"El caso Asunta" es una de las series más populares en Netflix, inspirada en el caso de Asunta Basterra, la niña de 12 años que murió asesinada en 2013 en La Coruña, España. La serie capta la atención del público por su intriga y la fiel representación de este caso real que conmocionó a la sociedad española.
La miniserie está basada en el crimen cometido por los padres adoptivos de Asunta, Alfonso Basterra y Rosario Porto, quienes fueron condenados a 18 años de prisión el 15 de noviembre de 2015. Durante meses, Rosario, una abogada adinerada, y Alfonso, un periodista bilbaíno, drogaron a la niña con dosis tóxicas de lorazepam antes de asfixiarla y abandonar su cuerpo cerca de su casa de campo.
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¿Qué pasó con Alfonso Basterra?
Alfonso Basterra cumple su condena en la cárcel de Teixeiro, en Ávila, al norte de España. A sus 60 años, Basterra sigue defendiendo su inocencia y siempre negó haber participado en el asesinato de Asunta. En prisión, pasa la mayor parte de su tiempo en la biblioteca, donde también trabaja como bibliotecario. Durante sus primeros días en reclusión, tuvo varios enfrentamientos con otros presos, lo que llevó a que fuera puesto en módulos de aislamiento.
Alfonso podría optar al tercer grado en 2025, lo que le permitiría salir de prisión bajo ciertas condiciones, pero ya declaró que no quiere salir antes de tiempo como una forma de protestar por lo que él considera "su injusta condena". En una carta enviada a un productor de un documental de 2017 sobre el caso, Basterra expresó que cuando recupere su libertad, mantendrá un perfil bajo para evitar la atención pública.
¿Qué pasó con Rosario Porto?
Rosario Porto tuvo un final trágico. La madre adoptiva de Asunta se suicidó en noviembre de 2020 en la cárcel de Brieva, después de varios intentos previos en otras prisiones como La Lama y Teixeiro. Porto se ahorcó con un cinturón de tela atado al marco de la ventana de su celda, habiendo dejado todas sus pertenencias ordenadas, un acto que algunos interpretaron como "una preparación meticulosa" para su muerte.
Porto era conocida en la cárcel por su influencia y los privilegios que disfrutaba. Su ex compañera de celda describió cómo Porto trabajaba en la biblioteca central y tenía vis a vis con su psiquiatra personal. Además, ayudaba a otras reclusas con recursos legales, mostrando una dualidad en su personalidad: por un lado, siendo una compañera valiosa y, por otro, alguien que podía perjudicar a los demás.