llora rodeado de un violín, una guitarra, un piano y un contrabajo.
A lo largo de los años, Adiós Nonino cobró vida propia y fue interpretado por distintos directores de orquesta. Poco a poco se fue convirtiendo en un verdadero símbolo del tango. “Es el tema más lindo que escribí en mi vida... No sé si lo voy a mejorar, no creo”, confesó en una oportunidad Piazzolla.