Cuatro denuncias y más de 26 años de abusos: la Justicia dicta preventiva para un poderoso ingeniero

La causa se inició con la denuncia de dos hermanas y luego se sumaron más víctimas hasta que en los últimos días la Justicia de Santiago del Estero le dictó la prisión y le negó la domiciliaria al hombre acusado de reiterados delitos contra la integridad sexual.

22 de noviembre, 2024 | 23.59

El Juez de Garantías de Santiago del Estero, Gastón Merino, dictó la prisión preventiva en la cárcel de varones del ingeniero y empleado de la Universidad de esa provincia, Walter Costas Mayuli, que fue denunciado por dos sobrinas, otra familiar y una cuarta mujer por abusos sexuales reiterados que comenzaron cuando algunas de ellas eran menores de edad y terminaron hace poco tiempo. De hecho, tras la acusación de la abogada querellante y la fiscal, la Justicia desestimó el pedido de prescripción por el paso del tiempo y también negó la solicitud de la defensa del sobreseimiento primero y la prisión domiciliaria, después.

La denuncia se originó por el relato de dos hermanas, sobrinas del ingeniero, y luego de otra familiar, que dieron a conocer que los abusos “empezaron cuando las niñas tenían 9 años y se continuaron durante toda la adolescencia, e incluso se repitieron cuando eran adultas”, según narró la abogada querellante Silvina Castaño a El Destape y aseguró que “existe mucho material probatorio” para sostener las denuncias. Después de los primeros tres casos denunciados, se sumó una cuarta acusación de una mujer que no tenía relación familiar con el imputado y que Castaño aseguró que “se sumó la denuncia una vez que se hicieron públicas las primeras” y además, sostuvo que “han llegado comentarios de que sería alguien del círculo íntimo y que fue víctima de hechos similares durante su niñez”.

Mientras avanzaba la investigación, el ingeniero denunciado le pidió a la Justicia su sobreseimiento asegurando que estaban prescriptos los delitos por el tiempo pasado pero el juez Merino consideró que varias de las denuncias tienen hechos descriptos hace pocos años. El magistrado también le negó la posibilidad de la prisión domiciliaria –bajo la excusa de problemas de salud– ya que la fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, Florencia Torrez Cianferoni, constató que en el penal donde iban a alojarlo “existe una área médica para que sea controlado” y destacó que si lo dejaban volver a la casa, “volvemos a instalar al peligro en el lugar donde cometió los hechos por los que se lo investiga”.

En comunicación con El Destape, la abogada querellante explicó que “las jóvenes que represento sufrieron graves daños a su salud por los hechos que vivieron. Una de ellas es abogada y sabía las consecuencias que podía acarrear esta denuncia, de hecho sufre una gran depresión. Al mismo tiempo la otra víctima sufrió un ACV, por lo que hay que considerar el importante daño que les provocó el imputado a través de estos hechos” y consideró que “si no se toman medidas con estas personas existe mucho riesgo en la calle”.

“Cuando él fue detenido le encontraron armas de fuego, eso también agrava la acusación”, explicó Castaña y describió que “pedimos que el testimonio de las denunciantes se incorpore mediante cámara gesell de adultos, que es una innovación, no es frecuente”, aseguró. Sin embargo, el juez rechazó la propuesta. “Con el daño que le ocasionó a las víctimas, va a ser muy difícil la declaración testimonial”, remarcó la abogada. “En el medio se dictaron medidas cautelares para el círculo íntimo del acusado con respecto a las víctimas y testigos para que no los intimiden y se pueda preservar la prueba”, aseguró la letrada.

En las últimas horas, se conoció un nuevo ardid de Costas Mayuli que terminó con un familiar del ingeniero detenido. Según la acusación, una mujer que cercana al recluso llamó a varios funcionarios judiciales asegurando que el ex profesor de la Universidad de Santiago había sufrido amenazas y hostigamiento por parte de otros detenidos. Dicha persona se hizo pasar por funcionaria policial pero finalmente fue descubierta y acusada de "usurpación de títulos y honores".

Estos movimientos, destacan desde la justicia santiagueña, serán tenidos en cuenta porque podría computarse un intento de entorpecimiento del proceso por parte del hombre acusado, hasta ahora, de los delitos de abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual simple, abuso sexual gravemente ultrajante, abusos agravados por el grave daño ocasionado a la salud de las victimas y por tener la guarda de las denunciantes.