Se conoce como coronadengue a la conjunción de una infección de coronavirus con una de dengue, como se puede inferir por su nombre. En Argentina fueron confirmados varios casos a finales de enero y principios de febrero en Salta y la ciudad de Rosario. Qué recomiendan los expertos ante la aparición de síntomas y qué cuidados hay que tener.
A principios de año se detectaron varios casos de coronadengue, una enfermedad que técnicamente se conoce como una sindemia o epidemia sinérgica. Este término se utiliza en medicina antropológica cuando dos o más epidemias actúan en forma simultánea en una población con características sociales comunes. A la vez, las afecciones deben interactuar entre sí a nivel biológico, psicológico y social.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tercera parte de los habitantes del planeta están en riesgo de contraer dengue, una enfermedad que se transmite a través de la picadura del mosquito hembra del género Aedes aegypti. Cabe destacar que se lo reconoce muy fácilmente gracias a la presencia de manchas o lunares blancos en sus patas negras. Si bien muchas infecciones de dengue suelen ser leves, los cuadros más graves pueden presentar complicaciones que podrían causar la muerte.
Qué recomiendan los especialistas ante la aparición de síntomas
Ante la aparición de síntomas como fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos y/o dolor de cabeza, muscular y de articulaciones, se aconseja realizar la consulta médica correspondiente, ya sea en un centro de salud o en un hospital cercano y, sobre todo, no automedicarse. También se recomienda mantenerse hidratado y, ante dolor abdominal intenso o sangrado de encías o nariz, consultar con especialistas de manera urgente.
Qué cuidados hay que tener
A las medidas de prevención contra el coronavirus en las que se hizo mucho hincapié en el último tiempo, se agregan los consejos para evitar que el mosquito vector del dengue se reproduzca. Se recomienda mantener los ambientes libres de mosquitos utilizando espirales, pastillas o insecticidas; tapar las botellas, llenas o vacías; colocar telas metálicas o tejidos mosquiteros en puertas y ventanas; utilizar repelentes comerciales, revisar elementos que acumulen agua; reutilizar, reciclar o reducir residuos sólidos que puedan convertirse en criaderos de mosquito, y en los patios de las casas vaciar baldes y latas para que no acumulen agua; poner bajo techo las cubiertas de neumáticos; mantener tapados los tanques de agua, y limpiar diariamente los bebederos de animales.