La llegada del otoño trae consigo cambios en el clima, en el paisaje y en la duración de los días y las noches. Sin embargo, su inicio no solo se define por la sensación térmica, sino también por un fenómeno astronómico específico. Con el fin del verano, comienza una nueva etapa en la que las temperaturas descienden gradualmente y la naturaleza se transforma.
El equinoccio de otoño y su importancia
El otoño comienza con un evento astronómico clave: el equinoccio de otoño. En este momento, el Sol se alinea directamente con el ecuador terrestre, lo que provoca que el día y la noche tengan casi la misma duración en todo el planeta. Este equilibrio lumínico marca la transición entre estaciones y da inicio a una etapa caracterizada por jornadas más cortas y noches más largas.
A diferencia del inicio del verano o el invierno, que se relacionan con los solsticios, el equinoccio de otoño es un punto medio en la órbita terrestre alrededor del Sol. Su influencia es notable en la naturaleza, ya que muchas especies comienzan su preparación para los meses más fríos y los árboles caducifolios empiezan a perder sus hojas, generando paisajes típicos de esta estación.
Qué día empieza el otoño 2025 en Argentina
Para determinar qué día empieza el otoño 2025, es necesario conocer la fecha exacta del equinoccio de otoño. En Argentina, este fenómeno ocurrirá el 20 de marzo a las 4:50 de la madrugada, hora local. A partir de ese momento, el cambio estacional será oficial y se comenzarán a notar variaciones en la temperatura y en la cantidad de luz solar diaria.
Este fenómeno es relevante no solo desde el punto de vista astronómico, sino también en términos climáticos. A medida que avanza la estación, el aire se vuelve más fresco, las lluvias pueden volverse más frecuentes y el ambiente adopta características propias de esta época del año.
Cómo afecta el otoño al clima y la vida cotidiana
El inicio del otoño marca una transformación progresiva en el clima. Las temperaturas comienzan a descender, especialmente en las regiones del sur del país, donde el contraste con el verano es más notorio. Durante esta estación, los días se acortan gradualmente y las noches se hacen más largas, lo que influye en la rutina diaria y en diversas actividades al aire libre.
El paisaje también experimenta cambios significativos. La caída de las hojas es uno de los símbolos más representativos de esta época, especialmente en zonas con árboles caducifolios. Además, la transición estacional afecta a la fauna, ya que muchas especies modifican sus hábitos en preparación para el invierno.
Con la llegada del otoño, las condiciones meteorológicas se vuelven más variables, lo que puede generar días frescos con mañanas templadas y noches más frías. Este periodo es ideal para disfrutar de temperaturas moderadas antes de la llegada del invierno, cuando las temperaturas descienden aún más y el abrigo se convierte en un imprescindible.
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