Furor por el bodegón que amaba “Polaco” Goyeneche y mantiene vivo el tango

El barrio porteño de Coghlan tiene un lugar lleno de buena comida, donde se sigue bailando tango y se mantiene vivo el recuerdo del “Polaco” Goyeneche.

14 de enero, 2025 | 18.10

El Club Social y Deportivo El Tábano tiene más de 90 años de una historia llena de tango, fútbol, bailes de carnaval y encuentros entre vecinos de los barrios porteños Saavedra y Coghlan. Uno de sus “clientes” más destacados fue Roberto “Polaco” Goyeneche, quien como gran parte de los socios de la institución, era hincha fanático de Platense. Además, se mantiene la clásica milonga para que los amantes del tango se reúnan a bailar.

Ubicado en Rómulo Naón al 3000, sobre una calle empedrada, este icónico club que ofrece a los visitantes un menú casero y abundante, como la especialidad de la casa, la SuperTábano, una milanesa gigante para compartir entre varios, que no defrauda. Todas las historias, personalidades del tango y el fútbol y los momentos destacados del club están en parte reflejados en las cientos de fotos que decoran las paredes del El Tábano Buffet.

Sergio Ruggeri Silva, el presidente del club, explicó la pertenencia barrial ante La Nación: “Como la sede original estaba a tres cuadras, en Saavedra, nos reconocemos como de ese barrio. Somos de dos tierras, Coghlan y Saavedra”.

Actualmente, el salón del bodegón es amplio, como para 80 comensales y con detalles que refuerzan su sencillez de barrio y una pertenencia a las viejas costumbres. Cabe señalar que la institución nació el 19 de septiembre como un movimiento de vecinos que se juntaron porque en ese momento, a causa del golpe de Estado contra Hipólito Yrigoyen, no se podían encontrar en los bares y otros lugares para desarrollar su vida social. 

“Hay una relación muy particular entre los vecinos y el club. De ida y vuelta. El Tábano es la reserva cultural del barrio. Este es un lugar donde el tango, la familia, el fútbol, los chicos, son una parte nuestra. Es muy difícil en un mundo globalizado poder conservar estos espacios”, agregó Sergio y diferenció: “Hoy vas a algún bodegón y te dicen: ‘Esto está armado al estilo de los años ‘40’. No, este club no está armado. Es de 1930. Las sillas que ves tienen 60 años, los cuadros y fotos son auténticos”.

El tango sigue vigente en El Tábano

“Dos sábados al mes hay milongas con orquesta en vivo. Y en la historia de El Tábano vinieron todos. Orquestas como la de Troilo, Di Sarli, D’Arienzo. Acá, la mayoría de los socios más grandes vos les hacés así y te dicen todo: qué tango es, qué acordes, de dónde vino... Se conoce mucho de tango”, describió el presidente antes de remarcar una historia sobre el Polaco Goyeneche.

Ante la consulta, Sergio aclaró las dos versiones y dio un dato especial: “Una teoría dice que acá cantó por primera vez, con una orquesta del barrio, la Celestino. Y otra, que debutó en un concurso de cantantes de tango en el club Deportivo Federal Argentino. Además de su posible debut artístico en El Tábano, en un baile de carnaval de esos que eran parte de la tradición del barrio, Goyeneche conoció a su mujer, Luisa”.

El Club Social y Deportivo El Tábano es un lugar clave para los vecinos de los barrios porteños de Saavedra y Coghlan.

Por su parte, Roberto, el hijo del Polaco, próximo a cumplir 75 años, se sumó y señaló: “Él estuvo toda la vida ligado al club. El Polaco Goyeneche tenía tres sinónimos: El Tábano, Platense y Saavedra”. “Papá nace en Iberá y Avenida del Tejar (actual Balbín) y El Tábano estaba en Melián e Iberá. Después se casó y fue a vivir en Malián entre Iberá y Tamborini. Te imaginás entonces que esta era nuestra segunda casa”, consideró ante el periodista Germán Wille.

El Polaco armó dos shows, para los que trajo a los artistas del momento, en el club All Boys de Saavedra. Fueron dos noches en las que llovió torrencialmente. Menos mal que habían vendido todo antes, porque la demanda hubiera sido muy distinta”, repasó Héctor Chiche Molina, vicepresidente del club y uno de los tantos futbolistas profesionales que surgieron del equipo de la entidad. 

De esta manera, el restaurante de El Tábano sigue lleno de fotos de estos ídolos populares del tango y el fútbol. Muchos de ellos son los que forjaron la historia de la institución y que forman parte, como poéticamente dicen los socios, de “la filial del cielo” del club.