La tecnología se convirtió en la gran protagonista de la Navidad 2025 y el fenómeno ya es visible en shoppings y casas de electrodomésticos de todo el país. Mientras los adultos comparan precios, modelos y opciones de financiación, los chicos ya no miran juguetes tradicionales: hoy el deseo principal pasa por celulares y tablets. El smartphone desplazó a muñecas, autitos y juegos de mesa, y se consolida como el regalo estrella bajo el árbol.
Desde el sector comercial confirman un crecimiento sostenido de la demanda de tecnología infantil. No se trata solo de dispositivos: también aumentan las ventas de accesorios pensados para los más chicos, como fundas coloridas, tablets en tonos llamativos o vinchas con orejitas. Según relatan los vendedores, cada vez es más común que niños desde los cinco años pidan un celular propio como regalo principal, una tendencia que se repite en todo el país y marca un cambio cultural profundo.
Precios, financiación y qué se vende más
En cuanto a valores, el acceso a la tecnología no es menor. Los smartphones más económicos arrancan alrededor de los 240 mil pesos, mientras que las tablets se consiguen desde los 180 mil pesos, dependiendo de la marca y las prestaciones. Para sostener el consumo en un contexto económico ajustado, muchas cadenas y locales independientes apuestan fuerte a la financiación: las 6 y 12 cuotas sin interés se transformaron en un factor clave para cerrar ventas durante diciembre.
Los modelos más buscados suelen ser equipos de gama baja o media, con buena batería, pantallas grandes y resistencia básica, pensados para el uso cotidiano de chicos. En el caso de las tablets, se priorizan tamaños intermedios y controles parentales, una función que empieza a ganar protagonismo en la decisión de compra.
La preocupación por el boom tecnológico
Sin embargo, el crecimiento del consumo tecnológico infantil también enciende señales de alerta. Especialistas advierten que el uso temprano y sin supervisión de pantallas puede impactar en el desarrollo, la atención y la socialización. Aunque los chicos estén dentro del hogar, el aislamiento en sus habitaciones con un celular propio puede generar riesgos vinculados a la salud mental y al vínculo con otros.
Además, se cuestiona el uso del teléfono como herramienta para evitar el aburrimiento o “tenerlos tranquilos”, una práctica cada vez más extendida. En este escenario, la Navidad 2025 estará marcada por cajas de celulares bajo el árbol, pero el verdadero desafío para las familias será acompañar, regular y poner límites al uso de la tecnología, para que el regalo más deseado no se transforme en un problema a largo plazo.
